Infiltrado || Joerick

Capítulo 19

Erick

El recuerdo de la anciana muriendo se repite una y otra vez frente a mí; el cuerpo cayendo al suelo, la bala atravesándole.

Por unos segundos, no logro pensar con claridad en nada más.

El oxígeno me comienza a faltar y mi mirada se pierde, tratando de no tener contacto visual con él.

Yoandri me observa confundido, sin entender qué me sucede.

—¿Erick...? —Inquiere.

Tratando de parecer lo más seguro posible, le observo unos segundos, aún cuando siento mis ojos cristalizados.

—Me tengo que ir, luego te aviso —Respondo.

Cuando me alejo lo más rápido posible, escucho un "okay" confundido de parte del chico.

Realmente no lo quiero dejar así, pero... ¿qué más puedo hacer?

Decirle que su abuela se encuentra muerta es la verdad, sí, pero si lo sabe puede traer demasiados problemas.

Problemas que no quisiera tener ahora.

Cierran la puerta del vehículo y el mismo no tarda en comenzar a moverse.

Observo a mi chófer un momento mientras siento una lágrima caer por mi mejilla.

¿Tan mal debía ser mi regreso a la Universidad?

Definitivamente esto no fue una buena idea.

Siento mis manos temblar mientras trato de procesar una y otra vez todo lo sucedido.

Cuando llegamos al hotel, camino junto a mis guardias por el mismo.

Me encuentro a Richard en el pasillo principal, sin embargo, ninguno de los dos dice absolutamente nada.

Hacemos cómo si no nos conociéramos.

Me subo al ascensor acompañado y simplemente espero a llegar al último piso.

Cuando entro al penthouse y soy recibido por varias empleadas, me dirigo velozmente a mi habitación.

Cuando me encierro allí, el recuerdo no tarda en atormentarme una vez más.

Cierro los ojos y me siento en el suelo, tapando mi rostro contra mis piernas.

Siento más lágrimas liberarse.

No sé cómo hace Joel, trato de ser fuerte y fingir todo el tiempo que estoy bien, cuando realmente no lo estoy.

Él parece ser experto ya en eso.

Noto que golpean la puerta y alzo el ceño, quitándome las lágrimas.

—¿Sí? —Inquiere aún encerrado.

—Señor Erick... llegó un paquete —Expresa una de las empleadas.

Alzo el ceño levantándome, y abro la puerta.

La chica me observa atónita al notar mis ojos, sin embargo, agacha la mirada y no dice absolutamente nada.

Paso por su lado con el ceño alzado y comienzo a bajar las escaleras en espiral, mirando aquel paquete en la mesa de la sala.

Algunos empleados le quedan mirando, sin embargo al notar mi mirada regresan a sus tareas.

Observo la caja curioso.

—¿Sabes quiénes la dejaron? —Le cuestiono a la empleada jóven que pasa cerca mío, niega al instante.

—Tocaron el timbre y estaba en el pasillo —Admite, asiento con la cabeza.