7. ¿Quieres Ir?

41 8 115
                                    

Jason camina hacia el sofá en el que estábamos, toma su celular y lo mete en su bolsillo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jason camina hacia el sofá en el que estábamos, toma su celular y lo mete en su bolsillo.

— Jason... ¿Estas seguro? No tengo problema en ir a casa. — Le digo, tomando mis cosas.

— Yo tampoco tengo problema. — Se encoge de hombros, con ese pequeño movimiento, sus músculos se marcan, aunque no está tan ejercitado, se notan más de lo que me gustaría.

Escucho como carraspea su garganta y levanto mi vista para verlo sonriendo maliciosamente, jugando con su camiseta en las manos.

— ¿Nos vamos? — Mueve la cabeza en dirección a la puerta de la casa.

— Uhm. — Digo, totalmente avergonzada.

Yo me muevo primero, abro la puerta y volteo mi vista para asegurarme de que Jason venga detrás de mí.

Salimos de la casa y caminamos hacia la mía.

De nuevo, volteo para verlo y sigue sin la camiseta.

— ¿Puedes... Vestirte? — Pregunto, quitando mi vista rápidamente.

— Oh... Se me ha olvidado. — Ríe por lo bajo.

Cuando vuelvo a voltear, ya la tiene puesta.

Llegamos a la puerta de mi casa y nos paramos frente a ella, uno al lado del otro, no podía dejar de verlo.

— Puedes dejar de verme como si todo fuese incómodo. — Dice, viéndome fijamente.

— Es que... — Me volteo completamente, pero me callo al notar algo.

Su camiseta estaba al revés.

Mi risa se escuchó quizás hasta dentro de casa.

— ¿Qué sucede? — Pregunta, perdido.

— Tienes la camisa al revés. — Toco su pecho, donde se notaba la etiqueta de la camiseta.

Él baja su mirada para verla y también empieza a reír.

Hace el ademán de quitársela y yo no lo dejo.

— Hey. — Trata de quitar mis manos de su camisa.

— Si alguien nos ve, en estas condiciones pensarán... Cosas equivocadas. — Susurro.

— ¿Qué serían las cosas equivocadas? — Jason sonríe maliciosamente, le encantaba hacer esa sonrisa.

— Ya sabes... — Dejo la frase en el aire porque justo en ese momento Jason se quita la camisa de un tirón.

— Puedes seguir hablando. — Me dice, sabiendo el efecto que causaba.

— Pues... Esas cosas, que... Tú y yo... — Hago una seña con mis manos, dando a entender que éramos más que amigos.

— ¿Y no? — Se cruza de brazos, sin despegar su vista de mí.

— Yo...

La puerta de mi casa se abre.

El Plan Perfecto ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora