2. Vamos a Casa.

70 11 152
                                    

— ¿Allison? ¿Quién es? — Pregunta mamá

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Allison? ¿Quién es? — Pregunta mamá.

— Es... Jason, el vecino. — Le informo, viendo a Jason.

— ¡Oh! — Escucho los tacones de mamá golpear contra el suelo hasta que llega a nosotros.

Ella lo abraza y le da un beso en la mejilla.

— Pasa querido, Allison cocinó un postre espectacular. — Mamá lo invita a entrar y como si fuese poco, Jason acepta.

Él entra con una sonrisa.

No es que me caiga mal, es que... ¿Qué le ven? Es un chico normal, común.

Seguro.

Calla.

Antes de cerrar la puerta, percibo movimiento a un lado de casa.

Saco un poco la cabeza y veo que es el auto de Steve.

El chico voltea a verme, me saluda con la mano y entra a la casa de Jason.

Hasta llave tiene de esa casa.

QUE STEVE ME SALUDÓ, CONCÉNTRATE.

Vale, perdón.

¿En qué estaba?

Ah sí, pues, Steve desapareció dentro de la casa, así que yo hice lo mismo, cerrando la puerta detrás de mí.

De vuelta a la cocina, Jason está riendo con mamá.

Es que este chico es perfecto a los ojos de todos.

— ¿Cómo están tus padres, Jason? — Pregunta mamá.

Quizás fue mucho hacer esa pregunta, hay rumores de que sus padres se separarán.

— Mejor que nunca, la verdad es que papá está en un viaje de trabajo y por eso los rumores. — Jason sonríe, un poco incómodo.

Es que, claro que tiene que ser difícil estar en la boca de todos, con tantos rumores, señalándote, que te juzguen a ti y a tu familia.

Odio a la sociedad.

— Lo siento, tengo que irme. — Jason se levanta de la silla alta en la que está sentado.

— Adiós, querido. — Mamá le abraza y le da un beso en la mejilla. — Hija, acompáñalo.

Yo obedezco y le abro la puerta.

Antes de que Jason se vaya por completo, se para frente a mí.

— Te veo luego. — Sonríe y me da un beso en la mejilla.

Yo me quedo paralizada en mi lugar, sin decir o hacer nada y él se fue.

Luego de que saliera de mi trance, cierro la puerta y vuelvo con mamá.

— ¿Por qué tan sonrojada? — Pregunta.

— ¿Quién? ¿Yo? ¡Hace calor! — Excuso y me voy corriendo.

El Plan Perfecto ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora