Lista de preocupaciones de Lila Cruz:
1. Su banda está a punto de disolverse.
2. La relación que tiene con su mejor amiga no es la mejor de todas.
3. Acaba de caer en el patio de una desconocida y lleva ropa interior de gatitos.
***
La vida de Lila...
Antes de leer: Este extra transcurre en los años previos al inicio de la historia. Más precisamente, en el invierno de 2018 (APL empieza en el verano de 2021 en un mundo donde claramente no hay pandemia).
El hermoso separador lo realizóanagabri114fm<3 Estoy super contenta y enamorada de su trabajo y le agradezco un montón su paciencia y dedicación ^-^ ♥ Porfi aprecien conmigo lo bonito que es *chilla*
¡Disfruten la lectura!
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Ian
—¿Sabes qué? —dice de repente—. Creo que tienes complejos de bad boy.
Mantener a Amelie Franco en silencio es un arte que ningún profesor domina. Ni hablar de lo imposible que resulta pensar que alguno de nosotros, sus condenados compañeros, tenga el talento de mantenerla callada. Ella simplemente expone su opinión, quiera alguien oírla o no.
Está claro que no quiero escucharla decir cosas de ese estilo. No me interesan en absoluto. Menos ahora. Mucho menos en este preciso instante donde estoy a punto de levantarme y marcharme a casa, dejando mi bajo en el interior del instituto. La sola idea de abandonar a mi bebé es una alerta roja en mi cerebro. Estoy mal, y la presencia de Amelie y sus ocurrencias no hacen más que empeorarlo todo.
Por si mi humor no es demasiado evidente, le arrojo una mirada con los párpados caídos y una mueca que dice «por favor, vístete de dinosaurio y extínguete».
—¿Ya ves? —sonríe.
—¿Qué? —suspiro.
—Ahí lo tienes de nuevo. La mirada misteriosa y la cara de pocos amigos. Como si quisieras matarme.
—Tal vez quiera —le digo.
Ella suelta una risita nasal. Siempre está riendo de la misma forma desde el otro lado del aula. Y siempre se escucha igual de fuerte. A veces, hace ruidos como de cerdito.
—No haces más que reafirmar mi teoría de tus complejos, Ian Luca —dice, balanceando sus piernas porque es tan bajita que no hay forma de que se siente sobre el pequeño muro y sus pies rocen el suelo—. Y cuida tu actitud, no creo que quieras meterte en problemas otra vez, chico malo.
De acuerdo, en esto tiene razón. No en el tema del chico malo, sino en que no quiero volver a meterme en problemas. Ni siquiera estando fuera de la escuela puedo arriesgarme a meterme en otro desastre. No puedo ni quiero, pero algo me dice que son cosas que atraigo. Algo así como Lila y los accidentes, los problemas llegan a mí quiera o no.
El problema de hoy (el tercero en esta semana... Es martes) tampoco lo inicié yo. Solo estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado y con la reacción equivocada, aunque esto último es según quien lo diga. Puede que papá esté totalmente en contra de que responda a los puñetazos ante una injusticia, pero mamá me apoyaría porque me ha enseñado a defender mis creencias.
