Charlotte Huston.
— ¿Estás bien? ¿No te hizo nada? —Jacob toma mi rostro entre sus grandes manos, mira mis ojos con preocupación y sus ojos cambian de color a unos azules cielo. Nuestras respiraciones se mezclan, pero parece que no le importara.
"Qué maravilla". —pienso.
Quedo atónita. Mirar sus ojos cambiar de color y sentir que me protege de todo y de todos, es algo que llena mi ser, llena mi alma. Sus ojos no cambian de color y aún sigue mirándome. Paso mi vista por todo su rostro; cejas pobladas, pero definidas, nariz perfilada, labios carnosos un poco delgados y su mandíbula marcada.
— Sí, estoy bien. —suspiro y trato de despegar mi vista de él, pero no puedo. Algo dentro de mí se emociona al verlo. Pasa su mano delicadamente por mi cabello.
— Me alegra que no te haya hecho nada. —susurra mirando mis labios.
Cierro mis ojos y me dejo llevar por sus caricias, pega su frente con la mía y suspira.
— Aún no puedo creer que no seas un humano. —error.
Se aleja de mí y refunfuña.
— Eres experta para dañar momentos lindos, ¿verdad? —dice y río suave.
— Déjame pensarlo. —pongo una mano en mi barbilla y hago un sonido como si estuviera pensando. — Pues sí, me dicen "La daña momentos especiales". —hago un entre comillas con mis dedos. — ¿Algún problema con eso, señor Jacob? —me cruzo de brazos y camino a él.
Está vestido con una camisa piel, unos pantalones cafés claros, unos tenis blancos, una cadena de cobre que la tiene desde el primer día que lo conocí y anillos en sus dedos. Su pelo castaño ondulado pega en su frente y termina en su nuca.
Alzo mi cabeza para mirarlo y frunzo el ceño. Ruedo los ojos y él alza una ceja e imita mi volteada de ojos.
— ¿Por qué eres tan alto? —me quejo.
— ¿Por qué eres tan pequeña? —acerca su rostro al mío, me separo un poco.
— ¿Qué dices? Mido uno con setenta centímetros, ¿okay? —asiente y cierra sus ojos. Miro sus labios y relamo los míos.
"Hazlo". —una voz gruesa aparece en mi mente.
No lo dudo y lo beso. Jacob coloca una mano en mi nuca y la otra en mi cintura atrayéndome a él. Pongo mis manos en sus pectorales sintiéndolos fuertes y duros. Jacob aprieta su agarre en mi cintura. Sus labios se mueven al compás con los míos y evita que me separe. Sus besos se expanden por todo mi rostro hasta llegar a mi mejilla, besa fuertemente y sonríe.
— Gracias por aceptarme. —la mano que estaba en mi nuca, va a mi cintura.
— No lo he hecho. —juego con él.
— Oh, ¿en serio? —afloja su agarre, pero abrazo su cintura.
— Lo hice desde el primer día que te vi. —un brillo particular ilumina sus ojos y cambian de color a grises oscuros, los normales.
Las puertas se abren bruscamente. Jacob y yo miramos a la misma dirección y entra Hannah.
— ¿Hannah? —suelto mi agarre de Jacob y voy hacia ella.
— ¿Charlotte? —frunce su ceño, mira a Jacob. — ¿Q-qué haces aquí? —sonríe falsamente.
— Eh, tuvimos un percance y... —de un momento a otro, el nerviosismo llega a mí. No digo nada y miro a Jacob quien asiente. Suspiro y retomo. — Descubrí la verdad. —suelto sin asco.
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About last night.
FantasyTodo cambia de la noche a la mañana, todo parecía perfecto hasta que llega este día. - Charlotte, todo tiene una explicación. -suplica con sus ojos grises oscuros. Quiero decir algo, pero las palabras no me salen, estoy asombrada y sin poder creer...