Octubre ya estaba a mediados y Ron había desistido de su intento por olvidar a Hermione. Había salido dos veces con Fred pero ninguna chica le era interesante; para él solo había una persona que siempre le importaría y siempre amaría: Hermione Granger.
Y ahora estaba en casa de su mejor amigo, Harry.
-Voy a respetar tu decisión -decía Harry, pues el pelirrojo le había informado que seguiría soltero, amando a Hermione.
-Gracias, amigo -Ron palmeó la espalda de Harry y sonrió.
-No tienes porque, pero espero que sepas lo que estás haciendo -añadió Harry con una triste sonrisa.
-Te lo aseguro, Harry -afirmó el pelirrojo sonriendo -. Algún día volveré a verla.
-Sí tu lo dices -Harry encogió los hombros y se levantó del sofá -. Será mejor que vayamos a comer, antes de que...
-¡POTTER! -se escuchó un grito desde el comedor. Harry y Ron se taparon los oídos.
-¡Ya vamos, amor! -gritó Harry, luego se giró hacia Ron -. Me alegró de que aún no tengas esposa...
-¡Y yo que quisiera tener! -rió Ron, siguiendo a Harry, pero sus pensamientos cayeron en una persona, Hermione.
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-¡Gracias a Dios que ya tengo un auto! -exclamó Luna mientras Hermione servía dos tazas de café.
-Me alegro por ti -sonrió Hermione dejando una taza de café frente a Luna.
Estaban sentadas en la cocina de los Granger; Rose estaba en su habitación jugando y los señores Granger habían salido ese domingo.
-Sí -suspiró Luna, se veía un poco triste y nostálgica.
-Luna, ¿segura que no quieres que vaya contigo? -preguntó Hermione.
-Segura, Hermione -afirmó Luna tratando de sonreír -. Esto es algo que quiero hacer sola. Ya he estado aquí desde hace dos meses y ya es tiempo.
-Está bien Luna. Pero si necesitas compañía, no dudes en llamarme -añadió Hermione con una sonrisa.
-Ya es hora de que me vaya -Luna se puso en pie y le dio un beso en la mejilla a Hermione -. Despídeme de Rose, creo que está muy entretenida allá arriba.
Amas miraron al techo y sonrieron.
-Nos veremos mañana en el instituto -se despidió Hermione. Con un movimiento de la mano, Luna se despidió y después salió de la casa para subirse a su nuevo auto.
En la Madriguera, como cada domingo, todos los Weasley estaban reunidos; todos a excepción de Fred Weasley.
-Oye George, ¿sabes donde esta Fred? -preguntó Arthur a su hijo.
-No, padre. Estos días ha estado muy extraño -George se rascó la cabeza -. Solo fue dos días a Sortilegios y después se desapareció.
-¿Sabes si algo está pasando con él? -insistió Arthur, mientras miraban a los niños jugar en el jardín.
-No lo sé -el gemelo se encogió de hombros y miró hacia el cielo, que estaba totalmente nublado -. No ha querido decirme nada, pero esta extraño.
-Bueno, ya lo sabremos después -dijo Arthur mientras se acercaba a sus nietos, dejando a su hijo pensando
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Un amor para siempre (Romione)
RomancePrólogo. La lluvia golpeaba contra la ventana, de vez en cuando se oía un trueno a la distancia. El cielo estaba nublado, era imposible ver las estrellas, tan solo se veían las nubes grises. Pasaban ya de las once de la noche y Hermione Granger se e...