Capítulo 7

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Hannah Li.

(3/4)

Corro por el Bosque maldito y consigo llegar al pequeño pueblo de mi manada protegida por guardias de alto rango. Bajo la velocidad y olfateo el aire. Aún recuerdo el aroma que libera mi padre, es un aroma extraño pero dulce. 

"¿Quién eres?". —pregunta uno de los guardias. 

"Soy Hannah Li, hija del Alfa de la manada". —digo con orgullo. 

"¿El Alfa tuvo una hija?". —dicen entre ellos, se miran y niegan. — "No podemos dejarla entrar, señorita". —en sus manos tienen unas lanzas hechas de un material letal para los licántropos y algunas criaturas mitológicas. 

"Piérdete, niña". —dice el otro guardia riendo. 

Abby y yo gruñimos furiosas llamando la atención de los guardias. Ellos, con sus típicos trajes de color azul marino, se colocan en posición de ataque y una alarma retumba por todo el pueblo indicando el peligro que se encuentra afuera. Tanto niños como padres gritan el nombre de sus hijos para que, cuando el peligro ingrese al pueblo, no les haga daño. Me preparo para atacar, pero un aullido se hace presente. 

Los guardias que están dentro del pueblo abren la puerta y dejan salir a un lobo de tamaño muy parecido al mío, de pelaje de color gris y sus ojos morados. 

"¿Quién eres y qué haces husmeando en el territorio?". —gruñe. 

Suelto un suspiro por el hocico. Dejo mi posición de ataque. 

"Soy Hannah Li, hija del Alfa de la manada". —me siento sobre mis patas traseras.

El lobo frente a mí gruñe y le dice algo a los guardias telepáticamente, claro está, los cuales me permiten el paso y me adentro al pueblo. Todo vuelve a la normalidad, pero uno que otro licántropo me mira con desprecio o algunas madres cubren a sus hijos por miedo o peligro. Llegamos a un gran edificio de seis pisos hecho de ladrillos, pero con un aura de estar hecho de madera. Está al lado de una gran montaña llena de nieve y muchos árboles. El pueblo ha cambiado desde la última vez que mi mamá me contó cómo estaba, pocos niños, muchos adultos y pocos guardias. Pero, ahora todo es diferente, hay más jóvenes, niños, parejas, entre otras cosas más. 

Luego de entrar por una gran puerta de vidrio, varias personas se sorprenden y hasta llegan a tener una posición de ataque, sacando sus largas garras y su lobo interior teniendo el control sobre ellos, pero el lobo les gruñe y ellos bajan la cabeza y continúan haciendo sus cosas. 

"Se cree el Alfa, ¿verdad Hannah?". —río internamente por las ocurrencias de Abby. 

"No lo sé, Abby, pero teniendo en cuenta su tamaño, debe ser alguien apegado a mi padre". —digo sin importancia. 

"Nuestro". —corrige Abby. 

"Sí, como sea".  

Al frente de nosotros, hay una gran puerta de color café, pero el lobo toma otro rumbo. Detengo mi caminata. 

"Sígueme". —dice en mi mente. 

Lo sigo y lo sigo. Creo que, si me quedo en este lugar, me perderé. 

"Entra en esta puerta y te vistes. Luego, te digo donde está tu... supuesto padre". —dice con arrogancia. 

Ignoro lo que dijo y, con mi cabeza peluda, empujo la puerta. Entro a un cuarto con paredes de colores pasteles, una gran cama con sábanas blancas y cuatro almohadas colocadas en la cabecera de ésta. Una puerta de color blanco que me imagino que da al baño; un gran closet de puertas color café oscuro, las cortinas blancas como las nubes que hacen juego con las sábanas de la cama y, a la vez, tapa las ventanas de vidrio y el piso hecho de mármol color blanco. 

About last night.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora