Hinata Hyuga se mudará al distrito Uchiha cuándo su padre y su hermana mueren en un ataque al clan Hyuga, mientras el misterio del ataque es resuelto, su padrino Fugaku Uchiha se hará cargo y la protegerá dentro de su clan.
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Madara entró al distrito Uchiha luego de ausentarse unos días, lo que los demás Uchiha no esperaban es que volviera acompañado de la ojiperla que hace tiempo se fue del lugar y los rechazó luego de enterarse de la muerte de Shisui. -Sube a tu habitación.
Ella obedeció la orden de Madara, mientras subía las escaleras, sus lágrimas se deslizaban una a una por sus mejillas, cuando llegó al final, unos brazos la recibieron y la envolvieron con cariño -Estas de regreso mi niña-, Mikoto estaba feliz con su precencia de nuevo en la casa.
Desde arriba, Hinata volteó a ver a Madara casi de manera acusatoria, luego sin decir nada siguió su camino hasta la habitación que se le asignó hace tiempo.
-¿Porque volviste con ella?
Madara sonrió malignamente y caminó hacia la cocina mientras era seguido por la madre de Itachi y Sasuke -¿No te da gusto?
-¿Que estas planeando?
-Ya lo descubrirás.
Hinata pasaba los días en su habitación, no parecía importarle nada, ella a veces solo deseaba morir y no era solo por Shisui, si no que prácticamente Madara la tenía prisionera en esa habitación y nadie trataba de ayudarla, ella solo pensaba en que realmente estaban molestos, que la miraban como la única culpable de la muerte de Shisui y que todos estaban de acuerdo con su castigo -Llevenme con ustedes-, susurró mientras miraba por la ventana hacia el cielo estrellado. De pronto empezó a caer nieve, ella sonrió sutilmente y sacó una mano para que los copos cayeran en ella -Hanabi, a ti te encantaba la nieve.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una extraña sensación de ser observada, sintió como su piel se erizo al percibir una precencia cerca de ella dentro de la habitación. Volteó rápidamente pero no encontró nada inusual pero cuando volvió su vista a la ventana ahí estaba el dueño de esa precencia -Hola-, cuando la ojiperla iba a gritar, este saltó sobre ella y tapó su boca -Guarda silencio.
Era un hombre alto vestido con una capa negra y una máscara naranja que le dejaba ver solo un ojo.
-Hyuga-, lentamente la soltó y ella trató de salir corriendo pero nuevamente la atrapó -¿Eres tonta?, quedate quieta.
-¿Qui... Quien es usted?
El hombre la tomó por la mano y rápidamente abrió un portal por el cual la jaló con el. Después de unos segundos, aparecieron en una colina alta y alejada de Konoha, el lugar estaba cubierto de nieve -Hyuga, yo te voy a proteger.
Hinata lo miró con temor y retrocedió un par de pasos -¿Protegerme?, yo estoy perfectamente.
El hombre se acercó rápidamente y la jaló hacia el para colocarla junto a su pecho -No lo estas.
Ella trató de soltarse inútilmente -Usted no me conoce.
-Estas sufriendo. Por un lado te duele la pérdida de tu familia, de Shisui... Estas cautiva por el idiota de Madara y para acabarte de matar... Esta el Hokage y su familia que solo quieren dañarte-, para ese punto, Hinata ya estaba lo suficientemrnte rota llorando en el fornido pecho que la acurrucaba -Por eso yo te voy a proteger.
