SNIPER - Park Jimin

Capítulo Final.- 9mm

Después de seis meses, la vida en el reclusorio psiquiátrico era tranquila, pacífica y sosegada.

Jimin vivía bajo la influencia de fármacos controlados todo el tiempo para así evitar algún percance con algún otro interno. Su habitación estaba separada de la del resto y tenía siempre dos guardias que lo custodiaban día y noche. 

La mente de Park nunca permanecía más de cinco minutos con claridad, por ello, fue extraño que comenzara a tomar realidad de su entorno un día como cualquier otro. La cabeza la tenía despejada y veía todo en colores claros y radiantes.

Su medicación le era suministrada a las mismas horas pero el efecto era nulo. 

Así pasaron alrededor de cinco días, hasta que una tarde, mientras fingía que veía por la pequeña ventana que tenía instalada en lo más alto de una de las paredes de su habitación, la voz de alguien le llamaba por lo bajo al otro lado de su puerta.

—¿Teniente Park? —Creyendo que eran alucinaciones suyas hizo oídos sordos, pero aquella voz le volvió a llamar —¿Teniente Park? ¿Está consciente? —No estaba realmente seguro que le llamaran a él, así que solo decidió girar un poco su rostro. Grande fue su sorpresa al ver como uno de sus guardias era Hyunwoo, aquel líder del equipo 3 al que él consideraba inferior. Shownu era su nombre clave.

—¿Sho... —Estaba a punto de hablar cuando el individuo lo mandó a callar.

—No Teniente. No levante sospechas. La cámara continúa con su grabación —Con señas le indicó que se acercara lo más que pudiera a la puerta. Jimin, no muy confiado, lo hizo. Se quedó sentado en el piso con las piernas en su pecho y seguía con la mirada hacía la ventana —¿Se encuentra bien? —Aquel chico alto también tenía la mirada al frente, evitando que alguien notara algo raro.

—Creo... Creo que sí —Le dolía un poco la cabeza pero no la tenía frita, así que eso ya era un éxito —¿Qué haces aquí? —Park hablaba bajo, casi en un susurro —Deberías estar en la base.

—Después del suicido de Kim, todo entró en caos —Shownu agachó la cabeza y suspiró por lo bajo —La base se volvió el infierno y a muchos nos despidieron.

—¿Por qué? 

—Porque le creemos, Teniente —Jimin tuvo que mantener la cordura y quedarse en su sitio. 

"¿Qué ha dicho?"

—¿De qué hablas? —Inquirió aún confundido.

—Todo lo que contó en el tribunal: la historia de Hoseok, lo del falso asesinato... Todas y cada una de sus palabras... le creemos. Sabemos que nunca mintió.

La cabeza de Jimin no podía asimilar semejantes declaraciones. ¿Acaso seguía con las drogas y él no lo sabía?

—¿Tu y quienes más? ¿Por qué creen en mi palabra? 

—Somos alrededor de quince, y le creemos por el simple hecho de que usted no tiene la imaginación suficiente para poder mentir con algo tan fantasioso —No sabía si tomarlo como insulto o halago pero continúo escuchando atento —Puede parecer un maldito hijo de puta, y posiblemente lo sea por el tiempo que llevamos conociéndolo, pero jamás atentaría contra una persona que considere su familia. Su lealtad lo ha convertido en un gran hombre.

Aquello llegó directamente a lo más profundo del pecho de Jimin. Nunca creyó que la gente a la que siempre despreció de una u otra manera... confiaran en él de semejante manera.

—Yo... —Un nudo en la garganta le impedía hablar con claridad —Yo no sé cómo... 

—Si quiere agradecerlo, hágalo hoy en la noche. Necesitamos que el Teniente Park tenga sus cinco sentidos activos y en perfecto estado.