CAPITULO 16 "Noche"

286 20 0
                                    

La siguiente semana me fui a vivir nuevamente con Nicole, ahora pasaba más tiempo con ella, y bueno Nicole realmente amaba pasar tiempo con su hija, era muy reconfortante llegar a casa y mirar a Nicole en el tapete de juego del bebé, cuidando de ella. Realmente era una buena madre.

Nicole ya había comenzado a caminar de apoco, pero aún tenía que utilizar las muletas para no apoyar todo su peso en su pierna, aun se encontraba en recuperación.

Ella me había pedido que me mudara la habitación con ella, pero no sabía si sería buena idea.

Es media noche, y me encuentro despierta, estoy a unos pasos de la habitación de Nicole, y Juliana duerme como un pequeño angelito.

Salí de mi habitación en dirección a la habitación de Nicole, escuche que aún se encontraba despierta por el ruedo del televisor.

Toque su puerta

W: Nicole ¿puedo pasar?

N: Adelante.

Me adentre a la habitación, ella estaba recostada.

N: ¿Que sucede? ¿Todo está bien?

No respondí, solo camine hasta su lugar y me deslice sobre sus sabanas.

W: Quiero dormir contigo esta noche

N: Sabes que puedes dormir aquí si eso es lo que quieres.

Ella me dio una sonrisa traviesa, siempre era muy coqueta y buscaba siempre la oportunidad para hacer alguna insinuación.

W: No me mires así

Le respondí al ver si mirada, la cual reflejaba una gran pasión.

N: Solo estoy apreciando tu belleza.

W: Si, claro- le di un golpecito en el hombro, pero ella se acercó, burlándose de mí, rodeando mi cintura con sus brazos, me acerco lo suficiente a ella, tanto que pude darme cuenta de su inminente excitación.

W: Nicole, yo- Intente hablar con ella, pero se apodero de mis labios, su beso fue profundo, tan húmedo, tan deleitable. Sus manos comenzaron a navegar por mi espalda, levantando con delicadeza la blusa de tirantes, dejando por completo mis senos desnudos, así que mis manos se colocaron sobre el cuello de Nicole, pasando mis dedos sobre su sedoso cabello. Mientras que ella se apoderaba de mis labios con desesperación, y abandonando a ellos para colocarlos sobre mi cuello, donde no pude evitar soltar un pequeño gemido de placer, sus besos pronto daban cavidad a mi humedad en mi entrepierna, así que tome la mano de Nicole, y la coloque dentro de mi short, en seguida ella se percató de mi necesidad.

N: Estas muy húmeda.

Solo asentí con la cabeza y ella hiso en movimiento, dejándome totalmente dejaba de ella, donde comenzó a besarme desde la barbilla y dirigiéndose a mis senos, mordiendo con delicadeza cada uno de ellos, y desplazando su húmeda y caliente lengua por mi abdomen, hasta bajar a mi pelvis, ahí fue cuando me despojo de toda prenda, dejándome completamente desnuda.

Ella coloco su cabeza entre mis piernas, haciendo su magia con su lengua justo en el punto donde la necesitaba sentir, así que gemí con fuerza, tome con mis manos su cabeza, queriendo no dejarla escapar de ahí sin terminar su trabajo.

Mi cabeza estaba en un paraíso de completo deseo, podía sentirme completamente en éxtasis, así que ella me llevo hasta donde me gusta, no pude evitar tener mi primer orgasmo.

Ella se incorporó de nuevo, sabia de que iba todo esto, así que acerque sus labios para besarla, aun llevaba mi sabor es su boca, lo que fue alucinante. Así que con desesperación quite su top deportivo, dejando al descubierto su pecho, los cuales tome entre mis manos mientras seguía besándola con pasión.

Mis manos se posaron en sus caderas, haciendo un pequeño movimiento, el cual le diera la noción de que estaba preparada para sentirla completamente.

Mis manos viajaron entre su pantalón, tomándola entre mis manos y acercándola hasta donde necesitaba sentirla de nuevo.

Cuando ella lo hiso, simplemente era como movernos en una danza al compás de una erótica canción, su piel era tan ardiente, podía sentir como el calor emanaba de ella y de mí, como el sudor comenzaba a brotar de nuestros cuerpos.

Su jadeo era música que excitaba todo mi cuerpo, y mis gemidos la prueba de que la necesitaba con ansias.

Podía quedarme aquí enganchada a su cintura toda la noche, porque solo ella sabía cómo hacerme encloquecer, solo ella podía entregarme por completo sus bajos placeres, en esta habitación donde no existía nada más que ella y yo, en una fusión de auténtico amor.

SITUACIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora