Capítulo 27.- RugerM14

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Hoseok y Ae Rin rompieron ese afectuoso beso, sonriéndose el uno al otro.

—Tu... estás... —Las primeras palabras que salieron de la boca de Jimin eran de completo escepticismo —¿Muerto?

Hoseok, al escucharlo, se acercó a él y con su sonrisa ladina le tocó la punta de su nariz.

—Estaba, Park. Reviví de entre los muertos —Tal como Ae Rin, echó a reír por el escepticismo impregnado en Jimin.

—¡Yo te vi morir! ¡Tú te desangrabas tanto...! —Muchas veces esa escena lo acosaba de manera brutal.

—¿Acaso no sabes lo que son las balas de salva? ¿La sangre falsa? —El chico volvió a tomar lugar a un lado de la pelirroja —Cuando creo que no puedes llegar a ser más idiota, me sorprendes. 

—¡¿Y el hospital?! ¡¿Los doctores?! —Jimin no pudo contener su frustración y volvió a elevar la voz.

—Bueno, eso es mérito de ella —Señaló a la chica —Mi sol personal se hizo cargo de ello, yo solo... hice mi parte —De manera dramática hizo los mismos movimientos como en aquella tarde en Daegu, cayendo al suelo y haciendo reír a los presentes, menos a Jimin.

Ahora todo tenía menos sentido que antes.

El chico que creyó era su mejor amigo, su persona, su refugio seguro... Se estaba mofando de él. Peor aún, fingió estar muerto para... ¿Qué?

Hoseok se puso de pie y volvió a mirar al chico atado a la silla.

—Pobre... Últimamente te has comportado como un niño muy malo —Se frotó la sienes y cerró los ojos —Nos has dado demasiados problemas... 

—Ya estarán contentos, ¡¿No?! —Jimin no pudo contener sus palabras —Estoy aquí, atado y a su merced. ¡Pueden matarme si así lo desean! 

Ae Rin le sonrió maliciosa y Yoongi le arrastró de nuevo la silla para que tomara asiento.

—Park, no estás aquí para morir... bueno, no aún —Como ella lo había dicho, Yoongi era su perro faldero. Esta vez le tendió un nuevo cigarrillo y le acercó el encendedor para que lo prendiera —¡Que genial se siente fumar sin tener que estar a diez kilómetros de ti!

—¡Todos ustedes están enfermos! —La mano rápida de Jungkook lo tomó por el cabello y estaba a punto de propinarle un nuevo golpe pero Ae Rin lo detuvo.

—Calma, Kook, deja que diga lo que quiera. Posiblemente sea la última vez que lo haga —La mano del chico lo soltó pero el Teniente ya no dijo nada. Esperaba que fuera ella quien hablara.

—Se que te estarás preguntando la razón de todo esto, Park, y no es fácil que lo comprendas pero por tu bien y por el nuestro te lo diré —Le brindó una larga calada al cigarrillo y expulsó de manera experta el humo —A continuación escucharás la triste historia de una niña, en aquel entonces solo tenía cinco años cuando un tremendo hijo de puta arrolló a su pobre madre con su auto y se dio a la fuga. Aquella niña se quedó sin su preciado ser querido y no tuvo otro remedio que quedarse a cargo con su padre, otro mal nacido.

>> Aquel infeliz la trataba peor que a un trapo, además del hecho de que siempre la tocaba de manera que un padre no debería tocar a su hija. La niña creció y se convirtió en una gran chica,  bella por fuera pero destrozada por dentro. Un día, estando en la escuela media, encontró a un chico del cual se enamoró completa y perdidamente. Ella sabía desde un principio que iba ser difícil que se quedaran juntos, ya que él provenía de una familia diferente a la suya y ella también se sentía un ser bajo y humillado por todo lo que le hacía su padre.

>> El chico guapo siempre le dijo palabras bonitas al oído. La trató como la mejor persona del mundo y se hizo ilusiones por todas aquellas historias que él decía acerca de que se fugarían cuando ambos iniciaran la universidad. Ella lo amaba, claro que sí, pero también vio en él una salida de aquella casa horrible y repugnante. Deseaba tanto convertirse en la mujer de aquel hermoso chico que nunca previno ninguna desgracia. Era inocente y cohibida y cuando aquel muchacho le dijo que deseaba cortar con ella... ¿Sabes qué fue lo que hizo? Solo corrió. Corrió y lloró por un par de horas en las que no quería saber nada de nadie, hasta que llegó a ese mugriento lugar llamado hogar. 

SNIPER - Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora