Estoy por quedarme dormida aquí parada. No pude, o mejor dicho, no me permitieron dormir anoche, y el sueño me esta matando. Sabrán que barrer con los párpados decaídos y las piernas cansadas es complicado. Y el trabajo no termina, debo hacer todo lo que me falto ayer por estar fuera. Las consecuencias de los días libres son agotadoras.
Culminando, por fin, el pasillo principal del segundo piso, me estiro un poco para relajar el cuerpo e intentar reducir mi somnolencia para seguir con mi "amado" trabajo. Quien me manda a seguir trabajando casi que por capricho. Ni siquiera lo necesito tanto a estas alturas.
Ligeramente reactivada, me dirijo a mi penúltimo destino. Solo debo organizar la habitación del millones —el idiota al que matare junto a su estúpida noviesita— y limpiar el balcón en este piso. Luego me iré a leer por el resto del día, o quizás me cuele al cuarto de juegos del niño rico a comerme sus dulces como venganza, ya veremos.
—Buenas tardes —escucho decir con cierto ánimo forzado. Hablando del Rey de Roma. Salia de su habitación con su típico trajecito listo para ir a su trabajo, solo que esta vez se le ve desánimo, con el cabello revuelto y los anteojos algo caídos—. ¿Descansaste? —indaga. Al instante le lanzó una mirada sarcástica y molesta como respuesta. Claro que no descanse nada, y todo por su culpa, y de la cabello de maíz. Él se contrae apenado de inmediato—. Supongo que eso es un "no". Perdón por mantenerte despierta, estaba preocupado y no quería estar solo —se excusa con una vocesita de culpabilidad que de algún modo suena adorable. A veces pienso que es un niño en el cuerpo de un adulto.
Ruedo los ojos dejando así de lado mi pequeño enfado ante su patética aunque adorable disculpa, después de todo solo estaba algo inquieto.
—¿Sabes algo de ella? —inquiero con seriedad dirigiendo mi mirada a él.
—Me escribió y dijo que estaba bien y que llegaría más tarde —responde con los ánimos ligeramente elevados. Yo solo desvíe la mirada enojada al pensar en esa bruja.
La razón principal por la cual no dormí fue gracias a que esa bastarda desapareció durante toda la noche, sin decir a donde iba o informando si aún seguía viva. Danien se la pasó comiendo como loco por la ansiedad de que algo le fuera pasado. Por ello, no dejaba que me fuera para que lo acompañara, no había nadie más. Y lo peor es que la muy perra aún no se ha aparecido.
—Bueno, gracias, y perdón de nuevo por no dejarte dormir —dice apenado, otra vez. Tampoco es para tanto. A veces, en serio, me estresa cuando se disculpa por todo, o al menos conmigo, ni que lo fuera a golpear. ¿Tan amenazante soy?
A pesar de que después de una larga noche preocupado al fin tiene noticias de ella, sus ánimos siguen bajos. Supongo que su cabeza esta llena de posibles razones por la cual no volvió antes. Y la más obvia no es muy buena. Momento de que Halia haga algo.
—Tranquilo —le digo animada—. Aunque habría sido mejor que me mantuvieras despierta haciendo algo más activo —comento mostrándole una mirada pícara. Sus bellos ojos se abrieron de la sorpresa acompañado de una leve coloración en sus mejillas. Sé bien lo que paso por su cabeza, y no dudó en pensarlo, ¿eh? Sin embargo, mi momento de picardía no duro mucho, pues no pude contener la risa. Soy pésima actuando—. Solo bromeo —digo entre risas terminando con el falso momento de insinuación.
Aun así, la coloración en su cara no desaparecía. El simple hecho de imaginarme lo que piensa hace que yo también me ponga nerviosa. Demonios, debo pensar mejor lo que digo.
—Bueno, debo volver al trabajo —informo para salir de la incomodidad.
—Si, yo igual. Debo asistir a otra molesta aunque importante reunión sobre el acuerdo Sanders —menciona con fastidio. Te entiendo. Ninguno quiere trabajar—. Lo que me recuerda, Teresa se ha recuperado. Stevenson dijo que ha salido de su casa y...
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¿Por Qué Me Tocó Este Idiota?
RomanceSi pensabas que conocer a un millonario era una idea asombrosa, pues tenías razón, excepto si ese millonario es Danien Hall. Ese idiota... -Oye, escuche eso. -Callate, estoy en plena presentación. Aja, como iba diciendo. Ese idiota no entiende nunca...