About last night.

Capítulo 14

Thomas King. 

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Los tres hombres de su manada, me quieren atacar, más bien, matar. Uno de los hombres corre hacia mí y lo esquivo exitosamente, mis manos se transforman en garras afiladas y tomo al segundo —que está preparado para atacarme—, por la garganta provocando que mis garras se entierren en ella. Chilla de dolor y cae al suelo, lleva su mano al cuello y me mira como si quisiera acabar conmigo. El hombre que esquivé, sube a mi espalda y cambia sus manos normales a garras afiladas. Tomo el brazo que tiene en mi cuello y lo empujo hacia adelante. Cae de espaldas y se levanta protegiendo a su Alfa, uno de sus hombres se convierte en un lobo gris oscuro, de ojos negros como la oscuridad y un poco bajo de estatura con respecto a la de un Alfa. 

Él salta sobre mí provocando que cayera y me pegara contra el frío y duro suelo. Sus afilados dientes se dirigen a mi brazo y muerde enterrándolos. Grito de dolor y Luka toma el control sobre mi cuerpo. La sangre corre por todo el piso, mi vista se vuelve más colorida y las ansias de matar se hacen presentes. Tomo al lobo del cuello que me atacó y, con mi fuerza lo aviento lejos de mí. El Alfa queda sorprendido por la reciente reacción que tiembla un poco de miedo. Me levanto con una mueca de dolor en mi rostro y llevo mi mano al brazo adolorido. 

— Thomas, si sigues así, terminaré acabando contigo muy pronto. —limpia sus manos sin haber hecho nada. 

Jadeo y respiro pesadamente. —Si sigues hablando tanto, no quedarás para contarlo. —gruño y la sangre sigue brotando de mi brazo. 

— Ya lo veremos. —les hace unas señales a sus dos hombres y se preparan para atacar. 

"Quiero salir". —Luka se interpone. 

"Estoy adolorido y será peor".  

El Alfa se prepara para atacarme. Saca sus garras afiladas; sus sentidos deben estar activos; sus ganas de matar deben estar al cien por ciento y en sus expresiones, transmite que tiene la batalla ganada. Piensa que va a ganar y es todo lo contrario. Lo miro directo a los ojos y siento su temor, su miedo a mí y a mi lobo. 

— Tienes miedo. —su posición de ataque cambia a la inicial, es decir, sin protección. Sonrío de medio lado y voy directo a él, corro y lo tomo de la mano quebrándosela por la fuerza que ejerzo. Sus hombres quedan tan sorprendidos que no se mueven de su lugar ni para defender a su propio Alfa. El grito que sale del gran Alfa fue doloroso para mí mismo. Lo empujo y cae al suelo tocándose la mano. 

— ¡Te voy a matar! —se retuerce. 

— Sí, como digas. —hago una breve pausa, sonrío y me agacho de cuclillas. — Qué mal que tenías de todo para ganarme, pero adivina quién terminó ganando. —me detengo y el gran Alfa sigue quejándose. —Dime quién ganó. —mi voz sale áspera. Como en mí no hay paciencia, le doy un manotazo en su cabeza. Se queja y, con su mano no adolorida, obviamente; se soba. — Deja de llorar que me estresas. —suelto el aire. — No vuelvo a repetir, ¿quién ganó? —tampoco responde. 

Me levanto y suspiro para quitar mi molestia. Listo para aplastar su cabeza con mi pie, el susodicho habla. 

— ¡Tú! ¡Fuiste tú! —sonrío victorioso. Asiento para mí mismo, sacudo mis manos y una punzada de dolor se presenta en mi brazo, gimo de dolor. Volteo y, dos de sus tres hombres me miran con terror, me acerco a uno de ellos y le toco el hombro. 

— A-alfa K-King. —tartamudea y tiembla. 

"Pobrecito". —Luka se burla de él.  

— ¿En serio le servían a ese falso Alfa? —lo señalo detrás de mí, miro de reojo y se está levantando.