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Yoongi

Junnie estaba acostada en la cama mientras veía videos en YouTube de unboxing, mientras yo me debatía si llamar a Max o no. Él es muy entusiasta y si tiene que tomar un vuelo hoy lo hace. Me decido a llamarle y presentarle a Junnie, porque sí, nunca le dije que estaba en una relación con alguien.

- Llamaré Max -le informé a Junnie.

- Si quieres te dejo espacio -dijo ella poniéndole pausa al vídeo.

- Claro que no, quédate aquí conmigo, estoy nervioso -ella se rió de mí cara y se acostó más cerca de mí.

- Yoongi, estaba leyendo en internet que debo retirarme el anticonceptivo para continuar con el embarazo, para que nuestro bebé crezca saludable y bien. Tengo miedo de abortar -la observé y besé su frente.

- Estaré contigo en todo, no te preocupes -ella asintió.

Tomé mi celular y marqué el número extranjero en él. El teléfono sonó hasta que casi dice que no se puede contactar con la otra persona, pero rápidamente lo tomaron.

- ¡Yoongi! Qué alegría verte hermano -Max habló desde el otro lado de la pantalla.

- Hola Max, necesito contarte dos secretos y espero que puedas guardarlo -.

- Claro que sí hermano, sabes que soy una tumba -dijo bostezando un poco.

- Perdona ¿Te desperté? -le pregunté con pena.

- No te preocupes, apenas son las seis de la mañana y Edie me despertó para cambiar su pañal -dijo despreocupado.

- Bueno el asunto es... Ella es Junnie, mi novia -ella apareció a mi lado en la pantalla-. Y estamos esperando un bebé.

- No -.

- Sí -.

- Yoongi, se que es verdad porque nunca bromeas con esas cosas, pero ¿Cuánto tiempo llevan juntos? -preguntó en un susurro.

- Siete meses... -hablé bajo.

- Dios mío un bebé, es algo planificado. Apenas estás en el auge de tu carrera -me molesté un poco.

- Independientemente de qué, quedó embarazada de imprevisto, de que llevamos juntos siete meses. Quiero a mi mujer y a ese bebé que está creciendo ahí. Ni tú, ni nadie me hará cambiar de opinión con respecto a lo que quiero -suspiré.

- Yoongi, no te lo digo como algo malo. Más bien, un bebé ahora va a cerrar muchas puertas. Pero oye, si es tu decisión, hazme sentir un tío orgulloso y cuida a tú mujer embarazada y a esa criatura -dijo calmado-. Nos vemos en unas horas, Edie quiere verte.

- M-max, espera... ¿Vienes acá? -colgó.

- ¿Y si no le agrado? ¿Ve mal lo nuestro? -preguntó asustada Junnie.

- No lo creo, más bien, cree que es público lo nuestro -tomé a Junnie y la puse sobre mi miembro.

Ella se meneó un poco inquieta y yo la tomé de la cintura para detenerla. Ella sonrió y se inclinó para besarme. Estuvimos un buen rato así hasta que tuve una erección que dolía, por todas las caricias de su lengua contra la mía. La detuve y ella me miró enojada.

- Solo un poquito y ya -negué con la cabeza pero se me ocurrió algo mejor.

- No tendremos sexo como tal, pero si un tipo de sexo -dije. Ella me miró curiosa e hice que se acostara en la cama.

Me puse entre sus piernas y me quité la parte superior de mí pijama, ella sin saber de qué se trataba lo que tenía en mente solo se quedó quieta mientras me quitaba toda la ropa. Levanté su trasero para bajarle las bragas junto al mini short que traía. Desabotoné el cardigan que se ponía para dormir calentita y sus pechos me recibieron.

La piel lechosa de mi novia sin duda era la más bella que he visto nunca. Brillaba bajo la luz amarillenta del foco de la mesita de noche. La observé y estaba mirándome hambrienta, y yo estaba igual de hambriento que ella. Abrí sus piernas y comencé a degustarla. Junnie arqueaba su espalda y sujetaba mi cabello mientras gemía sonoramente, introduje un dedo, rápidamente lo introducía y lo sacaba. Aumenté los dígitos a dos y comencé a rozarle aquél punto dentro de su vagina.

- P-para, quiero chupar tu pene -me detuvo e hizo que me acostara.

- Junnie, no lo hagas por deuda -intenté detenerla.

- Shh... Déjame probarte, Yoongi -recogió su cabello a un lado y tomó mi pene.

Cubrí mi cara con mis manos, subí mi cadera y presioné mi espalda contra la cama como signo de gusto. Ella masajeaba mi pene de arriba, hacia abajo y también le hacía rotaciones. Quité una mano de mí cara y la miré. Estaba mirándome fijamente. Paró de hacer las caricias y se metió mi miembro a su boca y comenzó a hacerme sexo oral.

Gemía ronco y cada vez que lo hacía succionaba más delicioso. Se levantó y dejó mi pene para treparse encima de mí. Tomé sus caderas y comencé a moverlas sobre mi pene que quedaba justo debajo de su clítoris, arrancándole gemidos y suspiros. La acosté en la cama y me puse entre sus piernas para yo mismo frotar mi glande contra su punto nervioso. De tanto placer y otras sensaciones desconocidas me corrí encima de su abdomen y algunos chorros llegaron a su cara y almohadas. Continúe masturbándola con uno de mis dedos hasta que se contrajo y comenzó a mojar las sábanas con sus chorros dulces y calientes. Fui al baño, tomé papel y la limpié y ella me ayudó a quitar la funda y la sábana sucia para poner una nueva y acostarnos a dormir desnudos, abrazado del otro.

Mi celular vibrando incesantemente en la mesita de noche me despertó de mi sueño profundo

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Mi celular vibrando incesantemente en la mesita de noche me despertó de mi sueño profundo. Miré el nombre del culpable de tal atrocidad y era Max. Debe estar afuera. Desperté a Junnie y le dije que se pusiera ropa, hice lo mismo con la mía y fui al recibidor a abrirle a la familia que estaba del otro lado riendo.

- ¡Yoongi! -Max chilló con su habitual entusiasmo.

- ¿Que tal Max? -dije un poco desorientado.

- Hola Yoongi -Elizabeth la esposa de Max saludó muy jovial.

- ¡Tío! -la pequeña de un año chilló.

- Hola a todos, Edie preciosa, estoy muy linda y grande -ella sonrió y se acostó en el pecho de su madre.

- Solo puede decir unas pocas palabras: mamá, papá, tío, agua y algunas que no se entienden mucho pero intentamos comprender -explicó el hombre frente a mí.

- B-bienvenidos -Junnie apareció por el pasillo e hizo una reverencia.

- No seas tímida tesoro -Elizabeth siempre salvaba el día.

- Así que eres la novia de mi amigo -la observó de arriba a abajo.

- Eres muy bonita y pequeñita, quiero abrazarte -Elizabeth tomó sus manos y las puso alrededor de su torso.

- Pareces menor de edad -.

- Tengo veinticuatro -dijo Junnie escondiéndose en mí espalda.

- Amor, deja de incomodarla, sabes que el estrés es malo para un embarazo -por otra vez Elizabeth la salvadora del día.

¡Hey Niña! || MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora