"El primer vaso corresponde a la sed. El segundo, a la alegría. El tercero, al placer. El cuarto, a la insensatez"
Lucio Apuleyo
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No puedo creerlo... ¡Soy mamá!
La nueva experiencia me ha traído buenos momentos pero a la vez, estresantes al ser madre primeriza y más con el proceso de aprender todas las necesidades como cuidados que debe de tener un bebé, sin embargo, agradezco que mi hijo no me dé problemas desde una corta edad cuando parece el ser más tranquilo y dormilón de todo el planeta, ya que con eso que he tenido que aprenderme los horarios en que Hades come, duerme y se le debe de cambiar el pañal se ha vuelto mi nueva rutina, en donde los tiempos en que él tiene sus siestas, me sirven para darme un respiro y poder ofrecerme un tiempo para mí.
La verdad, la responsabilidad no sólo ha caído en mí, sino que también en Demian quien tampoco parece querer despegarse de nuestro hijo, debido a que siempre intenta hacer su trabajo lo más pronto posible para así pasar tiempo con Hades, los cuales resulta favorable porque me da un tiempo libre para que pueda descansar, ya que, a pesar que nuestro bebé no haga la mayor cosa todo el día, nos mantenemos pendientes en todo, desde que pueda dormir bien hasta darle sus baños con mucho cuidado.
Hace tres semanas nuestro pequeño Hades llegó a nuestras vidas y sin dudarlo ha sido el mejor regalo que he podido tener en todo este tiempo que sigo sin poder creer que hace un año seguía pensando que lo mío no era ser madre o tener hijos, pero quien me viera hoy, cargando un bebé en mis brazos y cuidándolo más que mi propia vida; sinceramente ser madre me ha cambiado el panorama de todo mi mundo, ahora entiendo porque mis amigas decían que un hijo te cambia la vida y que sobre ello, comienza una nueva aventura que no sólo traerá bonitos recuerdos sino que también en educar a esa personita para que se vuelva una persona de bien.
— ¿Qué tanto miras? —Le digo a él al sentir su mirada.
—Nada. —Veo como saca una sonrisa, pero pronto sus ojos pasan a su laptop.
Si, como no. No soy ciega para no darme cuenta como a cada cierto tiempo se nos queda mirando a Hades y a mí, sin embargo, con el pasar de estos días me he dado cuenta como he dejado de sentirme avergonzada en frente de él cuando debo de darle de amamantar a mi bebé, realmente sé que no estoy haciendo nada malo, pero siendo sincera a pesar que mi embarazo ya haya terminado puedo sentir como mis hormonas se siguen alborotando por él.
Dejo de darle de comer a Hades para ajustar mi sujetador y playera en su lugar, mientras pongo a mi hijo en su asiento columpio. Es un día bonito para seguir en primavera, a pesar de estar a poco para entrar a verano, el clima se vuelve un poco más caluroso, aunque gracias a Dios, el viento no falta y tampoco estar en el jardín que hace que el ambiente se vuelva más fresco.
— ¿Puedes cuidar de Hades un momento? —Demian levanta su cabeza.
—Claro, no debes ni siquiera preguntar. —Asiento mientras me dirijo a la piscina.
Empiezo a desabotonarme los botones de mi camisa larga para entrar a la piscina, sin embargo, me pongo de espaldas para que Demian no llegue a verme, realmente aún no me siento cómoda con mi cuerpo luego de que estos últimos días sigo viendo como mi estómago sigue flácido a pesar que he comenzado a tener una dieta nutritiva y de ejercicio, ya que al menos quiero intentar reconstruir una parte de mi cuerpo luego de lo que me dejo el embarazo.
Voy hasta la piscina y empiezo a nadar mientras mi cuerpo me da las gracias que pueda refrescarme un momento luego de sentir como empezaba a sudar por el calor.
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Jefe, tendré un hijo suyo
ChickLit-Repítelo otra vez, que no estoy comprendiendo absolutamente nada... Tomo suficiente aire para darle primero una mirada a su hermana y luego a él, siento como los mareos empiezan a aparecer, como también, mi sangre se vuelve fría al ver su rostro ll...