OWNLESS〰kaz brekker

🪞 ━━━━𝔩𝔬𝔶𝔞𝔩𝔱𝔶

⚜

»𝔦 𝔟𝔢𝔩𝔦𝔢𝔳𝔢 𝔦𝔱 𝔦𝔰 𝔱𝔦𝔪𝔢 𝔱𝔬 𝔤𝔬«

⚜

   —¿𝔔ué fue eso?¿Quieres decirme?— preguntó furiosa Inej, habíamos vuelto al Club Cuervo en silencio, hasta que mi compañera no aguantó más.

—Sé más específica.

—Era diferente si teníamos una semana para saber cruzar ¿Pero hasta el amanecer? Debemos decir que no—

—No— dijimos Kaz y yo a la vez. No tenía sentido negarnos, no tenía sentido no intentar, en serio ansiaba mi libertad.

—¿No qué?

—No nos retractaremos.

—¡No podemos ir!

—¿No?

—Nosotras no podemos ir— dijo levantando su manga. Era cierto, aun pertenecíamos a Tante y ella nos tenía ciertas prohibiciones, como no salir de Ketterdam, sin permiso.

—Lo harán. Tengo un plan.

—Es mentira.

—Inej...

—Te conozco. Sé que estás tratando de entender y no sabes cómo hacer el trabajo— Kaz la miraba severo. Me crucé de brazos, apoyada en la cómoda del rincón.

—Nos quedan seis horas, y ahora mismo, no ayudas.

—Quizá encuentres cómo cruzar, pero no resuelve este problema nuestro— dijo echándome un vistazo.

—Si no puedo, no irá nadie.

—¿Y si puedes?

—¡Entonces te quedarás!

—Quizá no esté cuando vuelvas... Quizá no esté ninguna de las dos— Inej se fue furiosa, mientras Kaz se rendía con ella.

—Iré a cualquier parte, mientras no me dejes atrás— dije sin mirarlo.

—Lo sé... Pero también la necesitamos ¡Inej!— Pero la morena se había ido. —Ayúdame a encontrar cómo cruzar, Svane— asentí. Salí de la habitación, cargué mi carcaj y bajé a la cantina.

. . .

Volví a subir con noticias, quizá relevantes, quizá no. Pero me encontré con una escena que no me gustó.

Kaz era sostenido por un tipo de Pekka. mientras éste estaba frente a él.

"¿¡Cómo mierda entraron!?"

—Atrapa a la chica— dijo con desdén a otro tipo.

—¡No te atrevas a tocarla!— gritó Kaz, mientras se sacudía. Reaccioné a tiempo para sacar una flecha y posicionarla en dirección al cuello del tipo.

—Da un paso y desearás no haberme conocido, idiota.

—¿El Cisne Negro, verdad? Bonito nombre, para alguien de suma belleza, ya entiendo porqué estabas en la Casa de los Placeres— dijo Rollins. Su forma de hablar me desagradaba. Su falsedad me asqueaba.

—Estás lejos de casa...

—¿Sí?— dijo Pekka burlón. —Como tú más temprano cuando dormiste una grisha de La Orquídea, para hacer que tu chica se hiciera pasar por ella.