Amo tu pancita.

Capítulo 19

1 año después

- Vaya, amor, ¿no te parece que este año se está yendo muy rápido?
- Sí, mi cielo, qué locura, ya llegamos a fin de año y todo ha salido tan perfecto para ambos... Y sabes, he estado pensando en hacer un viaje
¿Te parece?
- ¿En serio, Adrián? ¿A dónde podríamos ir?
- No lo sé hermosa, a donde sea, eso te lo dejaré a ti...
- Ay, mi vida, me gustaría... No sé, ¿París?
- ¿Sí? porque a mí me encantaría ir allá... Sería fascinante, y más si es contigo, hermosa.
- ¿Entonces qué dices?
- Por mí bien, ¿te parece entonces si en 15 días partimos hacia allá?
- Sí, amoooor, aaaay, ya estoy ansiosa
- Jaja, te amo, mi vida, seguro allá podrás probar cosas deliciosas y degustarás cada plato habido y por haber, yo me encargaré de eso
- Qué rico, amor... Seguro podremos cumplir más fantasías por allá
- Hmmm, sí preciosa, qué lindo ha de ser verte en una cama sin poder moverte en plena luz que entra por la ventana, y más si es en París
- Ya quiero que llegue el día y podamos hacer locuras por allá, mi amor
- Hay que esperar un poco, mi vida... Solo un poco... Pero mientras si quieres podemos hacerlo aquí, que como quiera que sea, el lugar no importa, lo realmente importante es cómo quedes al final del banquete...

Adrián sin decir una palabra más, llamó al domicilio a pedir mucha mucha comida, mientras pasaba su dedo por mi ombligo, haciéndome desear hacer ya muchas cosas con él...

- Bueno, amor... Ven... Mientras llega tu comida, quería verte lucir este pequeño traje, ¿te gusta?
- Qué lindo, mi vida, ¿me lo quieres poner?
- Claro que sí, así aprovecho más tiempo a verte con el puesto, ya que, al final del día seguramente acabará totalmente roto de lo grande que te voy a dejar...

Era fascinante cuando Adrián me susurraba, y respiraba tan agitado cerca a mi oído, mientras cogía un poco mis rollitos de la espalda, y sentía como su pen* estaba duro, era... Era demasiado excitante.

- Claro, amor... Ya sabes cómo me gusta quedar, hazlo nuevamente hoy...
- Hoy te haré cosas maravillosas, preciosa

🔊...

- Amooor, llegó mi comida, jaja...
- Ah sí... Ya vengo... Olvidaba lo más importante para empezar esto, perdóname, mi cielo, me emociona tanto tenerte así de pegadita junto a mí
- Adelante, mi amor, ya te espero, y ahora sí que no podrás escapar de todo esto...
- Ni quisiera hacerlo... Ya vengo...
...

- Y bueeenooo, aquí está! aquí está toda la comida para este bello estomaguito...
- A ver... Qué tenemos por aquí... Hmmm... Qué rico! de todo, amor, bueno, ven ya a quitarme la ropa y ponme ese trajecito, seguro te encantará cómo se me ve.
- Eso ya me lo había imaginado, por eso lo escogí.
...

- Ven, preciosa... Qué rico todo tu hermoso cuerpo, Dios...
- Sigue, amor, bájame los pantalones, hmm
- Qué grandes piernas! rellenas de mucha grasa, me encantan, preciosa...
- Sí, mi vida, más tarde deberás hacer algo entre ellas...
- Con gusto, será una delicia meterme por ahí... Sigamos... Hmmm... La mejor parte, qué lindos bracitos, muy muy gorditos, me fascinan, al igual que tus manos... Son tan preciosas... Y bueno a ver... Ésta belleza no se podía quedar atrás, tu hermosa y bella panza, qué cosa tan linda es, no ha dejado de crecer desde que estamos saliendo, amor, y eso me pone... Me pone tan... Excitado

Me encantaba que Adrián se ponga así, pues actuaba de una manera que no me podía resistir, solo me hacía poner más caliente y con más ganas de comer para poder satisfacerlo y que me satisfaga todas mis fantasías.

- Te amo, mi vida, qué cosas dices... Ahora ven... Déjame a mí quitarte toda esa ropa que está demás aquí
- Adelante, Mía, quiero sentirme tuyo nuevamente...
...

- Wow, Adrián, cada vez estás más más marcado, me encanta eso, ven, date la vuelta...
Qué linda espalda tienes, cariño... Déjame, quiero besarla un poco
- Hmmm, Mía, lo haces tan lindo, quisiera que siempre estemos así en cada momento, que siempre lo estés haciendo así... Sigue, amor...
- Me encantaría, precioso. Y bueeeno... Bajemos ahora este pantalón que no me deja ver la maravilla que tanto amo también de ti...
- Te sorprenderás, hermosa.
- Wow, mi cielo... ¿Qué cosa tan rica le espera a mi estómago?
- Ya ves, preciosa, todavía desde la primera vez que estuvimos juntos, siempre has tenido el control de ello, nunca deberías dudarlo, y mira, hasta ahora, ahora mucho más... Es que como te has puesto, es una cosa que me hace mojar con tan solo verte
- Y es todo mío...
- Y es todo totalmente tuyo, amor... No dudes de eso...
- Ya, mi amor... Hazme tuya de la manera en que sabes hacerlo bien