Macarena POV.
Arrastraba los pies como alma en pena en dirección a la cocina. Terminaba de llegar a casa después de una noche memorable y necesitaba café desesperadamente.
- ¿Qué? ¿Te lo has pasado bien?- Me preguntó mama Valentina apoyada en la encimera y asentí con los ojos cerrados y media sonrisa.- Daté una ducha antes que te vea tu madre.- Me diò una taza de café calentito con todo el cariño del mundo.
- Gracia, mama.- Murmuré dándole un beso en la mejilla.- Te quiero.- Le di otro beso.
- ¿Y el chico de las fotos?- Preguntó curiosa.
- Un buenorro.- Reí entre dientes.
- ¿Has pasado la noche con él?- Abrió lo ojos de par en par sorprendida.
La verdad es que mi madre estaba bastante acostumbrada a que le hablara sin tapujos de mi vida sexual. No era ningún secreto mi relación abierta con David y me sentía orgullosa de disfrutar mi sexualidad libremente.
Eramos como dos buenas amigas en ese aspecto. Ella nuca había tenido con mi abuela más conversación que la típica de la adolescencia, por eso me brindaba la confianza suficiente para sacar el tema. Mi madre se quedaba más tranquila sabiendo que su hija era una chica responsable que practicaba sexo de una forma segura y yo podía comentarle cualquier duda que sintiera.
- ¿Has visto que guapo era?- Di un gran sorbo de café con el que me enjuague la boca que tenìa algo seca y tragué.- ¿Y el polvazo que tenìa? ¡Uf! Perdí la cabeza y...
- ¡La, la, la, la!- Llegó mi otra madre tapándose los oídos y haciéndonos reír.- No es preciso que escuchemos esas cosas, Macarena.- Dijo con cara de espanto.
- ¿Te he de recordar todo lo que hemos hecho nosotras, cariño?- Contraatacó la doctora.
- Yo aún no me lo he montado en el baño de un avión.- Murmuré entre risas.
- ¿Cómo le cuentas esas cosas a la niña, Valentina?- Le salió un gallo.
Ambas se complementaban a la perfección.
- Por cierto, mama, me podías poner un paragüero apretable sin camiseta para mi primera carrera.-.Di otro sorbo al café y la miré con temor sobre la taza.
- ¿Apretable?- Rodó los ojos y negó con la cabeza.
Sí, apretable, una palabra maravillosa que me había enseñado mi tía Andrea. Se dice de cualquier persona con la que te apretarías, retozarías... echarle imaginación.
- ¿Y tu nueva protegida?- Murmuré.
Barbara llevaba tan solo dos días en casa y mis madres ya la adoraban. Ella y Juliana no paraban de hablar con gran complicidad, la cual Barbara ganó siendo compinche en una broma donde Valentina terminó besando a la actriz confundiéndola con su mujer, haciendo que a mi madre le diera un ataque de risa por la cara de apuro que se le quedo a ambas tras el beso.
Y no, a mí no me hacìa ninguna gracia. Y por si fuera poco mi hermano Julian parecía haberse enamorado de Barbara, algo asqueroso dado el gran parecido que esta compartía con nuestra madre.
Me di una larga ducha para despejarme, algo de maquillaje para ocultar las ojeras y bajè al jardín. Tenía un reportaje fotográfico para anunciar los nuevos modelos de gafas de sol del Heda Team, cada año los pilotos del equipo ejercían como modelos. Así que como nueva piloto del Heda Team me tocaba ser la imagen de este año. Menos mal que el cristal del espejo ocultaba mis ojos de cansancio.
Barbara POV.
Juliana me había sorprendido, no tenìa nada que ver con la imagen que me había formado de ella viendo sus carreras. Era muy divertida, incluso me había convencido para gastarle una broma a su mujer. No salió del todo como esperábamos pero le pareció gracioso el momento incomodo que pasé junto a Valentina cuando esta se diò cuenta que no estaba besando a su mujer.
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Raider in love II (Juliantina, Barbarena)
RomanceMacarena tiene una vida perfecta, éxito en su carrera de piloto amparada por su madre a quien idolatra, fama, dinero y un guapo prometido. La tranquilidad de su vida se tambaleara cuando a punto de dar el salto a la categoria reina aparece Barbara...