Mess is Mine [Minchan]

25. Olor a fresas

–¿Por que es tan alto?- Preguntó Sunoo mirando hacia arriba.

–Así nací.- Contestó el hombre viendo al niño hacia bajo y volviendo a su postura inmediatamente.

–¿Nació alto?-Volvió a preguntar el bebé.

–No.

–¿Que es eso en su oreja?- Preguntó de nuevo señalándolo.

–Nada niño, solo es un auricular.- El hombre se cruzó de brazos.

–¿Por qué sigue a mi papi?- Preguntó el niño, acomodando su mochila en su espalda.

–Porque es mi trabajo.

–¿Le pagan por seguir a mi papi?- Surgió otra pregunta en su cabeza.

–Exacto.

–¿Y cuanto le pag- – Se quedó a medias Sunoo.

–Sunoo deja de molestar al señor. - Pidió su madre tomándolo del hombro y pegándolo más hacia él, Chan ya estaba lo bastante nervioso y tomaba la mano de su hijo con seguridad.

–No se preocupe señor Lee. - Aseguró el guardaespaldas de Minho.

–¿Señor Lee? Oh no.- Se sorprendió Chan. –No estamos casa-

–A mi me gusta precioso. -Dijo Minho llegando a su lado de nuevo y con los boletos de avión en su mano.

Hace unas semanas habían discutido en ir hacia Japón juntos, porque Minho tenía una grabación ahí y de verdad estaba ansioso por presentar a su omega con sus demás amigos.

Estaban ya en el aeropuerto y era un lugar bastante concurrido para el gusto de Chan, ademas de que tener a un bebé que es curioso por todo no ayudaba.

–Tu eres el señor Lee. -Contestó Chan, sus mejillas encendiéndose.

–Si nos casamos habrán dos señores Lee – Minho besó su mejilla y lo apego un poco a él cuando olió sus nervios.

–¿Te quieres casar conmigo?

–Quiero hacer de todo contigo.-Contestó Minho en su oreja, provocándole escalofríos.

Chan río ante esto y besó la mejilla de su alfa.

–Papi -Habló Sunoo desde atrás. –¿Puedo tener 2 libras por favor? - Jalando su pantalón y formando un puchero.

–¿Para que quieres 2 libras cachorro?- Preguntó Minho.

–Tengo sed.- Susurró el Niño, sus mejillas encendiéndose un poco.

–Pequeño bebé beberemos algo en el avión.- Contestó Chan por Minho, deteniendo al alfa de sacar su cartera, últimamente Minho tenía una pequeña debilidad con su hijo y le costaba decirle que no.

–Mm - Se quejó un poco Sunoo. –Esta bien mami - Formó un pequeño puchero el niño.

–¿Estás mejor omega?- Preguntó Minho checando a este.