Una nueva vida ~ Historia de Justin Bieber

Capítulo 24 ~ Entonces... ¿novios?

Capítulo 24 ~ Entonces... ¿novios?

- Bueno, ya está listo. Llegó la hora.

- Papá, ¿no puedes hablarlo para quedarte aquí?

- Jessica, sabes que lo intenté, pero ya es tarde para echarse atrás.

- Pero... aun ni me aclaraste cuando volverás.

- Yo no podré volver... quizás en años. Voy a dirigir una empresa en alza, y la sede está en España. Tendré demasiado trabajo. En todo caso tu puedes venir a verme en vacaciones, ¿de acuerdo?

- Vale... - Respondí con desgana.

Él terminó de recoger su maleta personal y la dejó junto al resto del equipaje.

- Voy con Pattie a resolver un asunto que tenemos en la empresa antes de irme, en una hora vuelvo y ya te vienes conmigo al aeropuerto, ¿vale?

- Sí...

Cogió su maletín y se dirigió a la salida, pero entonces se detuvo en el umbral.

- Por cierto Jess, suerte con Justin. - Dijo, giñandome el ojo.

- ¿Qué? ¿De qué hablas? - Dudé, aunque reconocía ese tono burlón.

- Oh, vamos... "Yo no quiero irme..." - Me imitó - O... " Yo no quiero que se vaya..." - Puso una voz más grave, imitando a Justin. - Sé que no me tengo que preocupar, eres como tu madre: si ese chico te conquistó, no solo le debió costar sudor y sangre, si no que te merece, y también como tu madre si el chaval necesita un buen tortazo, tu se lo darás... - Rió, cuando yo solo pude sonrojarme y bajar la cabeza para ocultar mi sonrisa.

Entonces salió de la habitación. Escuché como se iban ambos, mientras que yo me quedé en esa mansión enorme y sola.

Me escabullí rápidamente a mi habitación, cerré e intenté sumergirme en el mundo de la música, pero nisiquiera con los cascos puestos conseguía olvidar todo aquello... y tampoco conseguía olvidarle ni a él ni su beso en el hospital... Pero entonces mis pensamientos se interrumpieron.

- ¿Se puede? - Se asomó Justin.

- Es tu casa... pasa...

Entonces entró y se sentó en la cama junto a mí.

- Oye, creo que te debo una disculpa... varias...- Dijo dulcemente, mirándome con esos ojos mieles através de su flequillo.

- ¿Por?

- Bueno, un poco por todo... por como te traté y eso y... por lo del hospital.

- ¿Lo del hospital?

- El... esto... pues el...

Entonces, recordando las palabras de mi padre, y no lo dudé: me acerqué rápidamente a él, e interrumpiéndole rocé mis labios con los suyos, y abrí paso a un beso, totalmente sincero y especial.

De nuevo noté como su flequillo me rozaba la frente al tacto. Noté sus esponjosos labios y sentí lo que supongo que todas las chicas deben sentir al besar al chico que desean.

Entonces aparté mis labios de él y le miré.

- ... beso... - Terminó su frase, totalmente sorprendido y extasiado.

Entonces volví a acercarme a él y le abracé con todas mis fuerzas.

- Yo soy la que lo siente. No me di cuenta de lo especial que eres. Me da igual que cantes, que tengas dinero o lo que sea. Tu eres especial y... me gustas... - Le susurré al oído.

- Bu... buah... - Suspiró.

Entonces le solté y le miré. Aun estaba boquiabierto.

- Jajaja, ¿qué te ocurre? - Le pregunté.

- Puf... siento... siento... - Entonces tomó un cojín y se lo puso en la entrepierna - siento mucha presión.

- ¡Justin! - Agarré otro y se lo lancé a la cara - ¡Eres un cerdo!

- ¡Jajajaja. Fuiste tu la que me besaste y abrazaste así de pronto!

Entonces me levanté cruzada de brazos, aparentando disgusto. Él se levantó seguidamente y me cogió por los hombros.

- Tu también me gustas... y mucho. - Susurró.

Me volvió a besar, y luego me miró con una sonrisa en la cara.

- Entonces... ¿novios?

- Justin... ¿qué proposición es esa?

- Oh, perdone "mademoiselle". - Se arrodilló, tomándome la mano. - ¿Quiere usted, señorita Jessica, ser mi pareja y novia?

- ¿Cómo negárselo, señorito Bieber? - Burlé, mientras le levantaba y abrazaba de nuevo

- No has dicho sí... - Me miró, poniendo una expresión que me hizo reír.

Entonces me volví a acercar a él, le besé en la mejilla y me acerqué a su oído.

- Claro que sí... - Susurré.    

Continuará...  

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