13 - Invitados Extra.

45 7 147
                                    

Danien

—Es mejor que quedarse aquí —responde su sarcástica pero amigable voz.

—Ah, bien. —Vaya, no pensé que aceptaría tan fácil. Con lo poco que la conozco, creí que seria más evasiva con la idea de salir tan de repente—. Te espero afuera en un rato.

Sigo el corredor hasta mi habitación para tomar un baño y cambiarme de vestuario. Hoy, por fin, no tengo reuniones o montañas de documentos, así que quise salir por un rato. Al salir del baño, me dirijo al pequeño cuarto junto a la cama en el que esta toda mi ropa. No tengo mucha. Me parece innecesario tener tanta. Tomo una camiseta clara, unos jeans cortos y par de zapatos deportivos para usarlos. Hace tanto que no vestía tan libre y casual.

Con un pañuelo, limpio un poco mis gafas antes de ponermelas. Ahora las uso más seguido, no solo por el accidente con Halia sino porque usar mucho los lentes de contacto podría dañarme más la vista.

Luego de pasar por mi pesadilla diaria, el inútil intento de que mi ondulado y rebelde cabello parezca peinado -ese se acomodo como quiere y cuando quiere. Cada que intento arreglarlo, él gana-, bajo al recibidor y salgo de la casa. Es un lindo día. Luz solar, brisa fresca y el vibrante sonido de un teléfono me reciben. ¿Un teléfono?

—Oye, más tarde iré a ver a mi padre si no te importa —menciona con la mirada fija en su dispositivo electrónico mientras se recuesta de mi Mustang rojo estacionado frente a la casa. Lo tenia abandonado.

—Esta bien —respondo acercándome a ella. Hoy, como siempre, lleva su típica coleta en su cabello "torna sol", o así lo llamo yo. Pues su cabello es castaño, pero cuando esta en el sol se torna casi rubio. Es muy bonito.

—Amor, ya vámonos —dice alegre saliendo de pronto de la casa sujetando cariñosa mi brazo. Me sorprendió. Mis lentes casi se caen del choque.

El ambiente se torna tenso muy rápido, y el desagrado en los ojos de Karen se hace presente. No esta feliz con que Halia nos acompañe. Fue difícil convencerla. Pero después de acordar que iríamos a donde ella desease, acepto, a medias. Por buena, o mala, suerte, Hal ha estado distraída con su celular, ignorando por completo el enojo que la observa. No la había visto tan sumergida en ese aparato antes, ¿qué hará?

***

Llegamos, desgraciadamente, al hogar del derroche de dinero masivo, el lugar donde deseas comprar todo lo que ves a través de vitrinas, el laberinto de pasillos rodeados de establecimientos: el centro comercial. El sitio favorito de mi querida novia para hacerme mal gastar dinero con cientos de cosas que ya tiene solo para "estar a la moda".

El fastidio y el aburrimiento se presentan mientras recorro los corredores de la enorme tienda de ropa. Perdí de vista a Karen unos estante atrás cuando andaba buscando el nuevo vestido de su diseñado preferido. Solo quedamos Hal y yo paseando de un lado a otro por todo el local. Creí que a ella le agradaría venir a este tipo de lugares, pero compartimos los mismos sentimientos de fatiga al estar aquí.

—La última vez que vine a una tienda tan grande fue para comprar mi vestido de graduación, y solo compre el primero que vi al entrar —comenta mientras camina frente a mi con las manos en los bolsillos traseros de su jean azulado. Le ajustan ligeramente y sus brazos siguen el movimiento de su trasero al caminar. No esta mal.

—La última vez que yo vine a esta tienda fue hace una semana -menciono siguiéndole el paso.

Comprar se ha vuelto parte de mi vida desde que conocí a Karen. Y no solo prendas de vestir, sino también maquillaje, perfumes, productos o aparatos para el cabello, toda clase de cosas de belleza. Algo exagerado diría yo. Gracias a eso me he acercado un poco al mundo de la moda. Que bajo he caído.

¿Por Qué Me Tocó Este Idiota?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora