║8 ║ No seas malo Ángel

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Louis

Por alguna razón, hoy me he levantado de muy buen humor. Al entrar a la cocina, encuentro a mi madre, haciendo el desayuno, así que me acerco a darle un gran abrazo por detrás.

—¿Cómo está la mejor Mamá del mundo? —Grito, creo que me escucho en toda la casa. 

—¿La mejor? —dice ella al separarnos del abrazo.

—Sí ¿No lo sabías? —Me sirvo un poco de jugo.

—Si, es que a veces se me olvida —Los dos reímos —¿Y El mejor hijo del mundo?

—Super feliz, sabes ¿Por qué mamá? Porque la vida es maravillosa —comento mientras me sirvo un poco de todo.

—Eso es cierto —dice ella riéndose —Pero ¿Qué o quién provoca esa felicidad? —pregunta ella sonriendo —Si se puede saber.

—Y tiene que ser ¿algo o alguien? ¿Qué lo provoca? ¿No puedo estar simplemente feliz? —digo fingiendo indignación.

—Yo nada más decía.

Después de desayunar como no lo había hecho en mucho tiempo, me puse en marcha hacia la escuela. Mi madre se quedó atónita al verme comer de aquella forma. Ni yo entendía la razón de la felicidad y la paz que siento. 

Una chica, te invito a salir.

¿Qué? No es por eso. 

Tú corazón dice que sí.

Llevo mis manos a mi pecho al notar que mi corazón amenaza por salir de mi pecho. Lo cual me desconcierta, debo calmarme, no puedo hacerme ilusiones, no tan rápido.

Me paro en seco al entrar a la biblioteca y encontrarme con Ángel, lo puedo ver sentando en la mesa donde suelo colocarme ¿Qué hace él aquí? Esto no me gusta. Peleo conmigo mismo, entre acercarme o salir de aquí. Sé que no suele visitar la biblioteca, aunque le gusta la lectura tanto como a mi o más, es una de las cosas que solo se guarda para él. Por eso sé, que, si ha venido es porque quería encontrarse conmigo. No tengo pruebas, pero tampoco me faltan.

Decido avanzar hacia él, pero no me siento en la misma mesa, donde él se encuentra, sino que me siento en la mesa que está justo a su lado.

Él está sumergido en su celular.

Mi celular vibra avisándome que he recibido un mensaje. Sé que ha sido él, así que lo saco y busco en mi whatsaap.

Tu papá está en la ciudad.

Eso me toma por sorpresa. Esto no puede ser cierto.

¿Cómo lo sabes?

Le pregunto y al instante, me responde.

Me ha escrito, tiene planes de ir a tu casa en la tarde. Deberías no estar ahí, sé que tu mamá llega tarde hoy, así que no se lo topará.

Me sorprende que haya traicionado la confianza de mi padre para decirme.

¿Ahora lo traicionas a él también?

Al enviar, ese mensaje, mi vista viaja hasta él. Lo veo blanquear los ojos cuando lee mi mensaje. Se levanta de la silla ¿No me va a responder?

—¿Por qué haces esto? —digo mirando, como arregla su camisa.

Él ignora mi pregunta y pasa por mi lado, sin ni siquiera mirarme.

 ¿Se irá?

—Cualquiera diría que te importo —Mis palabras lo hacen detenerse.

No eres mi amigo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora