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Junnie

La mujer frente a mí sostenía a una bebé de cabello miel, mientras está sonreía y acariciaba sus cachetes. La observé y ella me miró sonriente. Miré a Yoongi al otro extremo de la sala y estaba con Max como un chicle mientras esté lloraba por algo. Mi novio me observó y me guiñó el ojo, cosa que me puso nerviosa. Miré de nuevo a la mujer sentada a mí lado y a su bebé y comencé a jugar con mis manos, sin saber que decir.

— Te veo tensa —rió—. No muerdo, ni nada parecido ¿Quieres cargarla?

— N-no lo sé, ¿Y si se cae? —llevé una de mis manos a la bebé y esta me la tomó y jugó con mis dedos.

— Le agradas. Normalmente te mordería un dedo si no le agradas —eso me hizo sentir bien.

— ¿Puedo pedirte un favor? —pedí suplicante.

— ¡Claro! —.

— Enséñame a ser mamá —pedí tímida.

— Eso no tiene ciencia o un manual, simplemente lo vives —.

— ¿Puedes enseñarme a cargarla? —.

Ella asintió y dejó la bebé sobre mis piernas. La pequeña estiró sus bracitos, tomó mi cabello y lo jaló un poco. Luego de eso se echó en mí pecho y comenzó a balbucear. Moví mis piernas de arriba a abajo suavemente para hacerla trotar como un caballito. Elizabeth se rió de mí cara al ver a su pequeña hija reír por mis juegos.

— No te preocupes, serás una madre excelente Junnie —la miré y las lágrimas salieron de mis ojos.

Bajé la vista y las lágrimas solo salían de mis ojos poco a poco y morían en la ropa que tapaba mi pecho. Ella me tomó del hombro y con cuidado, colocó a su hija en mis brazos y nos movimos de lugar.

— Vamos s un sitio con más privacidad —asentí.

Caminamos y con un poco de dificultad abrí la habitación que anteriormente ocupaba. Nos sentamos en la orilla de la cama y algunas maletas de la familia se movieron de lugar.

— Sé que tienes miedo, es un gran paso. Pero debes decidir si ese bebé llegará a ti para amarlo y cuidarlo hasta que el mismo pueda cuidarte a tí después de mucho tiempo —suspiró—. Un bebé es una personita que no habla, que te hará reír, llorar, enojarte. Pero te hará sentirte llena de amor y cariño.

— Mi madre murió desde que era muy pequeña, siempre he querido formar mi propia familia para darle a mis hijos esa madre que me faltó. Ahora que tengo la posibilidad, tengo miedo—.

— ¿A qué temes? —preguntó poniendo una mano en mí hombro.

— Yoongi es mi salvador, él me salvó de un hombre loco que quería abusar de mí sexualmente. Me enamoré perdidamente de Yoongi, pero lo nuestro es prohibido —expliqué suavemente.

— ¿Por qué prohibido? —.

— Yoongi es mi jefe, pertenezco a uno de sus productores. Vivíamos juntos desde antes de confesar nuestros sentimientos y simplemente, pasó tiempo y gracias a su apoyo y su psicólogo pudimos ir más adelante y bueno —toqué mi vientre—. Aquí estamos.

— ¿Amas a Yoongi? —.

— Muchísimo, a él le debo la vida y mi felicidad completa, me mima, me demuestra lo especial que soy para él —suspiro—. De verdad amo mucho a Yoongi. Quiero ser una buena novia para él.

— Y lo serás, te enseñaré lo básico para cuidar a un bebé —Elizabeth se levantó y la bebé comenzó a llorar—. Justo a tiempo, a cambiar pañales.

Nerviosa le di a la bebé y ella la colocó en la cama. La pequeña Edie jugaba con sus manos mientras que su mamá la veía desde arriba y me invitaba a hacerlo.

— No sé si pueda... —le dije muy nerviosa.

— Vamos, no te preocupes —sonrió—. Abre el pañal.

Con las manos temblando abrí con dificultad el pañal de la niña que me miraba fijamente. Pude ver todo lo que contenía en el pañal y ella se rió de mí cara de pánico.

— Bien, límpiala con estas toallitas húmedas —me tendió el paquete y tomé una de ellas—. De arriba hacia abajo, no queremos que tenga una infección.

— Estoy muy nerviosa, espero que cuando de a luz pueda hacerlo sin temblar —ella susurró palabras de ánimo.

— Bien, ahora úntale un poco de esta cremita, para que no se irriten los muslos y pliegues con el pañal —.

Explicó y con el permiso de ella le unté esa cremita blanca en los pliegues de los muslos a la bebé, me tendió otro pañal y con sus instrucciones se lo coloqué bien. Levanté a la bebé y la cargué para abrazarla un poco y oler su rico aroma.

— Tengo miedo de algo —ella se sentó en la cama y palmeó a su lado.

Tomé asiento y suspiré.

— Dentro de unos días debo retirarme mi anticonceptivo intrauterino para continuar con mi embarazo bien —tomé una manita de la bebé—. Tengo miedo de abortar en ese instante, no quiero perderlo. Yoongi, mi papá y sobre todo yo estaríamos muy tristes.

— Lo entiendo, pero es increíble cómo quedaste embarazada teniendo un anticonceptivo, eres una en cien mujeres. No te preocupes, podemos quedarnos hasta ese entonces y darte apoyo —.

— Me sentiría tranquila, pero Yoongi desea a gritos estar ahí conmigo, dice que parece como si fuese a dar a luz, dice que es un buen entrenamiento para ese entonces —la bebé se removió en mis piernas y tomó uno de sus piecitos.

Unos toques en la puerta se escucharon y junto con un pase de Elizabeth, entraron Max y Yoongi a la habitación. Mi novio se acercó y tomó a Edie en sus brazos para darle upas muy tiernos, de verdad quiero a ese bebé y ver a Yoongi feliz como lo está con Edie.

— Junnie... Vengo a disculparme, dije cosas horribles ayer y te juzgué mal. Sé que eres la mujer perfecta para mi amigo y le darás la hermosa familia que tanto ha esperado, por favor perdóname —hizo un reverencia un poco incómoda bajando su cabeza y todo su torso, parecía una "ele" invertida.

— Por favor ponte de pie —le sonreí—. Te perdono.

¡Hey Niña! || MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora