Ash's POV
9:25am
Había solo dos razones por las que había tomado el electivo de artes en lugar del de música y ninguna de ellas tenía nada que ver con el hecho de seguir mis sueños artísticos. La primera era que el salón de artes estaba mucho más cerca de mi dormitorio y la segunda era que me daba acceso a algunos de los materiales con los que construía los utensilios con los que llevaba a cabo mis planes. Siempre podía robar un poco de todo sin que nadie se diera cuenta.
—Hoy comenzamos con una nueva unidad: arcilla —dijo el maestro Ibe con los ojos brillantes de ilusión— escojan a un compañero y busquen los materiales en el estante.Los demás comenzaron a moverse. En momentos como ese, mi táctica era quedarme sentado y esperar a que las parejas se formaran por si mismas. Si tenía suerte, hasta podía quedarme trabajando solo. Sin embargo, parecía que los planes de Ibe ese día eran diferentes.
—¿Ash, puedes venir aquí un segundo? —me llamó desde su escritorio utilizando el apodo con el que todos ahí me conocían.Resoplé antes de ponerme de pie y cuando estuve junto a él, con las manos en los bolsillos, me sonrió como si le cayera bien.
—¿Cómo estás?
—Tan bien como puede estarlo alguien en este lugar, pero supongo que no me hiciste venir solo por eso
—Muy observador —contestó asintiendo con la cabeza, luego apuntó con el dedo detrás de mí— ¿ves a ese chico de ahí?Me giré. A menos que alguien fuera ciego, aquella estúpida pregunta no tenía ningún sentido; por supuesto que lo veía. Sentado en la primera fila un extranjero de cabello negro y ojos café jugueteaba con sus propios dedos mientras esperaba a que todos los demás sacaran los materiales del estante.
—¿Qué pasa con él?
—¿Podrían trabajar juntos por hoy? Eiji acaba de llegar y aún no conoce a nadieEntrecerré los ojos al escuchar ese nombre otra vez.
—Max te pidió que me convencieras de ser el perro guardián del crío
—Claro que no, después de que termine la clase ustedes seguirán sus caminos y no tendrán que toparse nunca más —dijo mientras deslizaba por la mesa una bolsa de plástico con arcilla— de todos modos, necesitas un compañero.De mala gana, tomé el paquete que me ofrecía y empecé a caminar hacia el nuevo. Su ojos se abrieron de par en par cuando llegué a su lado, no sé si por emoción o miedo: eran oscuros, enormes y más dulces que los de cualquiera que hubiera visto en ese lugar.
—H-hola —dijo apenas me dejé caer en el puesto vacío a su lado— me llamo Eiji
—Ya sé cómo te llamas— respondí luego de dejar la bolsa de arcilla en la mesa de un golpe— no dejan de hablarme de ti y ya estoy harto. Terminemos con el estúpido trabajo de una vezEiji bajó la mirada hasta sus manos temblorosas que abrían la bolsa con torpeza. Trabajó en silencio y con los puños de la camisa arremangados hasta los codos y no volvió a mirarme. Mejor así, pensé mientras me recargaba en el respaldo de la silla: de esa forma podía concentrarme en planear un escape, uno que esta vez sí saliera bien.
En el pizarrón, Ibe escribía las instrucciones de la clase y nos mostraba cómo dar forma a la arcilla desde su escritorio, después de eso siempre nos dejaba en libertad para que hiciéramos lo que quisiéramos con el resto de la hora de clases, para que que dejáramos volar nuestra imaginación, o algo así. Esta vez nos tocaba hacer bustos: esas estatuillas horribles de las cabezas de personas mucho más importantes de lo que cualquiera de nosotros llegaría a ser.
-Voy al baño -dije en voz alta para que el chico sentado a mi lado e Ibe me escucharan. Eiji asintió sin decir una palabra, Ibe negó con la cabeza a sabiendas de que la poca autoridad que tenían los profesores en ese lugar apenas era suficiente como para que los alumnos no les hicieran daño. La realidad era que prohibirnos salir de la sala estaba más allá de sus límites.Todo el mundo en Brighton sabía que las idas al baño durante clases eran solo una excusa para saltarnos las clases hasta que alguno de los guardias nos encontraba y nos llevaba de vuelta. Aquello era pan de cada día para todos, excepto para mí; yo tenía un plan. Con diez minutos bastaba para hacer lo que tenía que hacer: iría hasta la parte trasera de la cafetería, tomaría mis herramientas que guardaba de los ojos de las autoridades y les buscaría un nuevo escondite. Las cambiaba de posición después de cada intento de fuga con tal de que no las fueran a encontrar. Puedo sonar como un paranoico, pero me había funcionado hasta ahora, incluso con las constantes inspecciones del equipo de seguridad. Nadie había logrado dar con su paradero.
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Academia Brighton (Banana fish)
FanficAsh solo quiere escapar del reformatorio en el que su tutor lo encerró, Eiji solo quiere escapar del pasado que dejó atrás. Sus caminos se cruzarán en la Academia Brighton. Fanfic AshxEiji con todo mi amor para ustedes c: