Oscuridad.
Era su primer recuerdo de aquella fatídica noche en el reino Caien.
Los pasos apresurados de todos los guardias hizo que Hanzel cobrará la conciencia.-¿Nafian?-musitó mientras comenzaba a despertarse
Su sirvienta personal, estaba parada, dándole la espalda.
-¿Nafian, pasa algo?-añadió
Hanzel tuvo un mal presentimiento.
El detonador de sangre había despertado.
Hanzel abrió los ojos de golpe, el canto de las aves y el rocío del amanecer le daban los buenos días. «Solo había sido una pesadilla» se dijo, tratando de calmar su respiración. A pesar de que aún el sol no estaba en su crepúsculo, supo que pronto ya tendrían los rayos del mismo golpeandoles la cara.
Frente a ella, del lado en el que estaba recostada, pudo notar a Alucard, aún no confesaba todo, pero tampoco es que ella estuviese tan segura de lo que había vivido. Tenía el tiempo pisandole los talones y no podía cumplir con el mismo motivo que buscaban aquellos 3.
Observo el rostro relajado del joven vampiro, al mismo tiempo, tenía ligeramente tenso el entrecejo, no pudo evitar mirarle los labios entre abiertos, dónde asomaban apenas sus colmillos. Por mero impulso, Hanzel acercó su mano hasta la boca de Alucard, el se movió apenas, ella dió un respingo y alejo al instante la mano. «Carajo, controlate, Hanzel» se dijo.
Se reincorporo y miro a su al rededor, Trevor y Sypha dormían a pierna suelta, incluso el ronquido de Trevor podría servir de despertador. Hanzel hizo apenas una mueca al saber que le tocaría el desayuno por ser la primera en levantarse. Sopeso la idea unos segundos y finalmente se levantó.
«Traere buena caza, no sin antes darme un buen baño» pensó, tomo su arco y algunas flechas de la carreta, las miro y quiso dejarlas, con la magia no era necesario aunque aún no estaba del todo lista para manejar tal don, ni si quiera sabía de dónde provenía, jamás había tomado clases o desarrollarlo como Sypha.
-. Estas demente, Hanzel.-se susurro y sujetó con fuerza las flechas convenciendose de que era mejor así.
Se alejó del campamento, a paso rápido, paso entre las secuoyas, arbustos e incluso entre algunas telarañas.
-. Me escuchar un río anoche...-mascullo mientras se abría paso entre las ramas-. Podría bañarme y de paso pescar algo...-se quedó muda al ver el dichoso rio frente a ella-¡Bingo!
Cuál niña pequeña, se acercó corriendo, el agua estaba cristalina y se notaba cierta profundidad del mismo pero nada que temer, lo que le costó ver fue el desayuno, pero prefería darse una ducha rápida a seguir apestando a heno.
-. Joder, está helada...-titiriteó mientras metía un pie
La rubia miro con recelo sobre su hombro, dejo pasar unos segundos y se despojo de su ropa, entró lentamente al río, comenzó con hecharse un poco de agua por los brazos y el pecho, iba a tomarlo con calma cuando escuchó como crujió una rama.
Hanzel se giro al instante y se metió en el agua, el sonido de la corriente debajo del río le impedía escuchar mejor a quien había irrumpido en su baño, saco con cautela la mitad de su cara y se acercó hasta su arco y la flecha. «Quiza haya Sido solo un ciervo» pensó
El agua le llegaba hasta la cintura así que bajo el arma soltando un largo suspiro.
-. Creo que me estoy sugestionando.-dijo
Hanzel siguió con lo suyo, pero en todo momento se sintió insegura incluso, peculiarmente... Vigilada. Dió la espalda mejor, y se mantuvo cerca de la orilla por sus armas.
Una bruma comenzó alzarse a los pies de los árboles, Hanzel ya estaba por salir cuando escuchó pasos rápidos.
