Jisoo siempre se había considerado a sí misma como del tipo racional más que el emocional, tal vez por eso cuando supo de la infidelidad de Irene le resultó tan fácil perdonarla en lugar de dejarse llevar por sus emociones del momento.
Era por eso que no entendía por qué ahora parecían ser sus emociones las que la estaban manejando. Mucho menos entendía por qué ver a Rosé y a SeulGi juntas le había molestado más que pasar toda una semana con sus parientes homofóbicos haciendo comentarios que pretendían ser hirientes sobre su sexualidad.
Estaba trabajando, pero al mismo tiempo no estaba ahí. Cada vez que recibía a alguien en la caja revisaba el reloj de pareja, ansiaba por irse, aún sabiendo que le esperaba la universidad. La desventaja de estudiar de noche era que a veces le hacía sentir que los días eran eternos.
—¿Jisoo? —JiHyo la llamó, rompiendo su burbuja rápidamente—. La chica de la mesa tres pide por ti. —Sin dejar de prestarle atención a lo que le decía, buscó con la mirada a la mesa indicada. Solo estaba ocupada por una chica, y aún viéndola de espaldas supo de quién se trataba. —Le dije que tu turno está por terminar pero insistió, dice que es tu amiga. ¿La conoces?
—Sí... es una amiga. —Reafirmó, aunque con algo de duda. ¿Lo era? —Sé que aún quedan veinte minutos pero, ¿puedes cubrirme?
La pelirroja asintió sin problema.—Adelante, ni siquiera hay tanta gente.
—Gracias, unnie. —La mayor le sonrió y ella le devolvió el gesto naturalmente antes de irse hasta la mesa que era ocupada por la menor. — ¿Rosé?
La chica se volteó tan rápido como oyó su nombre. Jisoo le sonrió a modo de saludo antes de tomar asiento a su lado, si iban a hablar lo mínimo que necesitaban eran estar cómodas.
—Siento haber venido a molestar a tu trabajo, de verdad quería hablar contigo y ayer no pude porque... —La expresión de Roseanne se veía cada vez más avergonzada a medida que hablaba, lo cual era curioso teniendo en cuenta lo que había hecho por teléfono hace unos días.
A Jisoo le hubiera causado ternura, de no ser por que se sentía algo molesta.
—¿Porque estaba SeulGi? —Se atrevió a terminar por Rosé.
La mirada que le dio pretendía ser enojada, pero Jisoo no se la pudo tomar en serio cuando se veía tan tierna.
—Porque estaba Irene, no le debo explicaciones a SeulGi. —pero entonces su mirada se suavizó al recordar algo. —. En serio te molestó que estuviera con ella. ¿No?
Jisoo quiso que la tierra se la tragara y la escupiera en Colombia, no le importaba no saber nada del país, solo quería no tener que verle la cara a Rosé, ni a sus propias emociones.
Pero eso no iba a pasar, ella lo sabía. Así que tal vez no tenía más remedio, tal vez era hora de afrontar las cosas y hablarlas, después de todo, era una adulta y tenía que comportarse como tal.
—Sí, pero no porque sea SeulGi, si se hubiera tratado de una desconocida también me hubiera molestado.
Roseanne se quedó paralizada por un momento, ella había esperado que Jisoo fuera honesta pero no tanto ni mucho menos tan rápido. ¿Es que ella era la única que decía las cosas de a poco?
Era curioso, ella le había dicho en un principio sobre lo suyo con SeulGi solo porque quería ver si se enojaba o no con su amiga para después decírselo a la coreana; si no se enojaba por ella quería decir que no se enojaría por saber que a SeulGi le gustaba Irene. Pero le pasó esa cosa rara de excitarse por pensar en una Jisoo celosa y acabó masturbándose sin molestarse en colgar la llamada.
Y aunque Jisoo le siguió el juego, no contaba con que al momento de hablar se decidiera por ser tan directa.
—Creo que deberías hablar con Irene unnie. —Dijo antes de ponerse de pie y marcharse.A Jisoo la tomó por sorpresa, pero solo le tomó un segundo reaccionar e ir tras ella.
—¡Roseanne! —Por suerte, la chica se detuvo tan solo oírla. —¿Puedes decirme que rayos te pasa? Me llamas para hablar pero ni bien te digo las cosas huyes.
La menor se volteó volviendo a quedar frente a la azabache. No sabía por qué, pero algo le decía que hablar era una mala idea, tal vez tenía miedo de decir algo de lo que no pudiera volver atrás. ¿Pero qué? ¿Tenía algo que perder acaso? Jisoo ni siquiera era suya, nunca lo fue.
—¿Sabes lo injusto que es para mí, unnie? —Dio dos pasos al frente, cortando la distancia que había entre ellas. —Yo nunca te busqué por curiosidad, no fui a un bar gay a conocer una chica para averiguar si me gustaba o no. Y.. ¡y tú nunca pensaste en eso! —soltó en un tono más alto que antes, sintiéndose molesta pero también con ganas de llorar— ¡Tú sola asumiste que no tenía sentimientos por ti pero...!
Rosé hubiera seguido gritando todo aquello que llevaba acumulando de no ser porque los labios de Jisoo dieron con los suyos, obligándola a callarla. Su lado racional le había dicho que debía empujar a la mayor y enojarse más de lo que ya estaba, pero antes de considerar otras opciónes sus ojos se habían cerrado y ella solo se dispuso a corresponder al beso que le estaba dando la más bajita.
—Tienes razón. —Dijo Jisoo apenas se separó de sus labios, sus manos seguían aferradas a la remera de la menor, como si temiera que saliera corriendo otra vez. —Fui egoísta y lo siento.
—¿Por qué haces esto, unnie? —Sus ojos seguían cerrados, sentía que de abrirlos acabaría llorando. —Tú solo debes aceptarme o rechazarme, pero no me dejes en el medio.
—Hablaré con Irene... Tal vez deberíamos hacerlo las dos juntas.
Rosé asintió, quería agregar que la presencia de SeulGi también era necesaria, pero no quería meter en problemas a sus mayores.
Jisoo la abrazó con fuerza y Rosé le respondió de la misma forma, aún obligándose a retener el llanto que tanto quería salir.
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Gaydar. ˚₊· ͟͟͞͞➳ Chaesoo | Jenlisa
FanfictionLisa insistía que Jennie no era heterosexual, pues su radar gay sonaba cada vez que la veía. Rosé intentaba convencerla de que estaba equivocada, pero su instinto también le estaba diciendo algo sobre la sexualidad de otra azabache chica. ¿El gaydar...