Mess is Mine [Minchan]

11. Arrepentimiento y lagrimas

El celo de Chan duro 3 días aproximadamente.

Sunoo ya estaba con él y Minho había quedado en ir a su casa esta tarde, la hora acordada se acercaba y Chan aún tenía el pijama puesto.

Algunas lágrimas escurrían por sus ojos, estas siendo limpiadas inmediatamente, tratando de que sus ojos no se hincharan tanto, Sunoo se preocuparía si lo veía con los ojos hinchados.

En estos momentos Chan agradecía que aún era un poco temprano y la noche pasada había visto una película con Sunoo hasta un poco tarde y esté aún dormía.

Recargado en el refrigerador, con un vaso de leche y sintiéndose completamente miserable.

Después de su celo, casi siempre se volvía extremadamente sentimental y honestamente aún tenía toda sus sensibilidad a flor de piel.

Se sentía un poco miserable mientras daba pequeños tragos a su vaso, repitiéndose lo estupido que era.

Le había rogado a Minho como un ofrecido y se sentía mal por eso, su confusión se estaba apoderando de él y tenía miedo de perder a Minho.

Se sentía vulnerable y confundido, ni siquiera sabía lo que tenía con Minho y Chan le había rogado que pasara su celo con él, Chan no podía dejar de repetirse lo desconsiderado e irresponsable que según el había sido.

Termino su vaso de leche, dejando este en el lava trastes, el nudo en su garganta se sentía como si le cortara la respiración, honestamente una de las peores sensaciones.

Se sentó en la silla del comedor, creando diferentes escenarios dolorosos en su cabeza.

Se quedo ahí sentado por unos 20 minutos, mirando al vacío y desenfocando su vista.

Ni siquiera había escuchado cuando habían tocado el timbre la primera vez.

La segunda vez que tocaron, el timbre logró sacar a Chan de su trance.

Limpio la lagrima que aún escurría por sus sonrojadas mejillas, su labio ya rojo de tanto morderlo.

Se paró de la silla, sus pies descalzos arrastrándolos por el suelo y su cuerpo dando pequeños espasmos de tanto llorar.

Abrió la puerta, ni siquiera esforzándose en mirar primero.

Minho estaba parado ahí, un ramo de girasoles mezclado con algunas rosas estaba en sus brazos, estaba totalmente hermoso a los ojos de Chan, su saco perfectamente en su cuerpo.

Los ojos de Chan se aguaron otra vez, las lágrimas nublando su vista.

Minho se alarmó inmediatamente. —Oh no, no , no ¿que pasa bebé?- Hablo Minho entrando a la casa inmediatamente, guiando a Chan hacia la cocina.

Dejo el ramo encima de la mesa, acudiendo inmediatamente a su omega.

Chan se apego a su cuerpo como un iman cuando Minho lo tomó del brazo, escondió su cabeza en el hueco del cuello de Minho.

—¿Por que lloras cariño?- Pregunto Minho cuidadosamente, oliendo la tristeza en el aire, el sentimiento de vulnerabilidad plasmado en su pecho.

Minho subía y bajaba su mano por la espalda de Chan, acercándolo más y sintiéndose posesivo, al no saber el por qué del llanto del omega.

Chan siguió sollozando silenciosamente en el cuello del alfa, el cual ya tenía el saco mojado por las lágrimas.

—Omega, necesito que me digas por que estás triste, estoy empezando a preocuparme cariño.- Susurro Minho mientras plasmaba un beso en sus rizos.

—L-lo siento alfa.- Hablo Chan, separándose de Minho y recargándose en el refrigerador.

—¿Por que lo sientes omega?- Preguntó Minho desconcertado.

—Y-yo...- lágrimas aún en sus ojos, amenazando con caer. —Yo siento haberte rogado, siento haberme comportado de esa manera, s-se que no soy tu ome-. - No termino Chan de decir cuando Minho lo había juntado hacia él otra vez.

—Eres mi omega.- Dijo Minho firmemente, su alfa reclamado a Chan inmediatamente.

—Y tú eres mi alfa. - Contesto Chan, buscando confort en los brazos de Minho.

—Escúchame bien Chan...- comenzó el alfa, brazo alrededor de su cadera y la otra encargándose de alzar su mentón. —Eres mi omega y...- empezó a hablar Minho dejando un beso en su frente y bajando lentamente, pasando por sus párpados y bajando hacia sus mejillas, logrando sacar suspiros de los labios de Chan, la vulnerabilidad y sensibilidad se podía sentir a kilómetros, ambos disfrutando el momento.

Minho bajo de sus mejillas hasta su cuello. —Y algún día habrá una hermosa marca en este cuello, si tú deseas lo mismo omega.- Termino de decir Minho besando una última vez su cuello.

—Alfa..- susurro Chan, derramando una lagrima de felicidad esta vez.

—Mío.- Hablo el alfa jalando al omega por la cintura, ambos no notando la presencia de un tercero.

Sunoo tenía un puchero en sus labios. —No es cierto.- Se acercó con pasos decididos, sus pantuflas de unicornios encendiéndose con cada paso que daba.

Minho soltó la cintura del omega, preparado ya para lo que venía, secretamente sonriendo.

—Mami es mío.- Hablo Sunoo agarrando la pierna de Chan. —Pero Min hace feliz a mami entonces comparto un poco a mami.

—Me alegra escuchar eso.- Minho sonrío. —Por que yo los quiero a ambos.

Chan estaba ya derretido de la ternura, alzando a Sunoo en brazos.

Sunoo se separo un poco de Chan, pidiendo ser cargado por Minho. —Te extrañe Min.

Después de la escena que hizo que el corazón de Chan estallara, había decidido ir a cambiarse a algo más presentable, Minho insistiendo en que no era necesario.

Volvió a la cocina donde Minho esperaba mientras observaba su teléfono.

—Siempre eres tan hermoso.- Dijo Minho bajando el teléfono y acercándose a Chan.

—Basta alfa.- Contesto Chan sonriendo.

—Nunca dejaré de repetirte lo hermoso que eres.

De verdad que esto era lo que Minho buscaba por ya un largo tiempo...