🐾Capitulo 🐾2

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Termino de ajustar mi corbata y doy un último vistazo al espejo, escucho que llaman a la puerta nuevamente, a de ser el mayordomo por quinta vez para preguntar si ya estoy listo, dios están más ansiosos ellos que yo mismo y eso que soy el que lo tiene que enfrentarlo todo.

Salgo de la habitación y empiezo a bajar la escaleras al llegar a la salida todo está lleno de reporteros, doy un profundo respiro al escuchar los flash de las cámaras apuntando desde todas direcciones trato de ignorarlo y hacer como si no existieran mientras subo al auto y este arranca de inmediato

Ya en el auto cierro los ojos por un segundo mientras trato de concentrarme y relajarme lo más posible, cuando los abro nuevamente estoy más que enfocado y no se puede notar un apice de duda en mi solo la determinación para entonces el auto ya ha llegado a su destino.

Tu puedes hacerlo Zee

Camino lentamente hasta la sala al cruzar la puerta todas las personas presentes posan su vista en mi pero no me hacen sentir intimidado solo me incitan a permanecer firme frente a la tormenta.

Me dirijo a mi lugar y tomo asiento hago el clásico juramento y así se da inicio a una nueva ronda de preguntas.

- Cuéntenos señor Zee ¿como fue que las cosas terminaron de esta manera?. Agradeceríamos lo relatara todo detalladamente.

🔹🔸🔹🔸🔹

-Son muchas preguntas para nuestro primer encuentro después de tanto tiempo Zee. Pero descuida, yo te daré las respuestas que necesitas.

Fue lo que dijo ese hombre pese que no sabia quién era en el momento el parecía tener las respuestas a las dudas que azotaban mi mente desde el instante en que desperté así que decidí escuchar lo que tenía que decir aunque en ningún momento dijo su nombre.

- A estás alturas ya debes saber que tuviste un grave accidente y que por ello estás en las condiciones actuales.

- Si algo escuche de las enfermeras.

En ese momento murmuro algo que no pude entender pero rápidamente se recompuso y siguió con su anterior actitud como tanteando el terreno

- ¿Sabes la causa del accidente?.

Mientras el me miraba fijamente como esperando encontrar algo más en mi reacción, yo lo miraba con una ceja alzada.

Acaso no le dijo el doctor que perdí la memoria y que por ello no recuerdo ni siquiera mi propio nombre.

Pareció entender la situación ya que se aclaró la garantía y siguió hablando como si no hubiera notado mi acción.

Dijo que.....

No te olvidéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora