Infiltrado || Joerick

Capítulo 2

Joel

Las miradas de todos esperan una respuesta de mí, mientras que una leve sonrisa aparece en mi rostro.

Hay tensión en el ambiente, y más cuando Zabdiel parece enfadarse aún más.

Es obvio, esto no era nada a lo que tenían planeado.

—¿Dónde estabas? —Vuelve a preguntar.

Suspiro cambiando a una reacción más seria.

—Supongo que ya viste las cámaras de seguridad, como me golpearon y se llevaron mi vehículo —Expreso.

—¿¡Cómo puede ser que hayas cometido ese error!? —Inquiere.

Hago una mueca.

—Miré hacia otro lado y luego me golpearon, no lo vi venir —Expreso.

—Por culpa de tu error, Erick se escapó con otro tipo —Admite Johann.

Le observo, sonriendo de lado.

—¿Mi error? ¿Y qué sucedió con quien que entraría al penthouse? —Expreso.

Richard hace una mueca, arreglando la remera de manga corta blanca que trae puesta.

Los tatuajes se notan a notan alrededor de sus brazos e incluso parte de su cuello.

Su piel morena, ojos café y cabello con mechas rubias pueden llamar la atención de muchos.

Al igual que su sonrisa.

Pensar que es realmente engañosa.

—Muerto —Expresa.

Doy un paso hacia atrás como si aquello realmente me chocara y hago una mueca de desagrado.

—¿Quién fue? —Inquiero, haciéndome completamente el desentendido.

Zabdiel parece mirar todo el lugar suspirando.

La luna se puede ver desde aquí, a fin de cuentas nos encontramos en el garaje de un viejo cementerio de coches.

Todos los automóviles que ya no sirven aquí vienen a demolición.

Noto como Zabdiel se acerca a la pequeña mesa que hay en el lugar y selecciona un vídeo en la computadora que hay allí.

Al poner mi mirada en esta, mis manos van hacia los bolsillos de la capucha negra que traigo puesta.

Se puede observar a un chico al lado de Erick en el ascensor, aunque por el enfoque de la cámara y su vestimenta y accesorios que trae puesto no se puede observar bien de qué se trata.

Luego, los otros enfoques que hay son del salón principal del hotel, donde el chico ni siquiera mira hacia atrás, y mantiene la mirada agachada.

Cuando llega al estacionamiento, es cuando me golpea en la cabeza y caigo al suelo, rendido.

Luego se nota como me mueve hacia un costado donde la cámara no me enfoca y finalmente ambos huyen.

O eso creen Zabdiel, Johann y Richard.

♣️♣️♣️

Observo como el automóvil se comienza a quemar, al igual que toda la vestimenta que traía puesta.

Entre estos, el tapabocas, los guantes negros y la gorra.

El chico a mi lado no demora en sonreírme de lado, algo emocionado por todo.

Suelto un suspiro y noto como asiente con la cabeza.

—¿Te dolió mucho? —Inquiero, acomodándome la capucha.