La protegida del Clan Uchiha

Mala Noticia

Shisui partió a esa misión que el Hokage le encomendó hace algunas horas. Hinata por su parte se quedó en casa con un pesar que se instalaba en su pecho, era algo así como un mal presentimiento pero supuso que solo estaba nerviosa así que trató de distraerse en otras cosas como en salir al jardín de la casa de Shisui y regar las plantas. Ella siempre fue muy hábil con los asuntos de jardinería así que se puso a arreglar todo.
Minutos después cuando permanecía sentada en el pasto se acercó la abuela de Obito y le dio una botella con agua que gustosa la ojiperla aceptó —Gracias—

—Hija, veo que tienes talento para esto de la jardinería—

Hinata sonrió y asintió —En la mansión Hyuga yo solía pasar horas en el jardín, no salía mucho así que mi mejor compañía eran las lindas flores que mi madre se encargó de cultivar antes de morir—

—Patetica—, soltó Obito detrás de ella de repente —Abuela te he estado buscando—

Hinata se puso de pie para marcharse pero la abuela de Obito la sostuvo por la muñeca —¿Quieres cenar con nosotros mi niña?—, ella miró al Uchiha y después negó con la cabeza.

—Lo siento pero estaré ocupada en algunas cosas—, son decir más, se marchó y Obito recibió una mirada furiosa de su abuela.

—¿Porque me miras así?—

—De qué te sirve ser guapo si espantas a las chicas con esa actitud—

Obito empezó a caminar a su lado —Esa Hyuga está con Shisui, yo no puedo siquiera pensar en ella como mujer—

La anciana se detuvo y el junto con ella, está se giró y colocó una mano en la mejilla de sí nieto —Me enorgullece que seas leal hijo, pero tienes que encontrar una mujer, el tiempo no corre hacia atrás  —

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En la casa grande se encontraba sentado en la sala Itachi, este se mantenía pensativo mientras bebía una copa de vino. No podía sacar de su cabeza los ojos de ella, la imagen de su cabello largo y su afinado rostro precioso pero tampoco podía evadir el hecho de que era más que evidente que entre elka y Shisui pasaba algo más que una simple amistad —Me prometiste que con ella no—, se dijo en voz baja. En ese momento entró Izumi —¿Que ocurre?—

—Itachi, quiero pasar más tiempo contigo—

—Sabes que estoy ocupado y no tengo tiempo, lo siento Izumi—, se levantó y salió de la casa con dirección a la vivienda de Shisui, al llegar titubeó un poco pero decidió tocar la puerta.

La peliazul abrió la puerta y mostró una delicada sonrisa al hermano de Sasuke —Itachi Kun, hola—

—Hinata—, una sonrisa muy contundente se dibujó en sus labios —Siento molestar a esta hora pero quería invitarte a caminar un momento conmigo—

Ella asintió y salió de la casa tras ponerse unas sandalias que estaban cerca de la puerta —Vamos, yo también bien necesito despejarme un poco—, así caminaron un buen rato a los alrededores del distrito Uchiha.

Llegaron casi al final de los terrenos y se sentaron al pie de un enorme arbol de manzanas —Hinata, ¿Que sucede entre Shisui y tu?—, ella lo miró y luego guardó silencio unos segundos —¿Tienen una relación?—