Capitulo 4

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- ¿El amor? Eso es una pregunta complicada.- Reí.- Se lo quedaròn todo mis madres.- Bromeé.- La verdad es que a veces envidio lo que tienen pero yo las tengo a ellas, no hay nada que más ame que a mi familia.- Bebí agua escuchando la siguiente pregunta.










Macarena POV.

Barbara se había convertido en la primera persona en rechazarme, y no una sino dos veces, sin añadir que me había dado plantón y ni siquiera me mandò un mensaje para avisarme de que declinaba mi oferta.

Así que retrasè el vuelo, fuì al circuito donde aun grababan algunas escenas y compré dos cafés. Me había dado donde más me dolía, en mi orgullo y eso era una ofensa que no podía dejar correr, Barbara tenìa que caer de cualquier forma.

- ¿Puedo invitarte a desayunar?- Le pregunté a Barbara sonriente tendiéndole uno de los cafés.

- Ya he desayunado.- Respondió con tenacidad pasando por delante de mí y tuve que seguirla.

- Es solo un café.- Se lo volví a ofrecer caminando por delante de ella.- ¿Tampoco lo vas a aceptar?- Le hice pucheros.

- No.- Intentó no sonreír ante mi mueca.- No si luego te crees con derecho a algo.

- Bueno, algo me tendrás que dar a cambio. ¿No crees?- Levanté la ceja esperando su respuesta con una sonrisa traviesa.

- ¿Si un gracias te es suficiente?- Cedió a regañadientes.

- Tendré que conformarme con eso.- Le di el café y me puse tras ella.- ¿Tengo letra de médico y no entendiste el mensaje?- Le susurré aspirando el olor afrutado de su cabello.

- No,- Se giró hacia mí.- tienes una letra muy bonita de hecho.

- Gracias, entonces me dejaste plantada.- Me miró divertida ante la obviedad.- ¿Puedo saber por qué?

- Tenìa que trabajar.- Diò un sorbo.- Ni si quiera sabes si tengo pareja o quien soy...

- ¿La tienes?- Me precipité a preguntar solapando sus palabras.

- Eso no te interesa.- Espetó.

- Tienes razón, no me importa que la tengas. ¿Entonces te puedo invitar a comer?- Ladeé la cabeza esperando su respuesta.

- Ya me has invitado a café.- Levantó el vaso desechable.

- ¿Qué tengo de malo? ¿Demasiadas tetas para tu gusto?- Rió mientras negaba.- Te hago reír eso es bueno.

- Ya, tu madre también, tenéis esa facilidad los Valdes. Pero no pienses que puedas interesarme, podría hacerte una lista de motivos por los cuales nunca lo harás.- Miró hacia sus compañeros.

- ¿Y él si te interesa? El ricitos que te hace ojitos.- Volvió a reír.

- ¿Pol?- Se acomodò el pelo.- Tendría más posibilidades que tú.

- Tocada y hundida. ¿De verdad? ¿Ese?- Lo señalè con una mueca.

- No señales.- Cogió mi mano fulminándome con la mirada.- No vaya a pensar cosas que no son.

Entrelacè nuestros dedos, eso solía funcionar, les da confianza a las chicas. Tiré de su mano acercándola a mí y retiré el pelo de su rostro con los dedos que no sujetaban el café.

- Venga, dime que sí y hazme la mujer más feliz del mundo.- Ronroneé cerca de su oído.

- No, y debo volver ya.- Colocò su mano sobre mi hombro poniendo distancia.

- Un besito para que Pol no piense que hablábamos de que te gusta.

- Ni en tus sueños.- Rió jugando con la tela de mi camiseta.

Raider in love II (Juliantina, Barbarena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora