OWNLESS〰kaz brekker

🦢━━━━𝔱𝔥𝔢 𝔢𝔫𝔡 𝔬𝔣 𝔱𝔥𝔢 𝔟𝔢𝔤𝔤𝔦𝔫𝔦𝔫𝔤

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XIV

» 𝔦𝔱 𝔬𝔫𝔩𝔶 𝔧𝔲𝔰𝔱 𝔟𝔢𝔤𝔲𝔫«

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   𝔐i cabeza daba vueltas, estaba mareada. Me levanté y abrí los ojos alerta.

Encontré un paisaje conocido, pastizales altos y una zona vasta de valles y colinas poco pronunciadas.

—Despertaste...

—Sí... ¿Qué pasó?— Tomé las pocas armas que al parecer los chicos me habían recuperado, unas siete flechas, tres cuchillas y la pistola cargada con suficientes balas.

—No mucho, te desmayaste... Jesper te cargó con ayuda del chico— dijo con desdén hacia Mal, le asentí en agradecimiento.

—Jamás habíamos conocido a una santa— dijo Inej. Miré a Alina que ya estaba despierta también.

—Pues yo nunca había sido una— Inej tomó su mano.

—Estés dónde estés, lo que sea que necesites, estaremos para tí, nuestras manos son tuyas...

—Creo que me gustan sus manos, con dagas y arcos en ellas...— sonreí satisfecha. —No pude tomar la tuya, pero tomen la mía como regalo. No es mucho pero las salvará de unos cuántos— Me pasó la daga y yo se la dí a Inej.

—Tú le darás un mejor uso.

—Creo que ya se que nombre le daré— Inej sonrió, emocionada como muy pocas veces.

Kaz me observó. Recordé mi herida. Intenté sacarme el trapo que me cubría. Pero su bastón me detuvo.

—La marca ya no está... pero tu piel...

—¿Qué hiciste?—

—Yo no te hice nada... creo que fuiste tú misma, tu cuerpo reaccionó ante el dolor... y la garra de metal.

—Primer paso para un buen plan... un cambio de ropa... me ha funcionado— dijo Jesper, a lo que le entregaba una bolsa a Mal.

—Entonces ¿Seguirán intentando secuestrarme?

—Claro que no...

—¿Ahora eres religioso?— dijo Kaz al moreno. Me paré con dificultad, cerrando mi abrigo por el frío y tomé el cambio de ropa que Inej me extendía.

—No sólo... estoy exhausto, además sería desconsiderado secuestrar a alguien que te salvó la vida—

—En eso estoy de acuerdo— palmeé el hombro de Jes y bajé tranquila la pequeña colina a donde habían algunos arbustos para cambiarme.

Regresé algo traumada por el gran pedazo de carne expuesta y ya "curada" de mi piel.

Inej se acercó a mí.

—Alina le dio un collar del Palacio a Kaz— dijo emocionada, la miré confusa. 

—Inej...

—Lo sé— Alina y Mal se acercaron, también cambiados. La chica lanzó el vestido que había llevado.

—No esperaba que se quemara... pero al final se puede destruir— dijo en doble sentido.—Igual que él...

 —Conozco esa mirada. La intimidación de tu nuevo rival...

—Estamos peor que antes, Mal. Kirigan se volvió contra su gente.