LouisEstamos todos en la mesa. Cielo frente Alonso, Celeste frente a su padre y Ángel frente a mí. No podía dejar de mirar a Ángel, él solo juega con su comida. Lo conozco, está a punto de estallar. La simple presencia de su padre conseguirá que lo haga.
Por años fue a psicólogos, ellos lo ayudaron a controlar sus emociones a no explotar, por cualquier cosa. Pero no sé si continúa yendo; no sé qué tanto pueda soportar, pero lo único que tengo claro es que su padre siempre ha sido un detonante.
—Y Dime Louis ¿Como te va en la escuela? —dice Alonso, sacándome de mis pensamientos —Recuerdo que tú y mi sobrina hacían competencias para ver bien que sacaba mejores calificaciones.
—Si, ya no lo hacemos —Le respondo mirando a mi mejor amiga unos segundos —Me está yendo muy bien.
Ella sonríe con levedad a notar mi mirada. Desde que nos conocemos, nos hemo motivado para dar el cien por ciento en cada clase que hemos tomado. Recuerdo como nos reuníamos solo para comparar nuestras calificaciones y el que haya conseguido mejores calificaciones podría escoger optativas del otro. Gracias a ella tuve que estar en fotografía, teatro, diseño grafico, historia del arte, danza y aprendí italiano, alemán y mandarín. Cosas que nunca había experimentado sino fuera por ella. A Celeste le obligué a estar en carpintería, piano, coro, periódico escolar, gastronomía, nutrición y aprendió coreano, francés y latín. Creo que ambos fuimos beneficiado durante esa época. Pero hace dos años que no hacemos aquello.
La verdad que nuestra vida en la escuela se había visto distanciada por nuestros intereses. Queremos estudiar dos carreras totalmente diferentes. Ella literatura y yo medicina.
—Y a ti Ángel ¿Cómo te va?—pregunta Alonso.
Esas palabras hacen que vuelva a posar mis ojos sobre Ángel.
—Como siempre —comenta Ángel con su mirada en él plato.
—Si es como siempre, entonces mal —Ríes con levedad— ¿Por qué no copias el buen ejemplo de Louis o de Celeste?
Dime que no dijo eso.
—¿Qué? —dice Ángel, levantando la mirada por primera vez en toda la cena.
—Louis siempre ha sido inteligente, aplicado y responsable, después de pasar tanto tiempo con él ¿No puedes aprender algo bueno de él?
Ángel se levanta de golpe de la mesa al escuchar las palabras de su padre.
—Ahora te quieres preocupar ¿por mis calificaciones? ¿por cómo debo de ser? —dice Ángel mirando directamente a su padre. Puedo detectar la ira en sus ojos—Si supieras, aunque sea un poco de mí, sabrías al menos que no me hablo con Louis, hace mucho tiempo.
Ángel toma su copa y la contrae en el suelo, esta se rompe en pedazos.
—Ángel —habla Cielo, pero él no espera respuesta y se retira con mucha furia del comedor, detrás de él va Celeste.
Todos nos quedamos mirando por donde han salido Ángel y Celeste. Sé solo una cosa, debo irme, es mi momento.
—Cero que es tarde —aclaro mi garganta—. Gracias por la cena.
—Siempre Louis —expresa Cielo. Ella se disculpa con la mirada, pero no debe hacerlo. Conozco a Ángel, esta es la unica forma que acabaría esta cena.
—¿Quieres que te lleve? —pregunta Fernando. Se coloca de pie.
—No gracias, alguien viene por mí.
Eso no era cierto. Solo quiero irme rápido de aquí. Me siento algo impotente, no sé por qué.
Pero cuando por fin estoy fuera de la casa, tomo aire y lo suelto, varias veces. No quiero llamar a mi mamá, no tengo ganas de explicarle todo esto a ella, así que con dudas tomo mi celular y llamo...
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No eres mi amigo #1
Novela JuvenilLouis Harris y Ángel Andersom fueron amigos por más de diez años, para ellos su amistad era verdadera, pero por situaciones que les presentó la vida y por tomar malas decisiones, su amistad llegó a su fin. La pregunta es: ¿Su amistad realmente era...