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Yoongi al salir del baño de la habitación, escuchó que Chae andaba llorando desconsoladamente. Probablemente la castaña estaba dormida. Se acercó a la camilla donde supuestamente yacía su novia. Al asomarse en ella no encontró más que el frío de las sábanas donde ella estaba. Fue hasta donde su hija para cargarla y callar los llantos. Al levantarla se asustó por la mancha de sangre que había en la cuna de la pequeña. Se acercó y miró las sábanas, observó a su pequeña por si tenía algún tipo de herida.

Algo llamó su atención, y era que la mancha de sangre era de una forma específica, tenía forma de una "D" ¿Qué significaba eso? Comenzó a repasar en su mente mientras callaba el llanto de Chae.

— D... D... ¡Dae! —se congeló en el lugar—. Ese maldito escapó de la cárcel.

Fue a la mesita de la entrada de la habitación y notó que su celular estaba en una posición anormal a como recordaba haberlo dejado y su reloj inteligente no estaba. Una notificación en su teléfono lo alarmó y la abrió. Era una ubicación, estaba moviéndose la flecha hacia una dirección no establecida.

— Junnie... Debe ser ella —minimizó la aplicación y llamó al celular de su suegro.

¿Hijo? —preguntó confundido a través de la línea.

— Es Junnie, la raptó su ex loco —dijo desesperado.

¿Ex loco? —preguntó su suegro alarmado.

— Escuche, se que estuvo mal que Junnie no le dijera, pero la razón por la que comenzamos a vivir juntos es que su ex novio la acusó de cosas que no son, diciéndole groserías y maltratándola —.

»Un día Junnie por poco es violada por él, y el día que nos conocimos la salvé de casi ser violada otra vez. La animé para ir a un psicólogo y desde entonces estoy muy enamorado de ella, y el resto es historia. Pero por favor, ayúdeme a buscar a su hija y mi mujer«

Ya voy al hospital, tengo unos amigos cerca que me ayudarán —colgó el teléfono.

Una castaña amarraba un destornillador a su mano con el trapo que le habían puesto en la boca, hacía su arma efectiva para poder escapar de ese hijo de perra de una vez por todas

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Una castaña amarraba un destornillador a su mano con el trapo que le habían puesto en la boca, hacía su arma efectiva para poder escapar de ese hijo de perra de una vez por todas. El auto se detuvo y por un minúsculo hoyo vió a su alrededor. Estaba en las afueras de la cuidad, había la base de una antena allí y una caseta. Sintió como el auto perdió peso y un suspiro salió de afuera.

— Bien puta, ya hemos llegado —sintió las llaves abrir la cajuela, se colocó de una manera en que sus piernas pudieran darle alguna patada que lo noqueara.

Al abrir la tapa, sus pies se estiraron con fuerza e impactaron en su mandíbula haciéndolo caer al suelo. Rápidamente Junnie salió del pequeño espacio y descalza puso la gravilla bajo sus pies. Tomó una posición de combate, ya que Dae estaba maldiciendo y sacando una daga de su cinturón. Se acercó a ella con furia y Junnie logró esquivarlo. Cómo pudo levantó la pierna y le propinó un golpe en la nuca. Dae intento agarrarla de la muñeca y con la otra empuñar la daga en el hombro de la contraria. Pero se llevó una puñalada por parte del destornillador de Junnie en su vientre.

— Hija de perra —gruñó con rabia.

— Nunca debiste haberte metido conmigo, estúpido —dijo la castaña enderezándose.

— Voy a cortarle el cuello a tu hija y a ese viejo —Junnie se alarmó.

— Dae, fuiste tú quien me engañó, encima que tuviste sexo en nuestro apartamento, ¿quieres que vuelva contigo? Estás loco, demente —.

— Ya llegué, aquí tengo conmigo a mi amigo de la inteligencia nacional, él nos ayudará a dar con Junnie —decía el padre de Junnie mientras dejaba sobre la camilla de su hija un maletín

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— Ya llegué, aquí tengo conmigo a mi amigo de la inteligencia nacional, él nos ayudará a dar con Junnie —decía el padre de Junnie mientras dejaba sobre la camilla de su hija un maletín.

— Señor estoy muy preocupado —decía el pelinegro mientras arrullaba a su hija.

— No te preocupes, enseñé bien a mí hija. Pero estoy muy enojado por la mentira de ustedes dos. Si lo hubiera sabido desde antes mataba a ese hijo de perra por hacerle daño a mí niña —Eun Woo miró seriamente al menor.

— Lo siento muchísimo señor, pero ya veo que enseñó muy bien a Junnie —dijo el pelinegro—. Recibí una notificación de una ubicación en mí celular, se trata de mí Smartwatch, Junnie debió arreglárselas para avisarme y mantenernos informados de dónde está, lo debe tener escondido.

— Esa es mi nena —miró al señor que los acompañaba—. Bien nos vamos, meteremos a ese hijo de puta en la cárcel.

La puerta se abrió en un estruendo y tres adultos ingresaron en la habitación.

— ¡Eun Woo! —gritó el señor Min.

— Min —se abrazaron rudamente.

— Mi esposa y mi hijo mayor, estamos enterados por Yoongi de lo que pasó, y estamos igual de decepcionados por ambos. Yoongi déjanos a Chae, ve con Eun Woo a buscar a Junnie —dijo el padre de Yoongi.

— Papá por favor cuídenla bien, no puedo perderla igual, recuperaremos a Junnie —dejó en los brazos de su madre a su pequeña, está sonrió y le dió un zape en la nuca a su hijo.

— Vámonos hijo, verás a la mujer más fuerte que hayas visto jamás —Yoongi asintió y se fueron en marcha.

— Vámonos hijo, verás a la mujer más fuerte que hayas visto jamás —Yoongi asintió y se fueron en marcha

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Junnie mientras tanto intentaba por todos los medios noquear a Dae. Este estaba herido de gravedad y Junnie tenía varios cortes en los brazos.

— ¡¿Por qué no te quedaste conmigo?! —gritó Dae.

— ¡¿Cómo quieres que me quedé contigo si tú fuiste el que me hizo daño?! —gritó Junnie—. Fuiste tú el que se folló a esa tipa en el apartamento joder. Encima intentaste violarme.

— ¡Lo hago por amor! —Junnie enfureció y corrió a dónde estaba el para darle un puño en el diafragma.

Este cayó al suelo con falta de aire y ella lo golpeó en mandíbula haciendo que su cerebro se golpeara con sus paredes desmayándolo.

— Eso no es amor hijo de puta, es posesión —.

¡Hey Niña! || MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora