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Taehyung.
El sol apenas aparecía por las orillas de las hojas de un árbol, la mañana era fría y sin saber porque , sentía mis pies congelados a un punto máximo.
Baje de la copa del árbol donde me había refugiado esperando el amanecer. Pasar tu vida en un bosque y no conocerlo parece poco creíble, pero lo cierto era que durante la noche había descubierto tantas cosas de este desolado lugar, cosas que no parecen reales y que para cualquier otro ser, solo eran insignificantes.
La soledad de una sola noche y el hecho de enfrentar un poco mi cobardía, no me cambiaron instantáneamente a un Vampiro valiente, pero si pude darme cuenta de lo estupido que me veía llorando entremedio de la oscuridad. Ya no quería ser más débil, quería poder ser un poco mejor, tal vez mucho mejor, pero para eso debía comenzar de nuevo.
Continúe mi camino, ahora no sentía miedo pero tampoco paz, era como un sentimiento totalmente inexistente. Y aunque el sol me quemaba tenía que continuar, debía cumplir con mi obligación como hermano y ayudar a mis demás compañeros de vida.
Un pequeño cachorro se cruzó frente mío, no era un perro, era un lobo. Me preparé para atacar pero él solo me miró y se quedó quieto, al parecer esperando la muerte. No pude, ese mismo lobo apenas era un niño, matar a un ser que no es culpable de las tragedias y enemistades de nuestras especies, sería un deshonor para mis principios.
-¿Qué haces aquí? Y ¿Solo?... -Intente sonar lo más serio posible, el lobo al oírme volvió a su cuerpo original y con grandes ojos llorosos me miró-
_Y-yo... ¡Por favor no me mates! No estoy del lado de Jackson, soy de otra manada.- Pronto rompió en llanto y me relaje para no causarle más temor.-
-No temas, no asesinó niños. ¿Por qué estás solo? ¿Dónde están tus padres?.-Gire mi cabeza en distintas direcciones esperando sentir la presencia de los progenitores.-
-Están muertos.-Me sorprendí, su cara no parecía tener expresión alguna, era neutra y casi inexpresiva- Jackson los quemó vivos.
Hice un gran intento por no dejar caer mi mandíbula por la sorpresa, pero fallé. ¿Cómo demonios dijo? Acaso un niño de su edad vagaba solo por este oscuro bosque, seguramente huyendo de la manada enemiga.
-El bosque es peligroso para un niño, deberás ir hacia la ciudad u ocultarte mejor.
-Si... ¿Usted podría ayudarme a llegar al final del bosque? -Me miró esperando que mi respuesta fuera un sí.
-En estos momentos, me dirijo hacia otro lugar -Vi su rostro aterrorizado- Pero... puedes acompañarme si deseas.
No escuche respuesta por su parte solo vi como asintió con la cabeza y juntos comenzamos a caminar en silencio.