-¿¡Quien anda ahí?!-exclamó sujetando con fuerza el arco y apuntando con la flecha
Pero entonces antes de añadir algo más, vio una escena que ella llamaría única. Alucard perseguía a un Oso, el animal parecía indiferente hasta que el ser mitad humano y mitad vampiro se acercó para atacarle. El oso rugió y se puso a dos patas para vencer a Alucard, pero este lo sujetó del cuello y con una fuerza incomparable lo derribó, seguido de ello entre el quejido y la conmoción del animal, la flecha se le escapó a Hanzel al mismo tiempo que Alucard le había mordido el cuello. Estaba bebiendo su sangre y la flecha quedó clavada justo en el pecho del oso.
Alucard volvió la vista hacia Hanzel, la cual lo miraba de hito en hito, pero en ese momento, sus ojos eran carmesí, era una mirada que envolvía a Hanzel. Tarde se dió cuenta que ella aún no se vestía y que seguía en el río.
-¿¡Q-q-q-que miras?!-bramó la rubia con las mejillas rojas
Se cubrió y se volteó dándole la espalda a Alucard, ella irónicamente sintió el cuerpo dormido pero el corazón alterado, escucho como algo calló en seco, seguido de ello las pisadas de Alucard.
-¿Alucard? ¿Podrías avisar cuando te va...?-ella iba a mirar sobre su hombro cuando se percató de que Alucard ya estaba detrás de ella
Esa mirada llena de deseo y que resplandecía, ahí, se vio reflejada Hanzel. Desnuda, con la piel helada y temblando de frío, vulnerable y quizá confundida, eso, era lo último que quería Alucard en ese momento. Sentir deseo por ella. Pero lo que no sabría distinguir era si era por la sangre de aquella mujer o por el mero impulso de hacerla suya, «¿Así se manejaban los mortales? ¿Eso fue lo que sintió su padre cuando conoció mejor a su madre?»
-¿Que demonios haces?-cuestionó a la defensiva Hanzel
-. Si no te molesta, pienso lavarme-espetó Alucard-¿Que? ¿Crees que quiero ir por el camino oliendo a sangre de animal?
Hanzel se sonrojo aún más cuando Alucard se despojo de su camisa, logro notar una gran cicatriz que le atravesaba el pecho y el abdomen en diagonal.
-. No tengo preferencia alguna-respondió la chica volteandose
Escucho como el entro de una sola a diferencia de ella.
-¿Vas a demorar mucho?-añadió Alucard
Una parte de Hanzel sopeso la idea de quedarse un momento más, pero la otra sabía que Alucard no era el en ese momento, en ese instante, el joven detrás de ella estaba aún con los impulsos de un vampiro, los impulsos de su padre quizá.
-. N-no, ya iba a salir.-contestó Hanzel-. Iba a cazar algo para el desayuno.
Fue entonces que antes de que se impulsará sintió como los brazos de Alucard la atraían hacia el. Su espalda pego con el pecho del chico y sintió su aliento en su oreja.
-¿Alucard?-musitó Hanzel
-. Quédate quieta-ordenó seriamente Alucard
De repente el agua pareció 2 veces más caliente y las manos se le resbalaron, ¿La iba a morder? De ninguna manera, Alucard observaba directamente algo dentro de todas las secuoyas, estaba con recelo e incluso parecía que quería protegerla más a ella que el mismo.
-¿Que hay ahí?-susurró Hanzel tratando de mantener la compostura
-. Algo que te ha estado buscando al parecer-respondió en el mismo tono-. Estoy tratando de cubrir tu aroma con el mío.
Hanzel miro a Alucard el le devolvió la mirada y se percataron de la poca distancia y de la postura en la que estaban. El debió alejarse, pero no lo hizo.
Sus ojos se consumieron en los del otro y la idea de besarse también cruzo por su cabeza, quizá, no iba a ser una idea después de todo...
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Bacio scarlatto (Alucard y tú)
VampireEste fanfic está basado en la serie de Netflix Castlevania; habrán ciertas cosas que cambiaré, pero obvio todo es a beneficio de los personajes. Espero que os guste.