Capítulo LI

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"Navegar no es necesario, vivir lo es"

Plutarco

⁎⁎⁎

[ Demian ]

Me despierto en el instante en que siento como alguien golpea suavemente mi mano, apenas mis ojos pueden lograr abrirse luego del descanso que he tomado después de que los últimos días apenas llegara a pegar el ojo por no tener noticias de Hades, pero ahora, que mi cuerpo al menos ha podido retomar un poco de energía después de los malos días que he llegado a tener; giro mi rostro y pronto lo veo, intenta sobrepasar todas aquellas almohadas que he puesto a su alrededor no sólo para que no se cayera de la cama, sino que también, para que no invadiera su espacio.

Rasco mis ojos y pronto estiro mi mano para ver como él, pone sus pequeñas manos encima de la mía, agarra mis dedos y los ve con detenimiento hasta que sus ojos terminan por encontrarse con los míos; hace unos soniditos como si deseará hablar, pero en sí, solo termina por hacérselos donde rápido, termino por soltar una risa cuando veo su cabello alborotado.

—Buen día, hijo.

Hades me pone atención cuando escucha que pronunció su nombre, a pesar que sé que él no me responderá, hubo otra forma en la que tome con precisión sus buenos días, y en sí, fue el instante en que dejo ir una sonrisa y me miro con esos hermosos ojitos que están bajo esas largas pestañas que son un buen recordatorio de su madre.

Antes de regresar al hospital, me propuse primero a darle la atención necesaria a mi hijo, así que mientras me levantaba y lo agarraba para dejarle un beso en sus regordetas mejillas, escuché como alguien tocó la puerta de la habitación de Danika.

—Adelante.

Abren la puerta y pronto veo a Cyrene aparecer con una sonrisa en su boca, pero antes de saludarme o al menos, decirme la razón por la que ha llegado, se cubre la boca con sus manos para soltar una risa que tuvo ocultarla para que esta no fuera escandalosa.

—¿Qué pasa? —Le digo extrañado.

—Mírate al espejo junto con Hades. —Sugiere ella.

Me levanto de la cama y cargo a Hades en mis brazos para después irme acercando de poco a poco al espejo que hay en la habitación, en donde apenas al llegar y verme, termino por sacar una carcajada en la que Hades parece sorprenderse, pero también termina riéndose haciendo que mi mañana mejore.

En el espejo se ve el vivó reflejo de padre e hijo, aun es increíble tener que apreciar el parecido que Hades tiene conmigo, y cada vez más, puedo decir, que es un gran regalo tenerlo como hijo.

Agarro mi celular y pronto pongo la cámara para así, tomarnos una fotografía en la que mi pequeño termina por ver hacia el espejo luego de señalarle el objeto; capturando aquel momento en que ambos tenemos el cabello desordenado y casi de la misma forma, termino por guardar aquel divertido y bonito momento, el cual, sin dudarlo, será la primera cosa que le enseñare a Danika cuando despierte.

Estoy a punto de darle los buenos días a Cyrene cuando en mi celular, entra una llamada que no se trata más que la de mi padre, así que, sin esperar, pronto la contesto hasta poner el auricular en mi oído.

—Hola papá, ¿hay alguna novedad? —Digo sin más que esperar.

—Sí —mi corazón palpita rápido —, los medicamentos han resultado a la perfección en Danika —suelto el aire que estaba contenido al escuchar aquello.

— ¿Eso significa que está fuera de peligro? —Inquiero.

—Se podría decir que sí, aún falta mucho por lo que esperar, pero el doctor ha dado un buen pronóstico de su salud. —Eso comienza a alegrarme.

Jefe, tendré un hijo suyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora