capitulo catorce

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Lisa miraba incrédula la reacción de Irene

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Lisa miraba incrédula la reacción de Irene. ¿Tanto se había excedido respecto a sus celos que ahora la pelinegra saltaba a la defensiva sin decir ni una sola palabra? Su ceño se frunció, aquella unnie era un poco tonta, no podía temerle a ella. ¡La mayor entrenaba! Tenía sus bíceps marcados, era obvio que Lisa, teniendo sus bracitos de fideos, no podía hacerle ningún daño.

No estaba celosa, esta vez. Aunque no entendía que hacía Irene tocando a su Nini con sus sucias manos.

Se dirigió hasta la rubia y la abrazó de forma protectora. Según ella, porque para los ojos de Irene e incluso Jennie, estaba teniendo un comportamiento posesivo.

—No respondiste. —Recordó la menor. Hundió su nariz entre los mechones rubios y dio una ligera inhalación, el cabello de la mayor olía a tintura y un poco a champú, pero el olor de los químicos era superior.

—Pensé que ya no te interesaba Rosé —Acotó Jennie antes de que su amiga pudiera decir algo.

Irene miraba la escena sin entender realmente qué sucedía ahí. Tal vez la más alta tenía razón en decirle que era una tonta a veces, pero cualquiera en su lugar estaría igual.

La mayor actuaba como si no tuviera a la menor abrazandolo posesivamente y oliendo su cabello como una mascota tratando de averiguar de había de nuevo en su Ama.

La de mechones rubios no solo no comentó nada al respecto sino que, para el colmo, tomó a Lisa de las caderas e hizo que se sentara en su regazo.

—Rosé estaba en el departamento de Jisoo, eso es todo —Irene esperaba que la pareja no se sintiera juzgada por su observación —. No sabía que eran amigas.

—Yo no sabía que tú eras su ex, Nini me lo contó hace poco.

Esta vez la pelinegra no pudo evitar sonreír. Cuando Lisa se refería a Jennie, incluso cuando lo hacía por su nombre y no por aquel apodo empalagosa, lo hacía con un perceptible cariño.

— Ustedes dos ya son como una pareja, creo que debería yo mudarme a la habitación de Rosé. —Bromeó sin pensarlo. La mirada de reproche que le dio su amiga le hizo saber que se había excedido... aunque Lisa se veía tranquila.

—Hazlo. Aunque seguiría durmiendo en la misma cama que Jennie unnie.

—¿Si sabes que no estoy cómoda, cierto?

—¿Tan grave fue tu discusión con Rosé? —Preguntó justo después de Jennie.

—Sí.

—No. —Dijo la de mechones rubios al mismo tiempo que Lisa. —Ella está dramatizando y Rosé claramente no sabe qué hacer, hizo lo más sensato y tomó distancia. —Sus ojos dejaron de ver a Irene para centrarse en la chica que tenía en su regazo. —Es tu momento de hacer lo más sensato, Shushu.

La menor hizo una mueca.

—Descubrí que soy orgullosa y que prefiero ahogarme en ácido antes que disculparme.

Jennie rió porque lo que la menor acababa de decir había sonado como una broma, pero no lo había sido.

Había muchas cosas que Lisa no sabía de si misma por haber vivido una vida cómoda y tranquila. Era la primera vez que tenía un conflicto con alguien que le importaba y nunca antes hubiera imaginado que reaccionaría de esa forma.

Cuando discutía con sus padres de niña, los adultos asumían la responsabilidad. Mayormente porque los reclamos de la infante eran correctos y otras veces por la culpa de haber arruinado la infancia de su propia hija con un divorcio tan abrupto y un cambio de aire violento.

Ya con sus parejas, Lisa nunca fue del tipo irracional que se enamoraba y creía que moriría sin esa persona. Así que cuando discutió con alguno de sus ligues o sus exs, ella no se preocupó. Lloró a quien tuvo que llorar y siguió adelante.

Así que en resumen, creció sin saber pedir perdón ni mucho menos cómo enfrentar un conflicto con alguien que le importaba demasiado y que no estaba dispuesto a ceder.

Esa era la desventaja de haber crecido importandole muy poco todo. Lo había llevado al límite y ahora no sabía cómo retroceder.

Esta vez sí tenía algo que perder.

— ¿Puedo preguntar qué fue lo que pasó? Sé que no me corresponde, pero la curiosidad me está matando. —Dijo Irene cuando notó que la pareja no tenía nada para acotar.

Lisa sacó su teléfono y se lo dio a la mayor sin mirarla. Cuando Irene tomó el artefacto notó inmediatamente que se trataba del chat que tenía la rubia con Rosé, y que al final aparecía un letrero que decía "Has silenciado a este usuario, ya no podrá responder tus mensajes..."

Y los mensajes de arriba eran interesantes también.

Lisa 🐈

¿Cómo estás pasándolo con ChanYeol?

Rosé 🌹

¡Bien! ¿Que hay de ti? ¿Fuiste con Jennie unnie?

Lisa 🐈

Sí, apenas llegué

Siempre me gustó ChanYeol para ti, me pareció un chico... ¿excepcional? desde el primer momento.

Aunque no sabía que tenía la habilidad de estar en dos lugares a la vez.

Rosé🌹

Creo que no entiendo qué dices.

Lisa 🐈

Que estaba en el club con sus amigos, idiota.

Si vas a jugar el papel de mentirosa al menos haz bien la jugada.

Y eso era todo, ya después Rosé se vio incapaz de responder a los mensajes de su amiga.

Irene entendía por qué Lisa estaba en esa posición de negarse a hablar las cosas. Había sobreactuado, incluso si tenía razón en su reclamo.

No se preocupó por preguntarle a su mejor amiga por qué le había mentido, solo expuso sus emociones y se negó a escuchar lo que sea que la otra chica tuviera para decir. Ella también se sentiría avergonzada y le dolería reconocer su error, después de todo, Jennie tenía razón y ni siquiera era algo tan grave.

La pelinegra le devolvió el artefacto a su dueña. La chica seguía con la mirada baja, como un cachorrito conocedor de su error que esperaba un regaño mientras Jennie acariciaba los largos cabellos rubios de su menor en forma de consuelo.

—Bueno, no es realmente grave... —Se atrevió a decir pese a que nadie le había pedido su opinión. —Solo basta con que vayas y le preguntes por qué tomó las decisiones que tomó, ni siquiera tienes que disculparte realmente.

Lisa levantó la vista y miró a Irene con un claro destello de ilusión. Sonaba tan obvio y ni siquiera se le había ocurrido.

Aunque si era sincera consigo misma, sentía un gran temor de que su amiga reaccionara mal y decidiera no ceder tan fácil. Después de todo, ambas actuaron mal. Rosé fue la peor, que no se olvide, pero ella fue tonta y ciega por el enojo del momento.

—Gracias, Irene unnie.

Esa noche Lisa volvería a su habitación para poder arreglar las cosas con su amiga.

Gaydar. ˚₊· ͟͟͞͞➳ Chaesoo | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora