Soy Allison Williams, alguien muy normal, cabello castaño, ojos verdes, un tanto alta, con un carácter insoportable.
¿Él? Steve Jackson, el chico al que conquistaré, sus ojos son cafés, su cabello es negro, es unos centímetros más alto que yo, muy b...
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Jason camina hacia el sofá en el que estábamos, toma su celular y lo mete en su bolsillo.
— Jason... ¿Estas seguro? No tengo problema en ir a casa. — Le digo, tomando mis cosas.
— Yo tampoco tengo problema. — Se encoge de hombros, con ese pequeño movimiento, sus músculos se marcan, aunque no está tan ejercitado, se notan más de lo que me gustaría.
Escucho como carraspea su garganta y levanto mi vista para verlo sonriendo maliciosamente, jugando con su camiseta en las manos.
— ¿Nos vamos? — Mueve la cabeza en dirección a la puerta de la casa.
— Uhm. — Digo, totalmente avergonzada.
Yo me muevo primero, abro la puerta y volteo mi vista para asegurarme de que Jason venga detrás de mí.
Salimos de la casa y caminamos hacia la mía.
De nuevo, volteo para verlo y sigue sin la camiseta.
— ¿Puedes... Vestirte? — Pregunto, quitando mi vista rápidamente.
— Oh... Se me ha olvidado. — Ríe por lo bajo.
Cuando vuelvo a voltear, ya la tiene puesta.
Llegamos a la puerta de mi casa y nos paramos frente a ella, uno al lado del otro, no podía dejar de verlo.
— Puedes dejar de verme como si todo fuese incómodo. — Dice, viéndome fijamente.
— Es que... — Me volteo completamente, pero me callo al notar algo.
Su camiseta estaba al revés.
Mi risa se escuchó quizás hasta dentro de casa.
— ¿Qué sucede? — Pregunta, perdido.
— Tienes la camisa al revés. — Toco su pecho, donde se notaba la etiqueta de la camiseta.
Él baja su mirada para verla y también empieza a reír.
Hace el ademán de quitársela y yo no lo dejo.
— Hey. — Trata de quitar mis manos de su camisa.
— Si alguien nos ve, en estas condiciones pensarán... Cosas equivocadas. — Susurro.
— ¿Qué serían las cosas equivocadas? — Jason sonríe maliciosamente, le encantaba hacer esa sonrisa.
— Ya sabes... — Dejo la frase en el aire porque justo en ese momento Jason se quita la camisa de un tirón.
— Puedes seguir hablando. — Me dice, sabiendo el efecto que causaba.
— Pues... Esas cosas, que... Tú y yo... — Hago una seña con mis manos, dando a entender que éramos más que amigos.
— ¿Y no? — Se cruza de brazos, sin despegar su vista de mí.