Bacio scarlatto (Alucard y tú)

Capitulo 3: Los Belmont y el reino Caien

Un fuerte estruendo distrajo al ser mitad vampiro y a la chica misteriosa, Alucard la jaló hacia el, se movieron con sinergia, Hanzel respondió a ataque con solo usar su mano, un cristal rojizo hizo el rebote del mismo.

-. Para ser una simple humana eres bastante fuerte, ¿No crees?-le habló Trevor sujetando su muñeca con el látigo 

Hanzel maldijo en voz baja, miró de reojo a Alucard.

-. Estoy de acuerdo con el.-confesó el joven

-. Creo que todos esperamos una explicación-añadió Sypha-. Tu deberías estar casi muerta o con la piel chamuscada como mínimo.-escucharon un rugido

-. Si venzo a todas estas bestias tendré derecho a guardar silencio en lo que a mi me compete.-negoció Hanzel-. Si usan lo mínimo de su ayuda...-ella miró a Trevor que aún no alejaba el látigo de ella-. Lo diré todo, sin excepción alguna.

-¿Y crees que te lo permitiré?-ladeo una ceja Belmont-. No estoy acostumbrado a meterme con señoritas pero la verdad, es que tengo ganas de darle una buena patada en el trasero a todo el reino Caien, ¿Por que no empezar con princesita?

-¡Belmont!-le advirtió Sypha

-. Reina...-resopló Alucard corrigiéndolo por enésima vez

De nuevo, otro estruendo.

-. Reina o lo que sea...-inquirió Trevor

-. Yo creo que...-intentó apaciguar las cosas Sypha

-. Estoy muy enfadado con esa familia y con, ¡La iglesia!-exclamó Trevor 

La rubia no quitó la vista de Trevor, entonces con una impresionante fuerza atrajo a Belmont hacia ella.

-¿Y entonces, que esperas, Belmont?-le susurró cerca de la cara al hombre

--¡Oigan, ya..!-Sypha se quedo mirando de hito en hito 

Pasó en menos de un segundo, ¿Fue una patada? ¿Acaso se teletransportó? Trevor había sido golpeado brutalmente hacia la cabeza.

-¡Hija de...!-se quejó entre dientes Trevor

-¡Ya basta!-escuchó a su espalda Hanzel-. A el no tengo motivos para matarlo pero a ti si.

Ella miró a Sypha sobre su hombro.

-¿Ah si? ¿Cuales?-Hanzel se levantó y posó una pierna sobre el pecho de Trevor

-. Que nos quieres asesinar es uno-apuntó Sypha

Hanzel levantó su pierna del pecho de Trevor cuando una bestia cayó a sus pies.
Los tres espectaron como cayó una pila de cadáveres de las ordas nocturnas de Dracula.

-¿Que diablos..?-musitó Hanzel

-. Dijiste que si te ayudábamos como mínimo, nos dirías todo.-ironizó Alucard-. Quizá a ellos no les interese del todo tu origen, pero a mi si.

-. Me empezabas a agradar, Alucard-espetó Trevor

-. No lo hago por las razones que pienses, Belmont-escupió casi el apellido de Trevor

Hanzel miró a Belmont, inahló resignada y se acercó a el, Sypha al instante se puso en guardia.

-. Tranquila, no matare a tu novio.-resongó Hanzel

-¡No es mi novio!-apuntó Sypha

Hanzel se limitó a ignorarla, se acercó a las heridas de Trevor creadas por ella, ni si quiera lo tocó y una esfera de luz le rodeó el área donde se había lastimado, Trevor quedó anonadado, sintió como una brisa cálida le hubiese tocado el cuerpo, Alucard vió como la esfera desapareció volviendose en polvo y rodeando el brazo de Trevo, así mismo Trevor se llevó la mano al pecho, donde Hanzel lo había pisado.

-¿Que es eso?-preguntó Sypha-¿Acaso eres...?

Hanzel ayudó a levantar a Trevor, ella se miró la mano sopesando lo que respondería.

-. Gracias, pero sigues sin agradarme ni un poco.-la señaló con el índice Trevor

Hanzel lo miró de forma divertida.

-. No esperaba agradarte-respondió, ella miró a Alucard-. Será mejor que hable pero lejos de aquí.

Alucard asintió, los 4 miraron la luna y vieron cruzar a una de las bestias herida y volando en dirección al castillo de Dracula.