Lisa insistía que Jennie no era heterosexual, pues su radar gay sonaba cada vez que la veía. Rosé intentaba convencerla de que estaba equivocada, pero su instinto también le estaba diciendo algo sobre la sexualidad de otra azabache chica.
¿El gaydar...
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El viernes había llegado y con el la noche que se hizo esperar. Antes de que pudiera darse cuenta, Roseanne estaba arreglando su cabello mientras Lisa terminaba su maquillaje.
Roseanne sabía que esto era importante para su amiga, después de todo no había hablado de otra cosa. Pero recién ahí fue cuando pudo ver la seriedad del tema, Lisa nunca se maquillaba al menos que la ocasión lo ameritaba. Y era raro que algo tuviese tanto mérito como para que la menor quisiera pintar sus labios o delinear sus ojos, era muy feliz con su cara lavada y un aspecto natural. Rosé en cambio solía usar un maquillaje ligero la mayor parte del tiempo, así que cuando salía solo se preocupaba por su atuendo.
— No te pongas tan linda. —Bromeó Lisa, la rubia vestía un jean holgado y un crop top negro que dejaba a la vista su abdomen plano y su piel clara. —Si te coquetea alguna chica, no quiero oír quejas.
—También hay chicos bisexuales. —Le siguió la broma. Se miró por última vez al espejo, su pantalón rasgado y la remera ajustada que no cubría su ombligo se sentían extraños cuando acostumbraba a vestir remeras dos tallas más grandes que el suyo y pantalones sanos que cubrieran sus piernas, pero se veía bien.
— Y heterosexuales, aunque suelen ser trans. Pero eso no es un problema.
—No lo es. —Rosé estuvo de acuerdo. —. Pero no me interesa en realidad, sabes que estoy concentrada en recibir el título.
Lisa gruñó, tomando el brazo de la mayor para salir de la habitación juntas.
— Roseanne, te quedan como cuatro años hasta que acabes la carrera. No te la pases pegada a mí, ¿sí?
—Dices eso porque quieres que te deje a solas con Jennie. —Bromeó, pero Lisa no rió.
—Por supuesto que no. Si no conoces a alguien, te conseguiré una cita a ciegas con algún amigo de Jackson.
Roseanne puso sus ojos en blanco, pero estaba sonriendo. De verdad, Lisa era como tener una hermana menor más relajada.
— No será necesario, prometo que esta noche no estaré en negación si algún chico se interesa en mí.
— Bien.
Lisa sonaba conforme, así que Roseanne debió sonar muy convincente. Lo cual era raro, si era sincera — al menos consigo misma— no pensaba apartarse del lado de Lisa a menos que por un milagro divino las cosas con Jennie se pusieran interesantes.
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