Una nueva vida ~ Historia de Justin Bieber

Capítulo 19 ~ El Extraño Primo

Capítulo 19 ~ El Extraño Primo

<NARRA JUSTIN>

El agudo sonido de mi móvil sonando hizo que consiguiera abrir los ojos y agudizar mis sentidos. Había conseguido dormirme sobre las cuatro de la mañana, y... miré el reloj antes de coger el teléfono.

- Las seis y media... - Suspiré. - Todavía me faltan dos horas para ir a clases, quién diablos será. - Me froté los ojos, mientras tomaba el teléfono.

Acepté la llamada, y la atendí.

- ¿Sí? - Dije aún dormido.

- Justin, necesito hablar contigo...

- ¿Otra vez tu, Selena?

- ¡Justin, maldita sea. Somos novios, somos pareja, debemos hablar. Debemos hablar de lo que pasó y nosotros dos!

- ¡Dios Selena, deja de gritarme, ya bastante has hecho con despertarme tan temprano!.

- Perdona, es que si no no consigo localizarte. Mira, quedemos esta tarde, ¿de acuerdo? Para hablar...

- De acuerdo... - Suspiré. - Ahora déjame dormir. - Colgué el teléfono y lo puse en la mesa violentamente.

Eché de nuevo mi cabeza sobre la almohada, cuando la puerta de mi habitación se abrió. Logré taparme con las mantas, que se habían corrido hacia abajo, debido a que solo llevaba los bóxer, pero entonces vi que era mi prima.

- Jus... - Dijo entrando.

- Katy... - Me incorporé sobre la cama -, ¿qué haces despierta tan temprano? No tienes colegio hasta las diez.

- Es que no tenía sueño. - Sonrió.

- Bueno, ¿y qué ocurre?

- ¿Puedo dormir contigo? Estoy aburrida.

Simplemente sonreí, y destapé un lado de mi cama, pegándome yo a la pared. Ella vino, y se echó sobre la cama. Eran tan dulce... La tapé, y apoyé de nuevo mi cabeza en la almohada.

- Oye... - Giró su cabeza hacia mí.

- Dime.

- Sigues... ¿sigues enfadado con Jessica? - Sabía que no venía solo a dormir. Era tan entrometida...

- Eso no te importa. - Sonreí, para intentar que no fueran tan duras esas palabras.

- Sí me importa, dímelo por favor.

- Sí, sigo enfadado con ella. - Puse un tono más serio esta vez.

- Por que no lo entiendo.

- Son cosas muy complicadas Kat, tu no lo entiendes...

- Justo eso me dijo ella. - Se animó.

- ¿Qué?

- Cuando le pregunté que si tu le gustabas a ella.

- Ah... y... ¿qué te dijo? - Tuve que preguntarlo.

- No lo puedo decir. - Sonrió pícaramente. Se giró, dándome la espalda.

Entonces la tomé por la cintura, y la volví a girar hacia mí.

- ¿Qué te dijo? Enserio... dímelo.

- Jajajajaja - Se rió, mientras me dio un pequeño beso en la mejilla - Sabía que te importaba.

- ¡Serás mala! - Comencé a hacerle cosquillas y en el estómago - ¿Qué te respondió?

- ¡Nada!

- ¡Dímelo!

- Te lo prometo, ¡nada!