Capítulo XXII

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"Los amigos se convierten con frecuencia en ladrones de nuestro tiempo"

Platón

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No dejo de verme en el espejo mientras que noto que será imposible poder cerrar el botón de mi pantalón cuando mi vientre ya ha acaparado la mayor parte del espacio que podía permitir que subiera y se cerrara sin ningún problema; suspiro y me doy cuenta que es hora de usar el dinero de Demian para comprar ropa de maternidad, no creí que esté día llegaría pero también ya me había mentalizado que mi vientre crecería cada vez más con cada semana y luego de que empezara a entrar al segundo trimestre de mi embarazo.

Frunzo la boca y empiezo a acariciar mi vientre que ahora tiene forma de una pelota de voleibol, apenas hace unos días atrás era tan pequeña que ni se podía notar que me encuentro embarazada pero ahora, ya es muy notorio, tanto que, esconderlo ya es imposible. De todas formas, la mayor parte de las personas que conviven a mi alrededor de forma cotidiana saben que estoy esperando un bebé, así que no hay forma de porque desmitificar esa idea y de una sola vez dejarlo en evidencia.

Voy hacia el ropero para cambiarme de ropa, tomo un vestido y unas medias para poder salir de compras; el clima de noviembre se ha mostrado cada vez más frío con los últimos días que mayormente las nevadas en las montañas y zonas altas del país están próximas a llegar, así que es probable que tenga que comprar ropa cómoda y abrigadora para la época.

Agarro unas botas para salir corriendo de mi habitación hacia escaleras abajo, necesito que alguien me acompañe además de Lovro quien será que me ayude con las bolsas, las cuales espero que no sean muchas ya que también intentare conservar parte del dinero de Demian para otros tipos de ocasiones que lo requiera, pero aun así quiero que alguien me acompañe en esta travesía.

—Cyrene, Karim —ellas se dan la vuelta al escuchar que las llamo.

—Sí, señorita Danika. —Responde Karim.

— ¿Quieren ir de compras conmigo? —Ellas se sorprenden con mi invitación. — ¿Creo que he empezado a dejar mi ropa con esta pequeña pancita? —Estiro un poco mi vestido para mostrarles mi vientre de cuatro meses.

Puedo ver como a Cyrene se le iluminan sus ojos al mostrarle aquella imagen que le estoy presentando, desde que llegué a la finca, en ningún momento llegué a comentar algo con respecto a mi embarazado y les agradezco a todos los empleados de Demian que en ninguna circunstancia llegaron a tocar el tema, simplemente fueron pacientes y dejaron que deliberadamente fuera la primera en comentarles algo con respecto a ello a pesar que en todo este tiempo, me han cuidado sin importar la circunstancia en que me encuentre.

— ¿Está segura que quiere que la acompañemos, señorita Danika? —Karim no deja de mostrar asombró.

—Claro, ¿por qué no? —dejé ir una sonrisa.

Ambas se emocionaron con la invitación que pude ver cómo Karim dijo que se va a cambiar de ropa, como también Cyrene; por lo que mientras las espero, les envío a mis amigas una invitación de que si también quieren venir conmigo, sin embargo, solo Tihana y Jelena terminan por aceptar a acompañarme, ya que el esposo de Tara la llevará donde sus padres para que ellos pasen un tiempo con su hija y Nevenka le prometió a sus hijos, pasar un tiempo con ellos esté día.

Así que durante el viaje, pase a recoger a Tihana y Nevenka quienes se encuentran emocionadas de que haya querido que ellas formaran parte de esta experiencia, aunque durante todo el camino, mis amigas junto con Karim se propusieron a hablar solo de ropa de maternidad y a buscar varias fotografías de muestra en Pinterest con el fin de que seleccionara que tipo de vestimenta me gustaría usar en esté y los próximos meses, lo cual me parece muy esporádico ver tanta cosa cuando solo serán unos meses y ya, además, no creo volver a ocupar nuevamente ropa de maternidad.

Jefe, tendré un hijo suyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora