05

112 15 5
                                    

Yoongi

Estaba atónito de todo lo que Junnie me contaba, una chica tan pequeña y tan risueña pasó por un infierno de mierda por culpa de un niñito rencoroso. La ira me hervía, me comía vivo además de unas extrañas ganas de protegerla de todo mal.

— Junnie, durante todo el proceso del juicio, quédate aquí —suspiré—. Tengo una increíble necesidad de protegerte y entenderte.

— Sé que no eres como las demás te describen Yoongi, eres una persona muy buena pero desconfiada —dijo ella levantando su rostro.

— Supongo que sí, debes ir a un psicólogo Junnie. Es por tu bien —ells negó.

— No quiero ir, parece como si estuviera loca —sorbó su nariz.

— No te voy a obligar a hacer algo que no quieres. Solo sé que es mejor cuando hablas de eso con un profesional —ella me observó.

— Estabas estudiando psicología ¿Aún lo haces? —asentí—. Pues se mi psicólogo y ya.

— No estoy certificado para dar terapias aún —ella mordió sus uñas.

— No importa entonces, no te preocupes. No necesito un psicólogo —le miré.

— ¿Cuántas veces has tenido sexo o has tenido una relación después de eso? —ella permaneció viendo a un punto fijo.

— ¿Cero? —respondió insegura.

— ¿Me dices o preguntas? Es obvio que no has tenido algo en esos dos años. Tienes que pasar página —ella suspiró y las lágrimas volvieron a correr por su rostro.

— Me siento sucia Yoongi, nadie quiere tocar a una mujer sucia y corrompida —comenzó a llorar más fuerte.

— Dime, si tú fueras mi pareja y sabes que antes de tí tuve otras novias y tuvimos sexo ¿Te molestaría? —negó—. Pues ese chico que llegue a tí debe entender eso. No eres una mujer sucia solo por un hijo de puta que le pareció buena idea intentar violarte. Menos mal que no sucedió, pero no te tienes que preocupar.

— Pero no lo sé ¿Y si el chico intenta tocarme pero por mis traumas no puedo? —preguntó dudosa.

— Es por eso que debes ir a un psicólogo o psiquiatra —contesté tranquilo.

— A ver intenta tocarme —.

— ¿Qué? ¿Estás loca? Apenas hoy nos conocimos, no puedo tomarme esas anchas contigo —.

— Supongo que sí estoy loca, y es por ello que necesito un loquero —rió.

— Terminemos de cenar. Necesitas descansar —le propuse y ella solamente asintió mirando los adornos de la mesa de café.

Después de cenar, le mostré el baño de la habitación de invitados que ella ocuparía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de cenar, le mostré el baño de la habitación de invitados que ella ocuparía. La dejé sola para que se refrescara y fui a mi habitación a bañarme también.

— ¿Qué estoy haciendo? —suspiré.

Esto no era propio de mí, me preocupo por los demás pero aceptarlos en mí espacio personal y que no son los chicos, es demasiado. En el fondo ella es como yo, una persona que fue lastimada por la crueldad del mundo.

Unos toques en la puerta se escucharon.

— Yoongi ¿Puedo tener una relación sin besos y sin sexo? —sonreí por su vocecita detrás de la puerta.

— Te dije que no entraras a mí habitación —respondí suave.

— Solo quiero saber —.

— Supongo que no, si la otra persona te quiere y es paciente contigo, estará a tu lado hasta un punto —la escuché hacer un ruido en la garganta como signo de afirmación—. En las relaciones tiene que abundar el cariño, la comunicación y sobre todo roces, te sientes vivo cuando pasan.

— ¿Qué haré? Me quedaré soltera para siempre a este ritmo —sonreí.

— Ve a tu habitación a dormir, mañana hablaremos de todo mejor —sentí como torpemente se puso de pie y salió de la habitación sin medir su fuerza y se oyó el estruendo de la puerta.

¡Lo siento! —escuché como gritó.

A la mañana siguiente Junnie despertó temprano y me dió una sorpresa en la cocina, ya vestida de adolescente con unos jeans y una sudadera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A la mañana siguiente Junnie despertó temprano y me dió una sorpresa en la cocina, ya vestida de adolescente con unos jeans y una sudadera. La mesa estaba puesta con un desayuno que a primera instancia me pareció delicioso. Unas tostadas con mantequilla junto con jugo que al parecer había hecho.

— ¡Ah! Buenos días Suga —al notarme me saludó muy risueña.

— Yoongi, no estamos en el trabajo. Buenos días también —asintió.

— Perdón, y también por tu puerta anoche —se sentó en la silla frente a la mía y comenzó a desayunar despacio.

— ¿Te gusta el café? —negó.

— Soy más de té. El té negro es una delicia —le di la razón, estaba un poco incómodo, pero podía soportarlo.

Al terminar con el pedazo de tostada que tenía en la mano y bebiendo la mitad del jugo, me levanté de la mesa bajo su mirada intensa pero ir al baño y cepillar mis dientes. Al salir hacia la sala otra vez, por el pasillo de las habitaciones me la crucé iba a realizar la misma acción que hice. Le dije que la esperaba en la puerta.

— Las siete y media —dije observando mi reloj.

— ¡Perdón por la demora! —chilló.

Le dejé pasar para que se vaya adelantando y al parecer si entendió el mensaje. Cerré la puerta con llave y nos dirigimos al ascensor. En él una chica de un par de apartamentos del otro bloque del edificio también entró en la cabina con nosotros.

La chica en cuestión era atractiva, pero demasiado atrevida. Me guiño uno de sus ojos un par de veces, me sentí horriblemente incómodo y Junnie tomó el dobladillo de mí manga para que me hiciera atrás.

— ¡Oh! Unnie ¿Se te bugueó el ojo? —tuve que tomar mi labio para evitar soltar una carcajada.

— Que simpática tu hermanita oppa —dijo ella intentando acercarse.

— Ajá, pero también muerdo unnie —le gruñó.

La chica abrió las puertas al instante ya que estábamos en el primer piso y salió rápidamente irritada.

— Te veías incómodo hombre, defiéndete —como si pudiese.

— Llegaremos tarde, rápido —caminé delante de ella rápidamente y ella me siguió correteando.

¡Hey Niña! || MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora