Capítulo 01.- Magnum

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—Ya dime a quien te follaste ayer, ¿Fue a la Cadete Sun, la que está bien deliciosa? O fue Young, la de comando especial.

—A ellas ya me las tire, ya no tiene caso hacerlo con aquellas —Un par de ojos pequeños miraron a Hoseok quien no dejaba de hacer preguntas sobre la vida sexual a su amigo.

—¿Es que no te cansas de serle infiel a tu mujer? Digo, siendo sincero, tu esposa no está nada mal —Hoseok levantó ambas cejas.

—Si muchas ganas tienes ¿Por qué no le quitas la virginidad a esa puritana? Prometo no enojarme ni nada por el estilo.

Así es como Park Jimin se refiere a su mujer con la cual ya llevaba casi diez años casado.
Así es como Jimin suele llevar su vida desde los diecinueve, cuando lo obligaron a tener un matrimonio arreglado con una mujer a la que jamás ha querido... ni querrá.

—Eres mi amigo y entre amigos no se hacen esas marranadas. Además, nadie me asegura que Krystal siga siendo virgen —Hoseok levantó los hombros en señal de indiferencia.

—Lo es. Créeme, vivir con ella por tanto tiempo me ha valido de algo.

Esa conversación tuvo su fin cuando ambos llegaron, en el ostentoso y nada barato coche de Jimin, a la base militar ubicada en algún punto estratégico y seguro de Seúl. 

Jimin y Hoseok han sido amigos desde que ambos habían sido asignados de inmediato en las fuerzas especiales al momento de realizar su servicio militar obligatorio en Corea. Tanto uno como otro, demostraron grandes habilidades en todo tipo de entrenamiento riguroso y pesado, ya que desde niños les inculcaron que la zona militar era una de las mejores ramas a dedicarse el resto de su vida, aunque para Jimin fue un camino fácil para evitar sus responsabilidades en el gran conglomerado de la familia Park. 

Su competitividad y pasión los llevó a convertirse en francotiradores de élite; sin embargo, uno de ellos sobresalió más que el otro.

—Mira Jimin, que seas el mejor sniper de nuestra unidad, no te da el derecho de hacer lo que te venga en gana.

Jimin solo rodó los ojos con tal comentario. Ahí iba de nuevo, un estúpido y pendejo sermón de su "mejor amigo" que no hacía otra cosa que cagarle el palo siempre que podía.

—Sabes, no te conviene darme clases de moral, ¿O acaso ya se te olvidó lo que hacías en tu época de cadete?

—Ese tiempo ya pasó Jimin, era solo un adolescente en el proceso de transición a un adulto.

—Si vas a seguir con tu sermón de mierda, te recomiendo que lo guardes para cuando veamos al capitán. No creo que esté de muy buen humor después de tu último cagadero —A Hoseok no le quedó de otra que guardar silencio y mentalizarse para la regañada de su vida.

Ambos amigos se apresuraban a vestir su conocido traje militar para poder dirigirse a la sala central de exploración, ya que se realizaría su junta semanal con el jefe de ambos. 

El capitán de la base era un hombre con un genio de los mil demonios y empeoraba cuando alguien no hacía las cosas bien, como en este caso le sucedería a Hoseok. 

Una vez listos entraron en aquella sala y tomaron asiento, siendo ellos los primeros en llegar.

—Esto es una porquería ¿Sabes? Yo hice lo que tenía que hacer para aniquilarlo, no fue mi problema que ese imbécil disparara primero.

—Tómalo con calma Hope (ese era el apodo que Hoseok tenía desde tu tiempo de cadete), era una situación fuera de tu alcance.

—Lo dices porque tú hiciste las cosas bien, si estuvieses en mi lugar te estuvieses cagando.

—Lo dudo mucho, ya que yo nunca fallo —Jimin solo quería hacer reír a su amigo, pero indudablemente no lo logró puesto que Hope puso cara de culo —De acuerdo, ya no diré nada.

Ambos se callaron cuando el resto del equipo entró a la sala y los saludaron con una reverencia.  El último en entrar fue el Capitán, quien efectivamente tenía cara de pocos amigos.

Al ser el de mayor rango todos los presentes lo saludaron con una inclinación de noventa grados.

—Bien, quiero una explicación y nada de idioteces Subteniente Jung o le parto la cara en este mismo momento —El Capitán Kim habló tan pronto tomó asiento en su sitio habitual, a la cabeza de todos.

Kim Namjoon llevaba ya bastantes años en el ejército como para reconocer las negligencias y estupideces hechas por parte de su equipo, pero conocía lo suficientemente bien a Hoseok como para saber que él jamás pondría la vida de un civil en peligro. 

Todo lo contrario al Teniente Park. De él se podría esperar cualquier cosa.

—Para serle sincero Capitán, fue algo que se me salió de las manos, era imposible disparar antes que ese bastardo infeliz —El pelinegro rememoraba cómo habían sucedido las cosas dos días atrás: un loco drogadicto caminaba por las calles de Gwangju en busca de polvo blanco y al no encontrar a su distribuidor favorito, tomó como rehén a un pequeño niño indefenso exigiendo que le llevaran droga; sin embargo, el Subteniente Jung no logró abatir al tipejo a tiempo y éste le disparó en el brazo a aquel chiquillo.

—Lo sé, lo leí en tu informe. El pequeño no tuvo lesiones de consecuencia y ya está a salvo en su casa... Digo, por si tenías pendiente —Jimin y Hoseok solo se veían con cara de complicidad y alegría, su jefe no había reprendió al Subteniente como ellos lo habían imaginado... Lastimosamente estaban equivocados —Pero no creas que te salvaste, por las próximas tres semanas volverás al campo de tiro a entrenamiento y nada de misiones para ti.

Jimin no hizo otra cosa más que comenzar a reír, tan descaradamente que el Capitán reparó en su presencia.

—Creo que el Teniente Park te quiere acompañar, ¿No es así?

—No gracias, así estoy bien —Recobró la compostura a duras penas —Aparte, él fue el idiota que hizo las cosas mal, no yo —El Capitán en lugar de exaltarse por las palabras que le había dicho Jimin, solo sonrió. 

Algo malo vendría de inmediato.

Ambos se van al campo de tiro y Jung, dale las gracias a Park, porque gracias a su bocota ahora serán cuatro semanas de entrenamiento —Namjoon continuó con su sonrisa de suficiencia.

Y así el Capitán Kim terminó la susodicha junta. 

A aquel par no le quedó de otra que aceptar la orden de su jefe.

"Ni modo, un mes sin hacer nada" —Pensó Jimin antes de salir de la sala.

"Ni modo, un mes sin hacer nada" —Pensó Jimin antes de salir de la sala

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Antes de continuar, quiero agradecerle infinitamente a mi amix Sunnie_16

Es una artista al hacerme todos los banners que se verán a partir de ahora en la historia.

¡¡En verdad muchísimas gracias por todo tu talento!!

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