Capítulo 4: Recuerda que son como Imágenes
Lincoln encontró el álbum de recortes una tranquila tarde de otoño, a la misma hora que Lynn Jr. trotaba a través del viejo camino que conducía de la parte de atrás de la cancha de roque hasta una serranía abandonada a unos tres kilómetros de allí. Mientras tanto las demás chicas andaban en lo suyo. El tiempo seguía siendo espléndido y para entonces los seis habían adquirido un inverosímil bronceado otoñal.
Esa tarde, al igual que todas, Lincoln había bajado al sótano para regular la presión de la caldera y de paso decidió de una vez echar un vistazo a su alrededor, paseando la linterna por entre varias pilas de periódicos viejos y polvorientas cajas repletas de papeles, en busca de sitios adecuados para instalar las trampas para ratas. Aunque no tenía pensado hacerlo hasta el mes siguiente que estuviese seguro de que esos asquerosos animales hubieran regresado de sus vacaciones, parafraseando a Leni.
Una vez se hubo desocupado, salió del sótano con el encuadernado de pasta dura y blanca con lineas doradas bajo el brazo. Fue ahí que se decidió a telefonear de una vez al que había sido su compañero de borracheras en la preparatoria, pues tenía que hablar unas cuantas cosas con él.
–¿Si? –contestaron del otro lado de la línea.
–Hey, Chandler –saludó tras ponerse el móvil en la oreja–. Soy yo, Lincoln, Lincoln Loud.
–Larry –oyó contestar a ese petulante–, a los tiempos. Ya supe que siempre si obtuviste el empleo. Bien por ti.
–Si, gracias. Justo para eso te quería llamar ahora que tengo algo de tiempo libre. Para agradecerte que le hablaras a tu tío de mi. En la entrevista me dejó muy claro que el no aprobaba contratarnos a mi hermana y a mi como guardas de lo que el considera el mejor hotel del mundo; pero, ahí vez, tenemos el empleo. De nuevo, muchas gracias.
–Ni lo menciones. Pero debes saber que no hago este tipo de cosas por cualquiera. Tu te ganaste esa recomendación con tu esfuerzo.
De nuevo recordó como inició su disque amistad con Chandler, de manera algo peculiar. En la vida uno hubiera imaginado que esos dos hubiesen terminado siendo confidentes y menos aun compañeros de juerga. Pero la vida había sido de lo más caprichosa con la familia Loud desde el inesperado y desafortunado fallecimiento del señor Lynn. Especialmente con el joven Lincoln, quien tuvo que someterse a muchos cambios en su vida a partir de entonces.
De los doce a los catorce: junto con sus hermanas tuvo que trabajar arduamente para mantener a flote a La mesa de Lynn, pues se trataba del legado de su padre y no podían dejar que este se perdiera sólo porque el pobre hombre tuvo la desgracia de morirse antes de tiempo. Aquella fue una de las ultimas cosas en que concordaron los once.
En ese aspecto de sus vidas la fortuna les había sonreído lo suficiente, aun a pesar de las adversidades. Aunque lograr su objetivo no había sido para nada fácil. Requirió de mucho sacrificio, esfuerzo y sobre todo trabajo en equipo.
Para esto contaron con la ayuda de tío Kotaro, el buen amigo de su papá, quien asumió el mando temporalmente y se ofreció a seguir trabajando en el lugar sin sueldo hasta que pudieran recuperarse, además de brindarles algo de apoyo económico, cortesía de una pequeña fortuna que heredó de un tío abuelo suyo. Con ello y otro poco de dinero que vino por parte de la tía Ruth y el abuelo Albert fue que con las justas se pusieron al día con las deudas pendientes.
Aparte de que cada quien aportó de un modo u otro para sacar adelante el negocio, siendo Lori la que se encargó de administrar todo correctamente a la par que se dedicaba a sus estudios. Leni también ayudó dando parte de su sueldo de la tienda departamental; Lisa hizo lo mismo con lo que le pagaban de sus patentes y Luan con lo que ganaba de su negocio de fiestas infantiles, mientras que a su vez se entrenaba en la cocina para que, llegado el momento, se encargara del restaurante tal como su padre hubiese querido.
ESTÁS LEYENDO
El resplan-Loud
FanfictionBasado en otra famosa novela de Stephen King. Lincoln Loud es un joven adulto que ha trabajado desde muy joven para sacar adelante a su numerosa familia. Pero algo en el cambiará para mal cuando se convierte en cuidador de invierno del Hotel Overloo...