Hudson Downs.
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— Alfa Li, ¿cómo ha stato? —mezclo los dos idiomas que sé manejar correctamente.
— ¡Oh! Hudson, que bueno verte por acá de nuevo. —el Alfa se levanta de la silla y camina a mí, estrecha su mano, la tomo gustoso y le doy un apretón. — ¿La pasaste bien en tus vacaciones de verano? —asiento.
— Sí, ya era hora de volver de Italia. Mi familia ha estado un poco preocupada por mí y, gracias a las vacaciones que me dio, pude tranquilizarlos. Ahora, vengo a proteger de la manada que me ha acogido durante seis años. —hablo en francés, el Alfa sonríe sin mostrar sus dientes.
— Aunque pienses en dejar esta manada, tendrás las puertas abiertas si quieres volver. —hago una reverencia de respeto.
— Muchas gracias a usted por aceptarme la primera vez que pisé este pueblo. —Darth, mi lobo, aúlla de felicidad.
— Bueno, ¿ya encontraste a tu mate, Downs? —me mira con una ceja alzada.
— Aún no. —sonrío sin ánimo. El Alfa coloca una mano en mi hombro y lo aprieta como consuelo.
— Ya la encontrarás. —asiento.
La primera vez que llegué a Canadá, el Alfa Li fue la primera persona en ayudarme en todo lo que necesitaba conoce acerca de ser el Beta de un Alfa. Cuando tuve mi primera transformación a los diez años, mis padres me dijeron que me convertiría en el Beta de uno de los Alfas de las mejores manadas más poderosas por el gran tamaño de mi lobo. Todos en mi familia son licántropos y, por ende, yo también lo sería. Soy hijo único y fui parte de la manada Downs, pero lastimosamente, tuvo que deshacerse y, actualmente soy el Beta del Alfa Li, unos de los Alfas más poderosos e importantes de la mitología junto con el Alfa King.
La alarma del pueblo suena por todos lados intranquilizando a los habitantes. El Alfa Li entre frunce el ceño, baja la mirada a los papeles que tiene en su mano y hace un sonido con su boca.
— Hudson, ¿puedes ver qué está pasando? —alza su vista y me mira.
— Con gusto, Alfa. —me retiro y voy hacia la entrada del pueblo.
Quito mi camisa de cuadros que tengo encima de mi otra camisa y la tiro en medio del pasillo mientras camino a la entrada del gran edificio. Saco mi camisa negra y la tiro como hice antes, desabrocho la correa de cuero que sujetan mis pantalones, quito mis tenis vans y los acomodo a un lado junto con mis medias blancas. También, desabotono el pantalón y lo bajo hasta quedar en bóxer.
"Io no quiero combattere". —Darth les teme a las batallas.
"No vamos a combatir, Darth. Sólo vamos a ver qué pasa".
Mis huesos crujen, mis manos cambian a garras afiladas, el pelaje gris aparece, mis dientes y encías duelen convirtiéndose en grandes y afilados dientes. Mi estatura desciende y mi cuerpo cambia por mi gran lobo. Salgo del gran edificio y aúllo, corro a la entrada del pueblo donde los guardias abren las grandes puertas.
"Dulce".
Una loba de pelaje gris con rayos grises, tamaño parecido al mío, pero ella es un poco más alta y de ojos café claros; es la que está provocando todo este escándalo entre los habitantes de la manada Li. Le pregunto qué hace invadiendo un territorio ajeno, a lo que responde con aburrimiento lo que ya había comentado antes.
"Hudson, es nuestra mate".
"Yo también lo siento, Darth".
Sigue repitiendo que es hija del Alfa, no creo eso posible pero nunca le pregunté al Alfa Li si tenía familia. Puede que suene algo loco, pero en estos seis años me mantuve ocupado con los problemas de la manada. Le digo que me siga hasta el edificio del Alfa. Algunas personas quieren atacarla porque creen que es un peligro para esta manada, pero primero que todo es mi mate y no dejaré que nadie le haga daño, arriesgo mi vida a que le hagan daño.
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About last night.
FantasyTodo cambia de la noche a la mañana, todo parecía perfecto hasta que llega este día. - Charlotte, todo tiene una explicación. -suplica con sus ojos grises oscuros. Quiero decir algo, pero las palabras no me salen, estoy asombrada y sin poder creer...