30 | Hacerlo con estilo

22K 2.8K 2.1K
                                    

Hay una gran diferencia entre ser los únicos que se presentan en un show y ser los primeros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hay una gran diferencia entre ser los únicos que se presentan en un show y ser los primeros. Una clara, enorme y escalofriante brecha entre ambas cosas que lleva poniéndome el estómago del revés cada vez que lo recuerdo.

Somos los teloneros, nosotros recibimos al público y lo preparamos para las verdaderas presentaciones de la noche. Somos niños de preescolar entrando al patio de los mayores, intrusos e ingenuos. Y es nuestra primera vez en un escenario de verdad, pero intento dejar de pensar en eso.

Pero es imposible no pensarlo y no sentirme nerviosa en el pequeño camerino que compartimos con la primera banda de la noche. Un grupo de chicas llamado Hasper que se ha apiñado contra uno de los sillones, lejos del nervioso Kevin y el impaciente Ian. Y de mí, por supuesto. Cada vez que miro en su dirección, están observándome con una mezcla de intriga y desconfianza. Quizás no somos los únicos infantes de preescolar hoy...

—¿Dónde mierda estás? —chilla Ian al teléfono.

Esto me trae malos recuerdos, pero es otra de los efectos secundarios del rejunte de nervios. La llegada tarde de Nez no es nada comparable a la salida de Nesa de la banda. Ese día, Ian estaba de los nervios porque nuestra banda era disfuncional; esto es solo una rabieta diaria.

Aunque tengo que admitir que yo también quiero gritarle a Nez. O a cualquiera, la verdad.

Miro a Kevin y ambos observamos al bajista, a quien por poco le estampan la puerta en la cara (otra vez). Nez entra como un torbellino a la salita y una de las Hasper menciona algo sobre la desprolijidad. Bufo, harta de ellas, y corro hasta mi mejor amigo para darle un asfixiante abrazo.

—El bus es una mierda —dice Nez con la voz ahogada.

No voy a pedirle explicaciones ahora. Nadie menciona tampoco lo ridícula que suena su excusa ni el brillo en sus ojos. Es solo... Lo dejaremos para el final de la presentación.

Nez me devuelve el abrazo y apoya el mentón contra mi hombro. Por primera vez en toda la noche, siento que mis pulmones funcionan. Suelto el aire contenido y me relajo contra él, pero no tenemos tiempo para meditar ahora mismo.

—¿Prueba de sonido? —dice un chico detrás de Nez. Supongo que lo vio llegar corriendo hasta la sala.

De acuerdo, esto es intimidante. Y ni siquiera hay público aun. Las puertas están cerradas, pero puedo oír a la gente afuera, charlando animada acerca de las presentaciones de esta noche. Me pregunto si alguien más que Eva, Lucas y Amelie estará hablando de nosotros.

—Media canción —nos dice alguien desde la cabina de sonido. Ian gira la cabeza hacia él y rechista—. Tenemos que probar a las demás bandas.

—Mierda —susurra Ian.

—Lo siento, chicos —dice Nez a mi lado, quien ya se ha colgado la guitarra y está listo mientras nosotros nos acomodamos—. De verdad que...

Acordes para LilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora