- ¡Me dijiste que borrarías el maldito video! -interrumpí su explicación, mientras tomaba asiento en mi cama-
- Se lo que dije, Grey -escuche el suspiro de Kendall al otro lado de la línea- pero no es sencillo hackear la cuenta de Pay…-
- Oh vamos, ¡hackeabas la mía cada vez que podías! -gruñí aun somnolienta-
- Lo seguiré intentando… tranquila -
- ¡¿COMO MIERDA QUIERES QUE ME TRANQUILICE, CUANDO LA ZORRA HOY TIENE UNA REUNION CON SCOOTER?! -grite furiosa-
- Esta bien, tranquila... ya se me ocurrirá algo -Kendall intento calmarle-
Corte la llamada y aparte el teléfono de rostro, suspire profundo y luego tome una almohada para gritar en ella.
Kendall había intentado hackear la cuenta de Payton la última semana, pero cuando casi lo tenía, la cuenta cambiaba de contraseña. Hoy me ha despertado a las 6 a.m. de la mañana solo para decirme que estuvo toda la noche probando y que cuando casi lo tenía la conexión de internet le fallo, y de nuevo volvió a pedirme perdón unas mil veces más. Ahora que estoy totalmente consiente, luego de realizar mi rutina diaria me siento mal por haberle gritado así, ya que él está dando todo de sí para cumplir con lo que me prometido.
Esta mañana en especial, no tenía ganas de absolutamente nada, pero como me había involucrado ya con Justin y parte de su trabajo, toda la semana pasada estuvimos trabajando hasta altas horas de la noche -en su casa, para evitar sospechas- haciendo dibujos sobre escenografías para el tour y pasándoselas a Scooter para saber qué opinaba.
Me observe en el espejo, prestando atención a ver si algo no estaba en su lugar. Acomode mejor la camisa blanca que decía “I’m not a mornig person” que coincidía a mis sentimientos hoy, tome mis cosas y bajes las escaleras rápidamente para encontrarme con Justin en las oficinas de Scooter.
- ¡Hey preciosa! -gire sobre mis talones y sonreír- ¿te llevo?-
Cerré la puerta detrás de mí y camine rápidamente para abrazar a Christian y darle un beso corto en los labios.
- ¿A qué se debe esta sorpresa? -rodee su cuello con mis brazos mientras sonreír-
- Pues -Christian levanto la mirada hacia el cielo con un brillo hermoso en ellos- resulta ser que -metió a su mano a su bolsillo derecho y me mostro una tarjeta- ya puedo conducir legalmente por las calles -
Mordí mi labio inferior y reí. Christian conducía, pero nunca había hecho el examen de conducir, ya que decía “no necesitarlo” por qué o conducía Caitlin, o él lo hacía, pero cuando en verdad lo necesitaba.
- Así que quería llevar a mi linda novia al trabajo -beso mi mejilla-
- Déjame adivinar -reí- Justin los invito porque no tenía nada mejor que hacer -rodee los ojos- ¿no? -
- Eso -rio- y que luego iremos a algún McDonals por allí -
Negué divertida. Christian me tomo por la cintura y fuimos caminando hasta el portón, donde Chris había dejado el auto.
Sinceramente, creo que habría sido mejor si hubiera entrado con el auto y estacionado frente a la casa, así nos ahorraríamos todo este trayecto.
En el camino, recogimos a Ryan y Chaz. Chaz seguía con la misma expresión de siempre, mitad alegre y mitad triste, y aunque él lo siga negando, todos sabemos que la causa de esa tristeza es Caitlin. Por otro lado Ryan estaba mucho más alegre, sin mencionar que no apartaba la mirada de su teléfono cada vez que sonaba. Las notificaciones nos molestaban tanto que tuvimos que pedirle que lo ponga en vibrador, pero aun así seguimos escuchando las vibraciones que este realizaba.
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True Love ©
Hayran KurguElla, una chica de 16 años, creía que su vida era como la de todas las adolescentes, una vida "normal". Ella tenía metas, sueños, un futuro planeado por sí misma, amigos a quienes quería, la pareja perfecta a quien ama mucho, una familia que la prot...