Capítulo 13

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- ... Bueno, mi preciosa, he de admitir que ha sido de los mejores momentos y más inolvidables que hemos tenido, pero después de todo lo que pasamos, es hora de mostrarte una nueva sorpresaaaa... Nunca olvidaré, esta noche, amor... Ven...
- Ay, Adrián, gracias, gracias por hacer esta de las mejores noches que hemos tenido, amé tanto cómo lo hiciste, en serio, quiero repetir esto cada día... Y ahora lo que más me tiene ansiosa es ir a ver a dónde me llevarás...
- Te aseguro que será nuestro paraíso desde ahora en adelante, peeeero primero, come amor, y ya nos iremos
- ¿Me quieres dar, por favor, mi cielo?
- Si, ven, mi preciosa, abre esa boquita...

30 minutos después

- Gracias, mi vida, ya estoy lista para partir a nuestro destino, ¿vamos?
- Perfecto, hermosa, ¡vamos!

20 minutos después, y llegar a su destino

- Te vendaré lo ojos, mi cielo.
- Ay... Está bien, te seguiré ciegamente.
- Y bueeenoooo, ya casi llegamosss...
...
- Listo, amor, ¡aquí es!
- Dios... Mi amor... No puedo creerlo, ¿qué es todo esto?
- Esta, mi hermosa, es nuestra casa... Tal vez no es mucho, pero... Llevo 5 años invirtiendo en ella, desde que te conocí, supe que estaríamos juntos y te quería para mí, para toda la vida, para siempre, sé que suena a locura, pero, me enamoraste y me prometí a mi mismo no dejarte ir... Supe que eras la indicada.
- Amoooor, ay no... Me es imposible no llorar con lo que acabas de decir, te amo, te amo, te amo tanto, y sabes bien que yo también me prometí jamás dejarte ir de mí, supe que eras para mí desde que vi, y claro que esta casa es muchísimo, es lo suficiente para los dos, es hermosa, te amo, gracias por esta maravillosa sorpresa, ahora dime, ¿¡cuándo vendremos ya a vivir juntos!?
- Mi vida, te amo, fue con todo el amor del mundo construída para ti, y... ¡me alegra tanto que te haya gustado! si te gustó por fuera, seguro la amarás por dentro, ¿vamos?
- ¡Vamos!
...
- ¡Bienvenida!
- Adrián... ¡Pero es grandísima!, ¿cómo pudiste hacer esto? Dios... Amor... Qué gran arquitecto eres, ¡mi arquitecto!
- Tu arquitecto, mi cielo, me encanta que me digas así, me haces sentir tan tuyo... Y ahora sí que aquí podremos hacer lo que nosotros queramos, cuando queramos, Mía... Y te haré mía, muy muy mía...
- Jaja, con gusto, mi amor, ¡siempre, siempre y por siempre querré ser tuya y que me hagas tuya!
- Ya quisiera tener ahora mismo una cama aquí, así pudiera hacerte todo lo que siempre hacemos y más, peeeeero, son cosas que debemos ir llenando de a poco, y tú serás la dueña de todo esto amor.
- ¿Podemos ir viendo las cosas de la casa, amor? quiero hacer de esto tan lindo, algo hermoso y lleno de amor, nuestro hogar.
- Por eso te amo, preciosa, me encanta tu energía, y... Claro, mañana temprano iremos a ver una de las tantas cosas importantes, nuestra cama.
- Qué lindo es que digas eso, Adrián, mi sueño se está haciendo realidad, y es hermoso, porque tú estás aquí, te amo.
- Y de aquí en más, será así mi amor... ¡Te amo más!

6 meses después

- Vaya, estos meses han pasado tan rápido, ¿no te parece mi cielo?
- Sí, mi preciosa, y no sabes cuánto te he extrañado los días que me voy a trabajar...
- Peeeeero, sabes que siempre te espera una gran sorpresa cada que llegas
- Hmmm... Sí, mi vida, y eso es lo que más me gusta de ti, y por eso es que trabajo tan arduamente
- ¿Sabes, Adrián? he pensado seriamente en buscar trabajo, y sé que no quieres, porque con lo que tú trabajas y traes a casa es más que suficiente, me lo has dicho...
- ¿Trabajar? Pero lo haces, amor, eres psicóloga y atiendes en línea a tus pacientes, creía que amabas hacer eso, ¿no te basta ahora?
- Yo sé, Adrián, y me gusta, pero... Pero no aporto mucho aquí, y quisiera saber cómo se siente ejercer mi profesión en vivo y directo
- Mía... Sabes que te amo y apoyo en lo que tú desees, y si quieres hacerlo, está bien, no te prohibiría hacer eso, solamente avísame cuándo irás a entrevistas, y harás papeleo, te acompañaré e iré a dejar, si gustas, claro...
- Gracias por eso, Adrián, mañana mismo tengo pensado ir a un lugar, ¿podemos ir?
- Claro, amor, vamos...
- ¿Estás enojado, Adrián?
- No... ¿Por qué lo estaría? me parece bien que empieces a buscar otras alternativas.
- Gracias por apoyarme, hasta mañana amor.
- Hasta mañana, Mía... Duerme.

Al otro día

- Buen día, amor, ¿cómo estás?, ¿dormiste bien?
- Hola, Mía, sí, todo bien, ¿ya estás lista?
- Sí... Vamos...
...

- Bien, hemos llegado, ve... Te espero aquí, preciosa, muchos éxitos allá adentro.
- Gracias, amor, ya vuelvo.
...

Media hora después...
Adrián observaba con cuidado si Mía salía de su entrevista

- ¿Qué?, ¿y él quién es?, ¿y por qué está tan cerca a Mía?
...

- Ay, amor, perdona la tardanza... He llegado al fin...
- ¿¡Y qué pasó, Mía, qué te dijeron!?
- Ehhh, bueno... Tengo que esperar a que me llamen mañana, y creo que encontré un gran colega que si me aceptan aquí, podrá ayudarme mucho
- Ah, ¿sí?, ¿quién?
- ¿Viste de casualidad a un chico que salió junto a mí?
- Ah, sí... ¿Él?
- Sí... Estuvimos platicando un momento mientras era mi turno, él también es psicólogo, solo que él ya trabaja ahí, y no sé, se me acercó, y fue muy amable, después de la entrevista me invitó a tomar un café en la cafetería de ahí, y fue amena su compañía...
- Ah , mira... ¡Vaya!, ¿en serio aceptaste tomar algo con alguien completamente desconocido?
- Eh... Sí claro, amor, vamos... ¿No?
- ... Vamos...


Amo tu pancita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora