33. ¿Lo que pasa en el ascensor se queda en el ascensor?

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33. ¿Lo que pasa en el ascensor se queda en el ascensor?

Katherine y Tania me tenían harta.

La tensión entre ellas, en lugar de mejorar luego del incidente con Jade, había empeorado. Antes era sólo un juego de ida: Tania siendo Tania y molestando de vez en cuando.

Pero ahora Katherine también se había metido en el "tira y afloja" y no sólo le respondía las provocaciones, sino que también la molestaba cada vez que se le daba la oportunidad.

No debió de haberme sorprendido cuando, unas semanas después, Tania abandonó el chat del equipo de lacrosse.

—Puta madre.

Miré la pantalla del teléfono con exasperación y escribí un mensaje rápido antes de guardarlo de regreso al bolsillo de mi pantalón. Me encontraba peligrosamente cerca de las puertas del tren y no quería que me robaran cuando se abrieran.

Estaba llegando tarde al entrenamiento.

¿Ahora qué mierda pasó?

Katherine está escribiendo...

Se ofendió.

?????

No te preocupes. Volverá.

—Ni ti priquipis —resoplé y enganché mi brazo alrededor del stick.

Llegué un poco tarde, pero por suerte la entrenadora no se encontraba cerca aún. Cuando conseguí cambiarme y dejar mis cosas en las gradas, las chicas ya estaban haciéndose pases.

El invierno estaba llegando y con él se acababan los días de sol. El viento soplaba fuerte en la tarde y cerca del río. El cielo se estaba tornando anaranjado y una bandada de urracas volaba sobre la cancha formando una V.

Katherine reía a un par de metros mientras corría con Jade. Los dos sostenían un stick de mujer cada uno mientras intentaban quitarse una pelota. Ella golpeó la canasta de él y la pelota rebotó. La atrapó antes de que cayera al suelo e intentó alejarse.

Corrí directo hacia ellos. Kath gritó sorprendida e intentó devolverle la pelota a Jade, pero la atrapé en el aire. En lugar de salir corriendo, me detuve. Los dos notaron que yo no había ido con intención de jugar y ralentizaron su paso hasta acercarse.

Tomé la pelota de mi canasta con la mano.

—¿Qué ha sucedido con Tania? ¿Por qué no está aquí? —les pregunté.

—Oh, ella estaba aquí —Katherine acomodó su trenza cosida sobre el hombro y señaló la salida de la cancha con su canasta—. Se fue hace unos minutos.

—¿Qué le has hecho? —miré a Jade furiosa—. ¿Qué le han hecho?

Jade levantó las manos alarmado e intentó enseñarme una de sus medias sonrisas para calmarme, pero no funcionó.

—Esta vez yo no he tenido nada que ver.

—¿Cómo que no has tenido nada que ver? —Katherine le entrecerró los ojos y negó—. La pelea ha comenzado por tu culpa.

El muchacho separó los labios con indignación.

—Está comenzando a molestarme que me usen de excusa para sus discusiones homoeróticas.

Katherine abrió la boca para decir algo, pero no supo qué.

—¿No pueden quedarse tranquilas por dos putas semanas? —les pregunté—. O cogen, o se matan, pero ya estoy harta de que hagan esto todo el tiempo.

¿Escuchas Girl in Red? | YA EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora