Infiltrado || Joerick

Capítulo 5

Erick

A penas me acerco al lugar, ya siento varias miradas sobre mí.

Lo entiendo, todos están realmente abrumados al ver que el hijo anterior reciente del penthouse aquí.

Hasta la misma chica de recepción que me atendió parece sorprendida.

Sin embargo, al mostrarle la identificación que traigo puesta, asume que estoy aquí por un simple negocio.

Aunque... ni bien pongo un pié en el pasillo, todos los que se encuentran en la gran sala no piensan lo mismo.

Muchos parecen susurrar entre ellos, aunque no me importa.

Para completar y ver a mi objetivo, me dispongo a sonreír de lado, encáminandome hacia él.

Sé que no se esperaba aquí, ya que ni siquiera está mi nombre en la lista de invitados.

Joel parece beber una copa mientras actua sorprendido.

Le sale tan natural que me pregunto si conmigo también es así, solo que nunca me doy cuenta.

Cuando estoy frente a Zabdiel, el mismo parece estar a punto de gritar de enfado.

No sé absolutamente todo de él, pero lo que me contó Joel es simplemente lo necesario para poder que sea mi pase hacia mi familia.

Mientras tanto, no dejaré que ninguno les robe lo que le pertenecen.

—Hola, mucho gusto —Expreso, ofreciéndole mi mano—. Mi nombre es Erick Brian Colon, ¿cómo te llamas?

Zabdiel parece atónito, pero realmente molesto por ello.

Lo siento, pero te lo mereces.

¿Me querías fuera de juego? Lamento que tus intenciones no sean cumplidas.

Ahora estoy más metido que nunca en esto.

♣️♣️♣️

—¿Qué haré allí? —Expreso, Joel parece suspirar.

Ambos nos encontramos acostados en la cama del motel, simplemente mirando el techo.

El chico a mi lado, no me observa, simplemente mantiene la mirada hacia arriba.

Observo como sus pestañas son tan curvas y largas que desde mi posición se siente realmente abrumador observarlas sin tocarlas.

Es injusto, siempre quise tenerlas así.

—No me las quitarás, por más que me quedes mirando así —Expresa, con la vista aún fija.

Bufo volviendo a mirar hacia arriba y escucho su risa.

Han pasado dos días desde que estoy aquí, y a decir verdad, si bien extraño a mi familia, Joel ha hecho que estos días aquí no se pasen tan mal.

Porque si bien es un motel barato, el baño no se encuentra en las mejores condiciones y me he encontrado a varias personas en los pasillos besuqueándose y tocándose, al menos está la posibilidad de poder salvar a mi familia.

Y por más que muchas veces bromee que no hay peor cosa, agradezco estar vivo por ello.

No quiero que les hagan daño.

Es por eso que me pregunto tantas veces si preguntar aquello que ha estado rondando en mi cabeza desde el comienzo.

Pero sin duda, no he sido capaz de expresar.

—¿Sabes mucho de las personas que tienen a mis padres porque tienes contacto con ellas? —Susurro.

La pregunta parece salir de mi boca y elevarse frente a nuestros ojos.